Hoy me imagine que Maduro se levantó inspirado para contribuir a un cambio político, social y económico de envergadura. Se levantó inspirado para la Gran Política. Alguien le sopló unas frases de Gramsci.

Me imagine su disposición a ceder y ganar, a definir el poder como poder compartido (Carlos Matus dixit), como campo democrático donde ninguna fuerza puede aspirar al control y monopolio absoluto del poder, sin dañar a fondo la democracia.

También me imagine una oposición con lealtad constitucional, sin ambiciones ni sumisiones a aquella vieja idea del protectorado colonial. Sí, me imaginaba…

Me imagine a una oposición patriótica, capaz de llegar a un acuerdo patriótico, que levantara la bandera la Identificación Nacional, lo cual implicaba memoria, identidad y proyecto propio. Nada de guiones prefabricados por centros de poder extranjeros. Nada de corolarios Roosevelt ni caletres de Monroe.

Me imagine a Maduro como aquel Martin Luther King, diciendo: ¡Yo tengo un sueño!

Sentí por un momento que no sufría una "crisis de imaginación", es decir, que no me había quedado estéril de imaginación.

Por supuesto que la imaginación puede crear fábulas abismadas por su falta de sentido de realidad.

Sin embargo, pese a mi otra voz pesimistamente realista, deje volar a la imaginación.

Era aun de madrugada, donde los sueños y la conciencia de la vigilia se entremezclan de tal modo que allí me decía Shakespeare:

"Somos del mismo material con que se tejen los sueños, nuestra pequeña vida está rodeada de sueños."

El aullido del gato quería llevarme al principio de realidad, pero seguía soñando despierto. No sufría del insomnio ni del olor a ajo de Eligio Damas. Todavía me quedaba algo de melatonina en el cerebro.

Escuche claramente a Maduro cuando dijo que tenía un plan, y que esta vez sí había logrado una "fórmula perfecta" para la convivencia democrática, para recuperar una línea de acciones que nos llevarían "de verdad, verdad" al "Desarrollo humano integral y sustentable".

Casi que veía bajando de un avión en Maiquetía a Joseph Stiglitz, Amartya Sen y Martha Nussbaum. El asunto no era sólo de condiciones o potencialidades, sino además, poner en marcha capacidades colectivas, institucionales y personales.

Me quedé loco cuando Maduro dijo, que si él se convertía en un obstáculo para que Venezuela alcanzara una situación de paz, prosperidad, convivencia democrática y bienestar social, él se pondría de lado, que el país no era un asunto de ambiciones personales, sino de realizaciones colectivas.

Y de repente aparecieron unas láminas en la pantalla con letras gigantescas y una voz sugestiva que expresaban cosas que la gente palabreaba en medio de encuentros, reuniones y paradas de autobús.

Era el… ¡Plan Inmediato para afrontar la crisis del país!

La premisa fundamental era que una Venezuela unida podía sortear y neutralizar cualquier acción de internacionalización militar del conflicto político interno venezolano. Que si se nacionalizaba el diálogo, era posible sacar las manos de muchos intereses, así fueran de amigos o adversarios.

No lo podía creer. Habíamos sacado a las manos peludas de los "Perros de la guerra" del país.

Y comenzó la lectura del Plan:

I.- Acuerdo patriótico como resultado de ceder posturas extremas en las mesas de diálogo y negociación.

II.- Re-institucionalización democrática y cese del conflicto de poderes:

a) Reinstalación de la AN.

b) Reestructuración del CNE con base a acuerdos en la AN

c) Nuevas designaciones en Contraloría y Fiscalía General de la República

d) Revisión de las decisiones del TSJ y llamado a una profunda reestructuración del Sistema de Justicia.

e) Comisión de la reconciliación, justicia, DD.HH y verdad: la meta era el logro de la convivencia democrática en el país.

III. Programa de emergencia económica y social: políticas económicas y sociales integradas. La pobreza cero será realidad y no una promesa vacía.

a) Pacto por la prosperidad, el bienestar social y el desarrollo humano integral: prioridad inmediata a la alimentación, la salud, el salario justo y la seguridad social de los venezolanos y venezolanas.

b) Instalación del Consejo Económico Nacional: equipos de alto nivel en materia de formulación de políticas económicas y sociales integradas. Logro de consensos mínimos sobre fundamentos de política económica y social integradas.

c) Nuevo Gabinete de emergencia económica y social.

d) Programa coherente de estabilización macroeconómica.

e) Auditoria de la deuda externa.

f) Auditoria y reestructuración de la política del Arco Minero del Orinoco: suspensión inmediata, evaluación del impacto ambiental y medidas correctivas.

g) Auditoria de las divisas concedidas a particulares por el Estado para la recuperación económica. Correctivos.

h) Promoción del Modelo económico mixto con salarios justos, estabilidad en el empleo, junto a políticas de cohesión y solidaridad social.

i ) Trascender los dogmas del neoliberalismo salvaje y del socialismo burocrático de Estado, pues ambos generan penuria social. El foco es el desarrollo humano, integral y sustentable.

III.- Hacia la estabilización política y la consolidación de la democracia:

a) Referéndum consultivo para relegitimar todos los poderes y para asegurar la defensa irreductible de la soberanía nacional (Febrero 2020)

b) Camino más rápido: Elecciones Generales (Diciembre 2020)

c) Referéndum sobre nuevo Proyecto Constitucional: cese de funciones de la ANC. Tema a ser abordado con urgencia inmediata.

d) Fortalecimiento del Rol Constitucional e institucional de las Fuerzas Armadas en la seguridad y defensa integral del Estado nacional. Máxima Lealtad Constitucional.

IV:- Acuerdo para el cese inmediato de las sanciones internacionales y de aquellas medidas que han afectado las condiciones de vida del pueblo, así como de la afectación de los recursos patrimoniales del Estado Venezolano.

Punto único: Fondo de ayuda económica, social y técnica para Venezuela de la ONU, dados los daños causados a la sociedad Venezolana

Aplicación inmediata de la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas exigiendo el respeto a los resultados de la nacionalización del diálogo y el "Acuerdo Patriótico" para Venezuela.

Maduro se había levantado inspirado. Por un momento pensé que era verdad.

Me quede rascándome la cabeza.

¿Me había quedado dormido en mi propio auto-engaño?

Como me decía mi vecino Mario ayer, cuando le di el aventón hacia su refugio en aquella denominada burocráticamente como "zona de silencio" y… canto de guacharacas:

"Tengo cuatro semanas sin que me llegue agua.

Catire: ¡A los pobres sólo nos queda tener FÉ!"