Los programas de protección social organizados por el gobierno para amparar a la población trabajadora de la orfandad de productos medicinales inducida, provocada y programada por la barbarie del capitalismo, la misma, que pregona la "ayuda humanitaria" de los misiles, están colmados, esos esfuerzos gubernamentales, de buenas intenciones pero no están funcionando como dice la propaganda y proclama el Presidente Nicolás Maduro. Todas las comunidades humildes no reciben, como debe ser, la atención deseada por el gobierno.
En las comunidades populares donde suelo hacer trabajo cultural, político y social tenemos un Barrio Adentro con médicos cubanos sin tensiómetro, termómetro ni estetoscopio. En los CDI del Municipio no hay posibilidad de exámenes de laboratorio tales como glicemia, perfil 21 ni antígeno prostático y el 0800SaludYa brilla por su ausencia. Los operativos cumplidos por los médicos cubanos en los barrios para reportar las medicinas requeridas por los enfermos se han quedado sin respuesta. En todos los casos que conozco ninguna de ellas ha recibido las medicinas por el sistema 0800SaludYa. Estas personas necesitadas hicieron caso omiso de esta inconformidad y no dudaron en acudir el 20M a votar por Nicolás Maduro. Será simple fe en el porvenir o masoquismo, nadie lo sabe, pero la gente tiene la convicción de no haberle firmado un cheque en blanco a Maduro con su voto. También, como en todo el país, la mayoría de los electores en estas comunidades no concurrió al acto electoral.
La articulación política entre el gobierno y las comunas, consejos comunales y comunidades populares en general no existe. La comunicación sigue siendo a través de los medios de comunicación masiva, impersonal y virtual. Se ignora, se omite y solapa esa maravillosa organización masiva de cuadros que es la estructura social de CLAP la cual tiene la competencia del poder popular para la distribución de las medicinas mucho más apta y confiable que cualquier otra.
El gobierno está en la obligación de informar exactamente cuál es la situación con las medicinas. Si no se consiguen los medicamentos por causa del bloqueo imperialista y el acaparamiento capitalista hay que decirlo con claridad y si el Estado ha logrado adquirirlos, los mismos, deben ser distribuidos con prontitud y eficiencia socialista. Los socialistas tenemos que marcar la diferencia con los capitalistas por ser más eficientes, honestos, creíbles y humanos. Los capitalistas se mueven por el afán de lucro y los socialistas por el interés social. El capitalismo no tiene patria y el socialismo defiende la soberanía nacional contra la agresión imperialista.