Se podría definir alienación, como el proceso mediante el cual el individuo o una colectividad transforman su conciencia hasta hacerla contradictoria con lo que debía esperarse de su condición. Hecha esta aclaratoria, debo confesar que la derecha venezolana, la cual gobernó nuestro nación durante cuarenta años con el remoquete de social-democracia(AD) y social-cristianismo(COPEI), alienó las mentes de muchos venezolanos, entre los cuales me encuentro.
Para muestra dos botones: en el plano nacional nos convencieron que era necesario y urgente la privatización de nuestra principal industria generadora de divisas, es decir PDVSA, el pretexto fue la cancelación de la deuda externa venezolana (por demás ilegal y grosera), con los recursos obtenidos de dicha operación. Mas reciente, trataron de involucrarnos en su apoyo abierto al golpe de Estado y al nefasto paro petrolero, hechos ocurridos en el año 2002.
En el plano internacional: nos hicieron creer que el gobierno derechista y totalitario del dictador chileno Augusto Pinochet, era un modelo a seguir, a pesar que el mismo vulneró los derechos humanos de infinidad de ciudadanos. La derecha venezolana elogiaba con mucha insistencia los logros económicos alcanzados en ese país sureño, a costa de la vida de miles de chilenos.
En conclusión respetados lectores, la derecha venezolana durante cuatro décadas tuvo un accionar alienante sobre un amplio sector de la población, gracias a Dios a partir de 1998, el proceso de cambios nos –me- abrió los sentidos, y ahora nuestra percepción sobre la realidad venezolana e internacional es otra.