La simple lectura del título de este artículo, dejará al lector en el vacío porque a simple vista, la candidatura de Samán o Isidro Molina, no tienen que estar asociadas con el Congreso pendiente de Marea Socialista.

Traté de ubicar los resultados Samán-Erika, pero la página del CNE no me abre. Si Samán hubiese ganado la alcaldía de Caracas, que debe ser una de las más importantes del país, por eso de Caracas es Caracas y lo demás es monte y culebra, su posibilidad de impacto en el proceso de polarización no hubiese sido mucho. Es muy posible, que esa opción de triunfo abriera un espacio de buenas expectativas, pero luego también caerían con la misma rapidez que se levantaron. Es complicado hoy crear expectativas que no puedan corresponderse.

Ver la situación política desde la planicie de la mesa de Guanipa en Anzoátegu, no es lo mismo, que verla desde la llamada "gran Caracas". Por muchas razones, que no me detengo a especificar, el termómetro de Caracas luce y funciona mejor que el termómetro de Guanipa. No obstante, el termómetro indica un dato que hay personas dentro del ámbito de la izquierda y el chavismo que están en la búsqueda no de un candidato, sino de una o varias referencias políticas con una agenda de lucha. El dilema está en saber, cómo hacer uso de ese dato. El caso de Samán, puede servir

Marea Socialista tenía pendiente un Congreso Nacional para noviembre y por razones que no pudieran objetarse, decidió suspenderlo para cuando las condiciones estuvieran "mejor" dadas para el debate del congreso.

En mi opinión, pienso que lo electoral no era una razón suficiente para suspender un evento, que se veía como muy necesario. La crisis actual no va a resolverse en unas elecciones a gobernadores, en unas de alcaldes y no creo que ni unas próximas presidenciales. Privilegiar estas ferias electorales, es como sumarse a la gran fiesta de la polarización en cual, los movimientos sociales distintos a la MUD y al PSUV no ven una luz al final del túnel. Ni siquiera, se tiene la oportunidad de ver dónde está el final del túnel, que dejará entrar es pequeña lucecita.

El momento actual, no es para involucrar a unos cuadros en este carnaval electoral, que es el trofeo que exhibe el PSUV. El juego electoral viene legitimado al PSUV y no hay manera que los candidatos se los movimientos distintos al PSUV y MUD se dejen ver, frente a la tormenta de recursos que echan a la calle estos dos referencia políticas para encontrar votos. En estos carnavales electorales, no queda espacio sino para las musiquitas, que muy bien prepara el PSUV. Es lo único que sabe hacer bien. Es lo único visible en estas campañas. Hoy no se cuenta con Chelique Sarabia que le hacía las musiquitas al llamado partido del pueblo, AD. Sobran las musiquitas, que son la esencia de los "programas" de la revolución. En Anzoátegui muy concretamente, no vi un programa concreto y real, sobre cómo hacer de un municipio la propuesta de comuna o nada. En ausencia de contenido programático, la musiquita era la manera de saber que el PSUV llevaba candidatos revolucionarios.

Lo electoral tendrá sentido para el PSUV y para la gente de la MUD, pero para un proyecto político de izquierda alternativo; el punto clave no pasa hoy por la participación de una elección. Pasa por crear un espacio para la organización y la lucha. Ahí hay que enfocar los esfuerzos. Una o muchas organizaciones dispuestas a romperle el espinazo a este clientelismo que se está devorando las consciencias de los venezolanos y venezolanas. El PCV y PPT deben comenzar de cero, porque hipotecaron sus banderas. El PSUV la pasó su factura a estas organizaciones por no guindarse de sus candidatos y vieron cómo es el "amigo" y "aliado" PSUV. Casi que no le dan inscripción en el CNE. Su destino es la cola del PSUV

Samán entusiasmó pero no ganó. Es decir, puedo ir acumulando cuadros que entusiasmen y despierten a muchos. Si acumuló cuadros en una propuesta organizativa alternativa, puedo aspirar a conformar una fuerza social que luego me de posibilidades de meterme en un proceso electoral. Samán se apuró

Primero es necesario y urgente, disponer de una o varias organizaciones con propósitos claros. Generar una agenda de lucha que recoja el sentir de la gente y llevar esa agenda de lucha sin que nos apure lo electoral. Una Agenda de lucha compartida por el pueblo, puede ser más poderosa que un gobierno o contar con cinco gobernaciones y alcaldías.

Lo difícil de esto, es cómo lo hacemos o con qué lo hacemos. Por esto creo, que Marea Socialista no debió distraerse con la feria electoral. El PSUV abrió la feria electoral, ella puede estar abierta en todo el 2018 para ir acumulando elecciones como muestra de que la revolución avanza. No necesitamos elecciones; necesitamos pueblo y cuadros políticos organizados. El PSUV si ve la oportunidad, inventará elecciones. En el caso de las nuevas organizaciones revolucionarias como Marea Socialista, el punto es otro: Organizar y dejarse ver como un referente para la lucha contra el ajuste neoliberal que nos los filtran como revolucionarios por las dádivas