En primer lugar y para evitar un posible mal entendido, debo decir, que Hugo Chávez fue ser humano excepcional. Como político fue mejor. Aunque su vida política abierta transcurrió en las dos últimas décadas del siglo XX y sólo se asomó a unas del siglo XXI, muy difícilmente, se podrá ubicar un político en el siglo XX como Chávez y sin mucho recorrido en el siglo XXI, costará mucho igualarlo en este siglo. Su capacidad para entender y procesar los momentos y salir con ingenio, fue realmente (y por ahora) única. Aunque le pese a los que miran la política muy en caliente, con rabia y sin pasión; Chávez fue un diamante y sabemos cómo se forman estas piedras.
Javier Biardeau ha publicado recientemente un par de interesantes artículos, que merecen una discusión. Son como una excelente antesala para el debate pendiente sobre Chávez, los Chávez, el chavismo y los chavismo. Si no leí mal, JB nos invita a través de estos dos artículos a ver al Chávez que están sacando de circulación para colocar en su lugar, otro Chávez que van acomodando de acuerdo a las circunstancias. Un Chávez que involuciona, no por él, sino por el uso que le están dando a su trayectoria política, haciendo un mal uso de sus discursos, documentos e intervenciones muy improvisadas.
Yo no iría tan lejos, si esta impresión que capté se corresponde con las ideas que JB nos ha presentado en estos trabajos. El Chávez que iluminó y refresco las ideas socialistas, se deja acomodar con cierta facilidad, aunque ciertamente contribuyó enormemente en este proceso de retomar la propuesta socialista. Si hay un Chávez distinto a este Chávez que están institucionalizando, pero soy de la idea, que este Chávez luminoso, le fue infiel en algunos momentos a sus ideales y permitió que alguna brasa de su fogón, se convirtiera muy rápidamente en cenizas.
JB en un primer artículo[i] nos habla de un desempeño de Chávez y uno asume que JB le coloca a este desempeño una destacada actuación en los siguientes aspectos: a) eficacia política, b) responsabilidad social, c) ética del bien común, d) capacidad tecno-política y e) claro liderazgo situacional. Sin lugar a dudas, que en estos aspectos, Chávez se destacó extraordinariamente bien. Sin embargo, no creo que estos "cuatro años de decepcionantes, inconclusos y erráticos resultados de la gestión del Gobierno de Maduro", sea una bola de nieves que arrancó justo en el 2013, una vez instalado Maduro en Miraflores. La situación pudo agudizarse más rápidamente a partir del 2013, pero esa bola de nieve traía un curso y coloca en duda la eficacia política de Chávez, que a decir verdad, no era exclusiva de Chávez sino de un equipo que Chávez movió de un lado a otro sin poder concretar los resultados esperados. Los buques cargados de alimentos en los puertos por ejemplo, no aparecieron por arte de magia a partir de 2013. No se corresponde ese dinamismo en los puertos con la fuerza que de Chávez le imprimió a la lucha contra el latifundismo. Probablemente, alguien podrá demostrar, cómo en unos años, Chávez en su lucha contra el latifundismo le dio un apoyo a la política de soberanía alimentaria, pero la soberanía no se concretó, más bien se encogió. No hubo ahí ni en otros problemas, nada de eficacia.
Efectivamente, Chávez tuvo un buen dominio de los diferentes momentos y circunstancias que le tocó vivir en Miraflores, pero los momentos y el tiempo, no se circunscribía únicamente a la respuesta que Chávez ofrecía al momento como idea o iniciativa, sino a los resultados que esa decisión o manejo de la coyuntura debía a corto y mediano plazo producir, que definitivamente no se produjeron. La eficacia política no es ajena al control. La eficacia y la confianza no son situaciones que tienen que ser compatibles. Chávez no fue muy certero en el control y le dio largas a las confianza que tenían en sus colaboradores.
JB toma el caso de la posición de Chávez sobre el proceso constituyente para destacar una línea recta de este Chávez que se consolidó en 1998 y el Chávez que sus hijos han venido paulatinamente acomodando a sus intereses. Chávez fue vertical en colocar en el centro de su propuesta a la soberanía popular. Fue hábil en encontrar en la constitución de 1961 el huequito para serle fiel a esta idea que defendía y que llevó a feliz término.
Hay pequeñas cosas, que luego se convierten en extraordinarias. Ese Chávez que apostaba por un auténtico proceso constituyente originario, no jugo de la misma forma en torno a las decisiones que el pueblo chavista debía y estaba igualmente obligado a tomar. Su instrumento (El PSUV), que él manejaba partiendo de la confianza que tenía en su círculo, puede ser una de las causas efectivas en estos "cuatro años de decepcionantes, inconclusos y erráticos resultados de la gestión del Gobierno de Maduro", es de alguna manera su hijo pervertido o que muy tempranamente se salió del carril y con Chávez vivo. Chávez tal vez le estuvo cierto temor a un contra poder interno e hizo del PSUV un instrumento muy particular.
Tal vez no sea un ejemplo muy consistente usar al PSUV para asumir que este Chávez que se la jugaba por el soberano, apostó también en su contra. ¿Quién sugirió la primera lista de militantes que conformaría la primera directiva del PSUV que luego se elegiría por votos? ¿Fue o no cierto, que después de esta "elección", se produjo un ajuste y ese listado fue sometido a la inspección de Chávez? ¿Después de ahí y estando Chávez vivo, cuántas directivas brotaron el poder soberano del pueblo chavista?
