En este alboroto de la Guerra Económica creada por la gente del Norte y por los agentes tarifados del Departamento de Estado en nuestro país, se me ocurrió exponer unas ideas quizá sirvan para nuestros militantes, digamos como panacea o antídoto a tanto veneno emanado por las víboras opositoras.

Hermanos de causa, los que creemos en este proyecto es la autoconfianza que es algo muy, pero muy complicado. Es muy fácil depender de los demás para sentirse bien con uno mismo cuando en realidad solo debe depender de ti. La buena noticia es que somos el capitán del barco de la autoconfianza y estamos listos para surcar los mares de ese lodazal que nos han sumergidos y salir a flote.

Por ello he dado por escrito estas razones que podamos disfrutar de ellas y ponerlas en práctica, si pensamos y no hacemos de que vale tanto esfuerzo mental. Disfrute y analice estos principios.

La mente del hombre puede lograr cualquier cosa que conciba y cualquier cosa en la que crea

Los pensamientos son muy poderosos cuando se mezclan con un propósito específico y con un verdadero deseo de transformación en riquezas o cualquier otro objeto material. Existen principios demostrados para hacerlo.

Uno de esos principios es la necesidad de superar el hábito de renunciar o rendirse cuando es asaltado por una derrota temporal. Antes de que el éxito llegue a la vida de cualquier persona, es seguro que una derrota temporal o la sensación de fracaso se presenten. A menudo, el éxito viene justo después de la llegada de esa derrota temporal; todo lo que debe hacer es resistir y esperar pacientemente.

Una buena idea es todo lo que se necesita para alcanzar el éxito. Esa idea, con seguridad, está en su mente. Cuando la riqueza llegue, lo hará en tan poco tiempo y de forma tan abundante que usted se preguntará dónde se había ocultado esa idea durante tanto tiempo.

La riqueza empieza con un estado mental y con un propósito bien definido y muy poco esfuerzo.

Una de las principales debilidades de la humanidad es su familiaridad con la palabra "imposible"; conocemos todas las reglas que no funcionan y todo aquello que no se puede hacer.

El éxito le llega a todos los que lo concientizan y a aquellos que se obsesionan con éste. El fracaso le llega a todos aquellos que se permiten a sí mismos hacer del fracaso algo consciente.

Otra debilidad común es el hábito de medir todo y a todos por nuestra propia experiencia; podemos creer erróneamente que nuestras propias limitaciones son la medida exacta de las limitaciones de las demás personas. Cada persona es el amo de su propio destino, ya que cada quien tiene el poder de controlar lo que piensa al respecto.

El conocimiento especializado es una de las claves para amasar una fortuna. La aplicación inteligente del conocimiento especializado es la manera más frecuente de crear riqueza.

El conocimiento puede ser general o específico; el conocimiento general es de poco uso al tratar de acumular dinero; la generación de una gran fortuna proviene de la organización o del uso del conocimiento especializado.

El conocimiento es poder en potencia; sólo se convierte en poder cuando es organizado en planes de acción, dirigidos a fines específicos.

La palabra "educar" significa deducir o desarrollar desde adentro. Un hombre educado no necesariamente tiene abundante conocimiento general o específico; es aquel que ha desarrollado las facultades mentales que le permiten adquirir todo lo que desea, sin violar los derechos de los demás.

Un hombre educado sabe dónde obtener el conocimiento cuando lo necesita y sobre todo, cómo organizarlo en un plan de acción. Para transformar el deseo a su equivalente monetario, necesita de conocimiento especializado sobre el servicio, mercancía o profesión que intenta ofrecer a cambio.

La acumulación requiere de poder; el poder es adquirido sólo a través de un conocimiento organizado, dirigido y altamente especializado.

Los hombres exitosos nunca paran de adquirir conocimiento especializado sobre su principal propósito, negocio o profesión. Tanto el éxito como el fracaso son resultados del hábito.

Cada cerebro humano es capaz de captar vibraciones de pensamientos enviados por otros cerebros.

El subconsciente, es el lado transmisor del cerebro; la imaginación creativa es el lado receptor. La autosugestión es el medio por el que usted opera el lado transmisor de su cerebro.

Todos estamos controlados por fuerzas intangibles que no pueden ser vistas. Por ejemplo, nadie ha visto la gravedad o la fuerza detrás de las olas del mar; sin embargo, todos estamos bajo la influencia de estas fuerzas invisibles; el poder de la mente es similar.

Se ha determinado que cada cerebro humano tiene entre 10.000 y 14.000 millones de células nerviosas y hay 1.000.000.000 millones de líneas que conectan a las células del cerebro entre sí. No es imposible que al menos algunas de estas líneas y células puedan tener el único propósito de comunicarse con otras mentes o fuerzas intangibles.

La imaginación es el taller de la mente, en donde se construyen los planes. Cualquier impulso o deseo empieza a tomar forma y a crearse a través de la facultad imaginativa de la mente. El hombre puede crear cualquier cosa que sea capaz de imaginar. Las dos formas de imaginación son:

1. Artificial: no crea nada nuevo, pero organiza los conceptos, ideas o planes en nuevos tipos de combinaciones.

2. Creativa: a través de premoniciones e inspiraciones, la mente se vuelve acorde al subconsciente de otras personas. La mayoría de los grandes líderes se engrandecen a través del desarrollo de sus imaginaciones creativas. Para desarrollar este tipo de imaginación, piense acerca de estos principios:

1. Las facultades creativas se vuelven más alertas mediante la puesta en práctica frecuente de ellas.

2. Magnifique un propósito concreto, mediante el deseo de transformar el deseo en realidad.

3. Visualícese en posesión de su meta; piense cuidadosa y plenamente acerca de todos los beneficios individuales que disfrutará.

4. Recuerde que las ideas pueden ser transformadas en dinero, a través del poder del propósito concreto y los planes específicos.

5. No existe un precio estándar para las ideas; el creador de una idea fija su propio precio, y si es listo, obtiene justo lo que quiere.

6. La historia de casi toda gran fortuna comenzó el día en que un creador de ideas y un vendedor de ideas se unieron y decidieron trabajar juntos al unísono hacia una meta común.

7. Cuando una idea nace, debe ser impulsada y alimentada para que permanezca viva. Pronto, esta idea comienza a tomar su propio poder y supera toda oposición.

8. Las ideas son fuerzas tangibles; tienen más poder que el cerebro físico que las creó. Incluso son inmortales – tienen la habilidad de vivir mucho después de la muerte de la persona que las creó originalmente-.

La desidia – la falta de una decisión firme que lo cosa nata del opositor – es un enemigo común que cada persona exitosa debe vencer. Las personas exitosas tienen el hábito de tomar decisiones rápido, eficientemente y de ser necesario, cambiar aquellas decisiones que no son productivas.

La mayoría de las personas que fracasan en acumular suficiente dinero para cubrir sus necesidades, son generalmente fácilmente influenciadas por las opiniones de los demás. Si usted es así, no tendrá deseos propios; usted tiene un cerebro y una mente que debería utilizar para tomar decisiones.

Aquellos que hablan demasiado, casi siempre hacen muy poco; la sabiduría genuina usualmente se demuestra a través de la modestia y el silencio. Cuando usted abre la boca en presencia de otra persona inteligentes, está revelando sus planes y propósitos; esto le puede traer como consecuencia que los demás utilicen sus planes y lo pongan en práctica, dejándolo fuera de juego. Una regla general es informar al mundo lo que intenta hacer haciéndolo.

Y por último es tomar decisiones en firme que requieren de valentía. Es posible que tenga que sacrificar cosas importantes al hacerlo.