La pasadas elecciones, aunque con un porcentaje muy aceptable para unas municipales, nos muestran un escenario ya común en los procesos electorales de nuestra América y del mundo.la abstención es algo constante, un fenómeno triste y peligroso. Triste pues nos demuestra el poco deseo de los ciudadanos para participar en las decisiones políticas de nuestras naciones, decisiones que influyen drásticamente en la vida de todos, y peligroso pues la abstención es signo inequívoco del fracaso de la democracia como la conocemos, y lamentablemente, el camino hacia el autoritarismo.
Aunque en nuestro país, el caso es quizás un poco diferente, pues muchos en la oposición llamaron, (muy equivocadamente a mi parecer) al boicot y el problema del transporte y la situación económica fueron factores importantes, los más de nueve millones de votantes demuestran la gran vocación democrática del pueblo venezolano y lo eficaz de la maquinaria electoral del PSUV. Aun así, la abstención tanto en Venezuela como en el resto de América y en casi todo mundo es un fenómeno preocupante.
En los estados Unidos la abstención no baja del 50% en las presidenciales, en las locales y regionales apenas vota el 20 % de la población. La abstención en Colombia es también más del 50 %, y en Argentina fue la más alta en años alcanzando una cifra record.
Hagamos un pequeño ejercicio y pongamos como ejemplo un país como Chile, donde están registradas para votar aproximadamente 13.5 millones de personas, la abstención para las presidenciales normalmente ronda el 65 %, digamos que en el caso de que votara el 40 % de los inscritos, o sea aproximadamente 5.4 millones, y la final se dividiera entre dos candidatos, como casi siempre estos resultados son muy estrechos, digamos que el ganador obtenga en 22% de los votos, entonces el destino de los 17 millones de chilenos serian decididos por una minoría que solo representaría a 1millon 188 000 chilenos!.
Por supuesto esto es solo un ejemplo especulativo, (aunque podemos ver que en las pasadas presidenciales chilenas el pasado domingo la única ganadora fue precisamente la abstención) pero lo hago para resaltar lo terrible que es para cualquier democracia, sea representativa o participativa la abstención electoral.
Para que una minoría logre imponerle su voluntad a las grandes mayorías, se necesitará una gran maquinaria de propaganda para manipular la verdad y un estado autoritario y represivo para someter a los " desadaptados".
Ahora bien, analicemos un poco las posibles causas de la abstención, sobre todo en los países que han tenido gobiernos de Izquierda o "progresistas" como gustan llamarlos.
Algunos hablan de stress o fatiga electoral u otros fenómenos, pero una de las principales causas es la decepción. Cuando un gobierno, del color que sea, continuamente incumple sus promesas y defrauda a sus ciudadanos, estos pierden todo el deseo de participar en cualquier tipo de procesos.
El fenómeno de una" izquierda" entregada al neoliberalismo, como la europea, o el continuo flirteo de los gobiernos "progresistas" con las políticas capitalistas e incluso neoliberales, Va mellando la confianza de los pueblos en los partidos políticos cuyas elites terminan acostumbrándose rápidamente al poder y se olvidan de quien los puso allí y para que, en realidad, los ciudadanos les dieron sus votos.
En el caso de los partidos de izquierda, sin duda el mandato es la superación del desbarajuste neoliberal, y la construcción de algo diferente, en el caso de Venezuela, indudablemente la creación del estado comunal y la transferencia efectiva del poder al pueblo organizado. En el caso de otros países, la construcción de un modelo más justo y equitativo con una mejor distribución de la riqueza.
En los países donde gobierna la derecha, sobre todo en los estados Unidos y Europa, el sentimiento es sin duda "si no les importan nuestras vidas, mucho menos les deben importar nuestros votos, entonces para que votar". Las pseudo democracias neoliberales gobiernan para las elites y sus corporaciones, y terminan criminalizando, sometiendo e invisibilizando a las grandes mayorías.
Esta apatía electoral, inducida también fuertemente por los aparatos de propaganda y sus tanques pensantes, ayudan a las elites corporativas y a sus lacayos, a mantener el statu quo y con él sus privilegios, conseguidos siempre a punta del sacrificio y el sufrimiento de las grandes mayorías.
La constitución bolivariana que nos dimos los venezolanos en 1999 nos dice claramente que nuestra soberanía la ejercemos " directamente en la forma prevista en esta constitución y las leyes" ( o sea participando) e " indirectamente mediante el sufragio..."o sea que según nuestra constitución una de las más avanzadas del mundo, nuestro derecho y nuestro deber es participar en la construcción y defensa de la patria ( artículos 132 y 134) eso no quiere decir que no debemos ejercer nuestra soberanía indirectamente eligiendo a líderes que nos ayuden a organizarnos para construir el estado comunal necesario para suplantar de una vez por todas al capitalismo neoliberal que está destruyendo a la humanidad y al planeta.
Comprendamos entonces lo necesario de participar siempre en los procesos electorales de la patria, no dejemos que otros gobiernen solo para sus intereses por culpa de la apatía electoral, pero además, organicemos y participemos continuamente en la creación de las políticas y los programas de gobierno de nuestras localidades, construyamos poderosos y honestos movimientos sociales que nos ayuden a transformar el país. Sirvan estas palabras para recordarle a todos, especialmente a los nuevos alcaldes y a todos los funcionarios y funcionarias públicas, las palabras del comandante Chávez "comuna o nada"! TODO EL PODER PARA EL PUEBLO!