Las alternativas siempre deben representar posibilidad de elegir, no es una alternativa aquella que no deja opción, que te lleva a una encrucijada, todo o nada, bueno o malo, rojo o blanco, "guatemala o guatepeor", cualquiera de estos escenarios resulta en una trampa lingüística, que presenta una especie de callejón sin salida, en el cual los "aventajados" tienen la última palabra.
Son tantas las características que debe poseer una propuesta política para convertirse en alternativa; que debe dar respuestas al razonamiento colectivo y cotidiano sobre asuntos sensibles, delicados o estratégicos, debe presentarse sin vestigios de ataduras al entramado de relaciones existente, poseer propuestas para los ámbitos inmediatamente complicados, que representan la base contradictoria con lo establecido, en lo particular, aspiramos que pongan sobre la mesa, la forma como se van a enfrentar fenómenos provocados por la mala administración o decisiones erradas, que han traído como consecuencia la devaluación progresiva de las condiciones de vida básicas del venezolano. Por ejemplo:
La violación flagrante de la constitución en lo referido al modelo socioeconómico de la República Bolivariana de Venezuela, es clara tendencia a restaurar a sangre y fuego la lógica del capital, la quiebra de la industria petrolera, la persecución a la disidencia política y a la libertad de expresión, la sustitución del debate por la imposición de criterios e intereses de una minoría que se autodefine como vanguardia, el secuestro de los fundamentos de un proyecto liberador, tergiversado en pantomima política, y el descaro con que se incluyen en el gobierno los factores enemigos de la clase obrera, son señales inequívocas del rumbo que ha tomado el manejo de la nueva crisis que sufre el modelo capitalista.
Sabemos muy bien las consecuencias de meter el freno a los procesos en marcha en Venezuela, la estructura del estado al servicio de intereses inconfesables, hace uso de la fuerza, para revertir los resultados de la aplicación de la ley de tierras y el combate al latifundio, los acuerdos con sectores económicos capitalistas, quiebran la oportunidad histórica de lograr la soberanía alimentaria, el deterioro programado de los servicios públicos, sirve la mesa para las intenciones privatizadoras de sectores, que han tomado por asalto el proyecto de construir una sociedad justa y amante de la paz, acciones que desnudan a la clase dirigente en su incapacidad de trascender al sistema; y dar cuerpo a un modelo popular, participativo y protagónico.
En medio de esa realidad, nos vemos obligados a redoblar los esfuerzos para impedir que lo avanzado, se convierta en desesperanza, el amargo sabor de las luchas sin frutos, no corresponde a los sacrificios del pueblo venezolano por alcanzar las condiciones para su definitiva liberación, hoy entendemos que; la utopía será posible en la medida que logremos superar las limitaciones impuestas por el modelo capitalista y sus cancerberos.
Siendo así; la crisis sistémica que se presenta con relación a nuestro país y su vinculación al sistema, está siendo atendida con las premisas de salvar la estructura dominante, obviando los esfuerzos y sacrificios que implican los procesos sociales de resistencia y la lucha de clases, quienes dirigen la economía venezolana, apenas se acercan al keynesianismo, para intentar darle rostro humano al capitalismo, humanizan la esclavitud, humanizan la explotación; y normalizan la destrucción del ambiente con el fin de obtener recursos que les permitan "surfear" las crisis, ha sido así desde un principio y no creemos que las ideas de un modelo alternativo, sobrevivan en un escenario donde la actitud de los sujetos responden exclusivamente al código que le ha impuesto el modelo, entender el progreso como niveles de consumo, entender la calidad de vida como la propiedad de bienes materiales, y la acumulación como proceso de enriquecimiento.
Comprender su metabolismo, nos llevará a igualar las condiciones para luchar contra el capitalismo, estudiar su esencia nos dará las armas para superar sus contradicciones, la tarea más grande es hacer entender a la humanidad entera, que un sistema caótico en su estructura, no ofrece posibilidad de combatir los males que genera, en cada crisis produce miseria, pobreza y enfermedades que no pueden ser atendidas en su perspectiva de ganancias y privilegiados. Separados en pobres y ricos, por su propia naturaleza; generara las contradicciones que constantemente producirán rebeliones que mantenga la aspiración universal de condiciones favorables para el género humano
Falta establecer si la escasez es programada o es producto del agotamiento del modelo económico, pues Venezuela posee las reservas probadas de petróleo más grandes del mundo, factor que hace dudar de las cifras oficiales; si se contrasta con la situación económica que vive el país y la calificación otorgada por organismos encargados de "rankear" las economías, según los parámetros impuestos por la hegemonía imperial, que se vale de mecanismos para "hacer chillar" las economías de los países que no responden a sus designios, las sanciones y controles, las medidas coercitivas y la amenaza del uso de la fuerza, devela la relación dependiente de la economía y la falsa soberanía, sobre la que se sostiene un discurso cuasi revolucionario, en el cual; la incapacidad para echar bases de un modelo alternativo al capitalismo, tiene gobiernos y pueblos, dispuestos siempre a negociar mejores condiciones para la redistribución de la renta, y esto es considerado como buen desempeño económico y crecimiento.
Con toda seguridad, todos los análisis dirigirán sus enfoques hacia las dos condiciones que marcan a la economía venezolana, "dependencia y rentismo", como resultado del papel que le ha asignado la dinámica capitalista mundial, en la que los centros de poder económico, dirigen sus estrategias para garantizar la explotación irracional de recursos y la promoción de condiciones de subalternidad frente a los países "desarrollados", con su consecuente clasificación de "tercer mundo" a quienes no equiparan sus aparatos económicos con lo previsto por organismos multilaterales, (FMI, BM. OMC, y otros), desde esa perspectiva, el atraso programado de las economías de America Latina, garantiza la extracción, la renta y la reproducción de la lógica económica que niega la vida, y da preponderancia a la destrucción del hábitat con el objetivo de la ganancia a cualquier precio.
Para ser alternativa debemos romper con la subordinación política y ser diferentes, no en colores y símbolos; sino en la forma de reconocer e interpretar la realidad, profundizar los mecanismos de participación hasta desplazar la negación que representa el modelo burocrático burgués, que, en su práctica política impone la racionalidad de la ganancia como base de sus relaciones, ese modelo; frente a las dificultades opta por conciliar negociar o pactar con el enemigo histórico y se apropia de instancias de poder para el usufructo personal y familiar. La rendición de cuentas como principio constitucional, debe acompañar toda propuesta que se pretenda alternativa, transparencia en la función pública, liderazgos comprometidos, iniciativas claras, con miras a combatir los vicios de la representatividad política y consolidar el protagonismo asambleario como esencia en la toma de decisiones.
Recuerden mis estimados camaradas, superar la dependencia y el subdesarrollo, también implica la necesidad de superar modelos políticos heredados de la colonia, el caudillismo, la patota, el gendarme y el "toero político", son nefasta herencia que aflora en cada coyuntura, someter al escrutinio público nuestras actividades políticas, notariar las ofertas electorales y convertirlas en compromiso jurídico, sería un primer paso para ser alternativa, de lo contrario no pasaremos de ser "el mismo musiu con diferente cachimbo", si apostamos por la coyuntura electoral y se nos quedan las aspiraciones en conformar un "bloquecito burocrático", perderemos la oportunidad histórica de recomponer el rumbo, de un proceso que tiene entre sus objetivos más relevantes la refundación de la república, y lo que no hizo Bolívar, continuara sin hacerse, quien sabe por cuánto más.