Naomi Klein: "Esta forma fundamentalista del capitalismo siempre ha necesitado de catástrofes para avanzar. Sin duda las crisis y las situaciones de desastre eran cada vez mayores y más traumáticas, pero lo que sucedía en Irak y Nueva Orleans no era una invención nueva, derivada de lo sucedido el 11 de septiembre. En verdad, estos audaces experimentos en el campo de la gestión y aprovechamiento de las situaciones de crisis eran el punto culminante de tres décadas de firme seguimiento de la doctrina del shock".
Con el socialismo todavía muy asociado con las décadas de brutalidades cometidas en su nombre, la ira pública tiene pocas vías de escape que no pasen por el nacionalismo y el protofascismo. Los incidentes de violencia étnica suben un 30% cada año y se denunciaban casi a diario. Las autoridades son plenamente conscientes de que su política social y económica no está consiguiendo ofrecer condiciones de vida aceptables a la mayoría de la población. Y, sin embargo, todos los fracasos en ese sentido son supuestamente debidos a la presencia de otras personas cuya religión, color de piel o herencia étnica no es la correcta.
El sucio secreto de la era neoliberal es que estas ideas jamás fueron derrotadas en el campo de batalla de las ideas ni tampoco fueron abandonadas por los ciudadanos en las elecciones. Fueron expulsadas a base de shocks aplicados en momentos políticos clave. Cuando la resistencia fue numantina, fueron derrotadas mediante el uso de la violencia: aplastadas por los tanques de Pinochet, Yeltsin y Deng Xiaoping. En otras ocasiones simplemente fueron traicionadas a través de lo que John Williamson denominó la "política vudú"; como hizo el presidente boliviano Víctor Paz Estenssoro con el equipo secreto de economistas al que recurrió después de las elecciones (y el secuestro generalizado de líderes sindicalistas); el abandono en reuniones a puerta cerrada del Freedom Charter a favor del plan económico secreto de Thabo Mbeki; o los exhaustos afiliados de Solidaridad rindiéndose ante la terapia de shocks económicos después de las elecciones a cambio de una vía de salida. Precisamente porque el sueño de igualdad económica es muy popular y, por tanto, muy difícil de derrotar en una lucha justa, es por lo que se adoptó en un principio la doctrina del shock.
Washington siempre ha considerado que el socialismo democrático es una amenaza mucho mayor que el comunismo totalitario, al que era sencillo demonizar y caracterizar como el gran enemigo. En los años sesenta y setenta la táctica preferida para lidiar con la inoportuna popularidad del desarrollismo y el socialismo democrático que tratar de equipararlos con el estalinismo, desdibujando deliberadamente las clarísimas diferencias entre la forma de ver el mundo de ambas tendencias (hoy se utiliza una táctica similar al equiparar todo tipo de oposición con el terrorismo). Un ejemplo diáfano de esta estrategia se encuentra en los primeros días de la cruzada de Chicago, enterrado en la información desclasificada sobre Chile. A pesar de la campaña de propaganda financiada por la CIA para pintar a Allende como un dictador al estilo soviético, lo que de verdad preocupaba a Washington sobre la victoria de Allende en las elecciones lo expuso Henry Kissinger en un memorando a Nixon: "El ejemplo de un gobierno marxista democráticamente elegido y que consigue éxitos en Chile con toda certeza tendrá un gran impacto —y servirá de precedente— sobre otras partes del mundo, especialmente en Italia; la expansión por imitación de fenómenos similares por todo el mundo afectará significativamente al equilibrio mundial y a nuestra propia posición en él. En otras palabras, había que eliminar a Allende antes de que se propagara su tercera vía democrática.
El sueño que él representaba nunca fue derrotado. Fue, como dijo Walsh, temporalmente silenciado, obligado a esconderse bajo tierra por miedo. Por eso ahora, cuando Nuestramerica emerge de sus décadas de shocks, las viejas ideas vuelven a salir a la superficie, junto con la "expansión por imitación" que tanto temía Kissinger.
¡La Lucha sigue!