Esa idea de consultar a la soberanía que estuvo presente en Chávez no aplicó para desarrollarla a lo interno del PSUV, que era su instrumento para hacer posible esta manifestación de soberanía popular. El robo de la soberanía al pueblo militante chavista no ocurrió después de Chávez; sucedió con Chávez.
En un segundo artículo[ii], JB según mi lectura, aborda con una argumentación más honda y detallada, este proceso de sustitución de un Chávez por otro Chávez para proseguir con la destrucción de su legado. No sé qué tanto sea verdad, pero de serlo, sería una situación muy curiosa y un acto de deslealtad, que el propio JB aborda crudamente pero no lo refiere en el contexto del desarrollo del instrumento (PSUV) que Chávez creo para empujar su propuesta.
En el desarrollo de este segundo artículo, JB expone:
"El pueblo solo debe conformarse y limitarse con el principio electivo de representantes, fundamento único y último de la legitimidad del ejercicio del poder y como única y exclusiva práctica jurídica de lectura de la sociedad. La participación directa en los asuntos públicos queda así suprimida, y ni siquiera es contemplada". Esto es lo que hoy existe y no existe, después de un Chávez. Después de un Chávez se profundizó.
Es lo que viene sucediendo y JB presenta crudamente. Es una situación que puede ser muy duro plantearlo y reconocerlo, pero el disentimiento entre la fuente de poder y el Poder Constituido viene desde Chávez o con ese Chávez, que apostó por el poder soberano. Tenemos ya un largo rato observando ese resultado que es producto de una doble corrupción. "El poder gobernante se asume como soberano y por [otra] parte, la comunidad política se lo permite". "La comunidad se lo permite" no es una entrega, es una conquista producto de una invasión que JB también expone crudamente, pero que puede tener un origen en ese Chávez soberano.
No puedo imaginarme la publicación y "discusión" de las Cinco Líneas Estrategias (2010) sin el consentimiento y autorización de este Chávez volcado a favor del pueblo soberano. En ese documento se recogió todo ese proceso (a lo interno) de disentimiento entre una cúpula (poder gobernante) y el soberano psuvista. Lo que es hoy el PSUV, es un poco peor a lo que se tenía en el 2010 cuando se percataron del rumbo que estaba tomando la maquinaria y la total ausencia de protagonismo y participación del soberano chavista.
No creo que esto sea producto de unos desmemoriados y si de una estrategia muy consciente a través la cual, la dirección política de la revolución se ha propuesto "aplicar una combinación sobre-dosificada de la vieja teoría de aguja hipodérmica de la propaganda (Laswell 1927: "Técnicas de propaganda en la guerra mundial"), de la teoría del cultivo de la difusión masiva[v] de Gebner, la teoría del espiral del silencio de Noelle-Neumann, de la concepción bancaría en la pedagogía política cuestionada por nuestro Paulo Freire, todo con el fin de configurar lo que Gramsci denominó un "sentido común", un imaginario oficial o más acertadamente en Chomsky, un consenso manufacturado". Las purgas políticas que vinieron luego y el tratamiento a la disidencia encuentran aquí su explicación.
Sucede lo que JB expresa en este segundo artículo: "El invasor (cultura o ideológico) reduce a los seres humanos, del espacio invadido, a meros objetos de su acción. Es decir, los convierte en cosas disponibles y manipulables, en entes. El invasor establece relaciones autoritarias situando los polos de una relación política en posiciones rígidamente jerarquizadas (…) El primero actúa y tiene iniciativa, los segundos tienen la ilusión de que actúan a través de la mediación del primero" (Subrayado nuestro)
Las cenizas, antes de ser cenizas son brasas. No es muy alentador esto o tal vez sea muy pesimista, pero basta con observar hasta la complicidad que mantienen fuerzas del Gran Polo Patriótico, frente a este fenómeno. El colonialismo interno, el invasor y el invadido, no son fenómenos aislados. "La línea baja y abajo acatan", es una lamentable consecuencia de "la propaganda, las consignas, los "depósitos", los mitos, sus imágenes-fuerza y apelaciones tanto emocionales como morales". Estos instrumentos que usa el invasor, son sin lugar a dudas los recursos que permiten, al invasor, "persuadir a los invadidos de que deben ser objetos de su acción, de que deben ser presas dóciles de su conquista".
Este fenómeno no puedo observarlo y mirarlo separado del hiperliderazgo de Chávez que contribuyó con esta invasión y permite hoy, que este proceso continué a través de la invención de un Chávez a partir del otro Chávez que los tienen empaquetado como un producto.
El reto es complejo. Se trata de rescatar a Chávez de los dos secuestros. No es estricto orden un problema legal y si político. No es suficiente, que "La maravilla de nuestra nueva Constitución… no permite que se aliene el poder constituyente.". El asunto es también evaluar, cómo el hiperliderazgo de Chávez permitió y permite en nombre de Chávez, que esta alienación se produjera sin ruidos.
[i] Las cenizas de "nuevo Socialismo Bolivariano del siglo XXI"
https://www.aporrea.org/ideologia/a262139.html
[ii] Proceso Constituyente, Poder Originario y Revolución Democrática Hay brasas bajo las cenizas del Nuevo Socialismo Bolivariano?
https://www.aporrea.org/ideologia/a262431.html