Salvo los caballos de Troya que no se hallan ausentes en esta preciosa y democratísima asamblea popular, valga la "rebuznancia", a ojos vistas el grueso de sus miembros lucen ajenos a sentimientos antisociales, a sentimientos capitalistas, a sentimientos excluyentistas, a sentimientos divisionistas e individualistas, sentimientos tan perversamente característicos del saliente régimen capitalista, máxime cuando la burguesía nuestra es, además, rentista y parasitaria[1].
Ya esas cualidades, que apabullarán cuando discutan los inevitables proyectos de leyes y disposiciones varias para mejorar e ir desclasificando nuestra sociedad, para transformarla, de una sociedad inicua y clasista a la Socialista y humanista "hasta los pelos", irán dando cuenta de cuanta basura ideológica alberga la derecha, esa misma que diseñó las Constituciones de Venezuela a partir de 1830, fecha oscura de la traición de Páez, muy capaz con su lanza antiespañola, pero muy torpe y traicione antipatriota con su mente ante las botas capitalistas que nos han pisoteado desde los mismísimos tiempos del afamado barón de Humboldt.
Son numerosos los entuertos a enmendar, es cuantiosa la deuda social contraída por los usurpadores de nuestras riquezas, por sus testaferros nacionales, por sus gobernantes lacayos, por quienes siguen, además, amenazándonos con invadirnos por ellos mismos o por terceros en su condición de traidores a Bolívar, desde antes y durante estos últimos 187 años.
La deuda patronal, por ejemplo, se pierde de vista. Véase: https://www.aporrea.org/actualidad/a85543.html
[1] He venido hipotetizando que, de ser correcta-que así lo creo-la teoría darwinista, sería muy consecuente con ella que muchos animales deriven del hombre, por ejemplo, la familia de los derechistas, gente social y biológicamente atrasados unos 200 años en materia ideológica, en materia científica, humanista y hasta en materia técnica porque de poco sirven a la humanidad, como un todo, las máquinas sin una aplicación humanista.