Latinoamérica, establece nuevos escenarios para que los déspotas en la gerencia política y quienes aterrorizan a menudo la Sociedad Civil, asuman controles patógenos y buscan desarrollar un conflicto interno armado con consecuencias inevitables para la seguridad del país. Venezuela, en este sentido, viene desarrollando una campaña de realidades virtuales que determinan una confusión progresiva en la población.
Muchos, desean minimizar el problema, pero, la comprensión humana va más allá y observamos que la situación con la Fiscal General de La República se torna más grave y, el tema jamás, puede tomarse a la ligera. Pocos saben manejar los robots armamentistas y quienes buscan ejercitarse en la inteligencia artificial.
Hay alertas, pero, las redes sociales vienen creando noticias que salpican nuestro intelecto y, de verdad, los escenarios, allí vistos, develan un razonamiento del tema muy limitado. Resulta, que todo parece ser apocalíptico y aterrador, cuando, en realidad los laboratorios ejecutan su trabajo. De allí que, los ejercicios militares resultan ser muy pintorescos. Y, es como perder el tiempo. La Asamblea Nacional Constituyente- ANC- ha caído en esta prosecución de alegatos mediocres.
Ya, la inteligencia artificial ha llegado a los conflictos. El futuro del país, no se dirime con criterios obsoletos en el ejercicio democrático. Nadie ha cambiado de postura, las argumentaciones contra Cristina Fernández de C, nos viene exponiendo a los robots y drones norteamericanos y, precisamente no será de metal, sino de cibernética y hermenéutica, una batalla no convencional, donde el campo filosófico se encuentra presente y estaremos oscilando entre la emoción y la paranoia, otros, estarán rezando para que se logre el milagro esperado, la renuncia o salida abrupta del presidente, Nicolás Maduro Moros.
Es un debate abierto, desde la Pampa Argentina hasta Caracas, las noticias nuestras vienen impactando el clamor de los investigadores en ir al dialogo abierto, sin fechorías y una postura rígida sobre la actuación de ancianos en el campo de guerra, recordándonos las guerras antiguas.
Los Cancilleres, tienen miedo de opinar, las regiones buscan cuidar sus soberanías, ante el gran coloso, como lo es Estados Unidos de Norteamérica, el ALBA ha hablado claro., de allí el coraje que debe mostrar el Estado en cada una de sus actuaciones. Los mensajes dados, deben leerse muy bien y atender todo lo referente para defender la democracia en nuestro país, necesitamos avanzar en la paz, sin afectar a los países de la región.
Sin duda, Venezuela refleja una dinámica a nivel histórico, donde los procesos y acciones concretas buscan una confluencia en los intereses de las élites económicas y grupos de poder que han definido políticas públicas y planes de desarrollo que definen unas condiciones estructurales de exclusiones, inclusiones y discriminación de clase, de género y étnico/ racial. Por esto, la nueva ley sobre la tolerancia, bueno, hay una imagen de ideología dominante que quiere apoderarse a otras concepciones filosóficas, pero, los ciudadanos desean percibir nuevas concepciones de lucha social.
Las políticas sociales y de desarrollo, si bien pueden descender estadísticamente las cifras de pobreza crónica, no solo no es una disminución significativa, sino que están lejos de revertir los procesos tradicionales de inequidad, desigualdad y exclusión social. Por el contrario, producen y reproducen nuevas formas de pobreza, desigualdad, exclusión y explotación del trabajo afectando a más del sesenta por ciento de la población venezolana, siendo una gran mayoría afrocolombiana, mulata y peninsular. Hoy por hoy, el resultado del modelo promovido bajo los conocidos "principios rectores" que se promueven en cualquier región o ciudad del mundo: gobernabilidad, competitividad, seguridad, desarrollo social y sostenibilidad; y el fomento de las clásicas políticas públicas fragmentadas, focalizadas y de carácter asistencial y reduccionista sobre la llamada población "vulnerable", sólo consiguen profundizar y multiplicar la brecha socioeconómica sin alcanzar logros significativos en los objetivos sociales propuestos. y superar las exclusiones y discriminaciones existentes.
Hay ciclos de violencia en el país, cuyos protagonistas deben ser juzgados, acorde con las leyes vigentes. Son promovidos por grupos vinculados al poder económico y no político. Es una dinámica muy novedosa que cuenta con las redes sociales como soporte para determinar una destrucción ambiental y financiera y ya, Donald Trump giro el primer paso hacia la subordinación de los principios democráticos.
Un mundo continental distópico y devastado por obsesiones partidistas y cuyos dirigentes desean manejar su propia ley, es una imagen terrible que viene impactando al pueblo venezolano, como es el caso del Banco de Venezuela que en este último tiempo carece de fondo para cancelarle a los ancianos y las nóminas, es un asunto de prodigiosa actualidad.
Estamos apostando a un futuro, pero, no debe incluir chinos, ni árabes, menos estadounidenses, preocupa el ánimo obtenido, pero, nunca hemos sido cautivado al campo de la guerra.
Nos cuesta creerlo, pero, hay que revivir la discusión sobre la vinculación del Estado con los bachaqueros y militares, poniendo en riesgo al país. La Asamblea Nacional Constituyente debe legislar y junto a la Misión De La Verdad crear argumentaciones que le sean creíbles al gobierno central, los proyectos están, solo que se debe pervivir.