Maduro Moros y el poder popular en empatía

Uno de los recurrentes análisis sociológicos que inquietan a la intelectualidad política es descifrar el significado de la relación entre el líder y las masas; Ortega y Gasset, Elías Canetti, Nicolo Maquiavelo analizaron, reflexionaron y describieron la relación entre el líder y las masas.

En ese mismo contexto, deberíamos diferenciar los análisis producidos desde la sociología de aquellos que proceden de los procesos históricos porque los historiadores nos debemos al análisis dialéctico de los "hechos históricos" que nos podrán alimentar en nuestros propios acercamientos al tema en cuestión. En ese orden de ideas, cuando nos acercamos a personajes históricos como, por ejemplo, Adolf Hitler, observando los documentales, podemos y debemos percibir teniendo que aceptar que aquellas masas germánicas, en su gran mayoría, en aquellas realidades aceptaban aquel liderazgo de aquel líder cual se transformaría en un verdadero "ser anti-natura". Se dice que en el inconsciente colectivo germánico la teología femenina está presente produciendo las razones y comportamientos hacia aquella adicción del "elegido". En ese mismo orden, se considera que similar realidad se encuentra presente el pueblo nipón.

Asumamos otro ejemplo histórico en la figura de Mao Zedong. ¿Qué vieron las masas chinas en el "Gran Timonel"? Mao Zedong era un hombre de provincia-Hunan-, inquieto intelectual, un anarquista político, quien a sus 18 años había escrito tres (3) textos políticos en propuesta de reforma estructural-administrativa en la gobernanza para su provincia natal; se acercó a la universidad en Beijing donde se dedicara a estudiar, en profundidad, a la Historia de China mientras, al tiempo, militaba en los primeros movimientos proto-marxista-leninistas que comenzaban a conocerse en China a través de la prensa escrita china como también publicada en la inglesa, francesa y alemana.

A través de esa perseverante disciplina iría penetrando en el "alma del pueblo chino" pudiendo comprender, entre otras realidades del pasado, el profundo significado histórico de la rebelión sino-cristiana de la rebelión de los Taiping. De aquellas lecturas históricas extraería dos conclusiones: la importancia histórica del campesinado en las recurrentes revueltas campesinas que se sucedieron en China cuales provocaron sustituciones de diferentes dinastías cuando habían perdido "los favores del Cielo". La segunda conclusión se centraron en las consecuencias de los procesos socio-históricos y económicos por efectos de la praxis contenidas en los "Tratados y Acuerdos Desiguales" .

Esas realidades históricas tuvieron un muy importante efecto en la sociedad china campesina y urbana.

En ese mismo orden de ideas, es demostrable la influencia y el impacto de la Revolución Bolchevique en su conceptualización de "gobierno de los obreros y campesinos"; éste efecto impactó en los sectores nacionalistas del pueblo chino.

Ese cuadro histórico adicionando el fracaso del Primer Frente Unido por las contradicciones de clase tanto en el seno del Guomindang como del Partido Comunista Chino impactarán en el pensamientos de Mao Zedong, en sus reflexiones sobre cuáles eran los sectores sociales que pudieran adscribirse a un proceso revolucionario de corte nacionalista como de las izquierdas que permitiera rescatar la "dignidad del pueblo de China", que llevarán a la unificación de ese inmenso país bajo un aspirado régimen social-histórico y socialista, cuyas masas se adscribieran a un necesario e inevitable "proyecto nacional" que permitiera poder dar el "salto adelante" desde la tradición histórica de los gobiernos de las "dinastías" hacia un gobierno moderno cuasi-occidentalizado en sus estructuras socio-económicas y políticas que condujera hacia su profunda incorporación en las realidades internacionales expresadas en aquel siglo XX.

En la praxis política impulsada por Mao Zedong lo llevó a comprender el fracaso del putch del "Levantamiento de la Cosecha de Otoño"; el fracaso del levantamiento de la "Comuna de Cantón"; comprendió el "espíritu anarquista" de los "coolies"; como los comportamientos de la "pequeña burguesía"; entendió como reaccionaban las derechas tanto las nacionales como las internacionales imperialistas presentes en territorio chino; pudo captar las confrontaciones internas que se desarrollaba en el seno del Partido Comunista Chino; concluyó que para alcanzar la aspirada "revolución china" tenía que aceptar todo lo descrito más arriba aceptando que el liderazgo tendría que evolucionar con el trabajo cotidiano tanto como el permanente contacto con las masas campesinas.

Es evidente que al comparar a ambos liderazgos -Hitler y Mao Zedong- en sus relaciones con sus pueblos, las conclusiones son obvias, profundas y demostrables que no merecerían mayores explicaciones; ello no obsta para reconocer que tanto el "monstruo de Berlín" como el "GranTimonel" mantenían una relación profunda "líder-masa" que se debería aceptar en nuestros estudios en el entendido de las evidentes diferencias.

La inquietud de ¿cómo deberíamos analizar la relación "líder-masa" sobre la base de los necesarios y aspirados "cambios profundos revolucionarios"?

En Venezuela se están expresando dos realidades políticas perfectamente definibles: aquellos sectores socio-políticos que hemos calificado como de derechas; y, aquellos ubicados en sectores populares de izquierdas.

Las derechas ¿siempre han sido de derechas de centro? ¿La "pequeña burguesía" las podemos calificar de derechas? ¿Son de derechas aquellos sectores sociales quienes cuando alcanzan la "solución habitacional" su conciencia se torna capitalista y de derechas? ¿Será que aún no hemos profundizado en las conciencias de esos sectores a quienes suponemos de pertenecer a las conciencias revolucionarias?

Las derechas anti-nacionalistas no tienen un líder en el estricto sentido del concepto; es decir, no se ha manifestado un liderazgo que pudiera producir una relación de "líder-masa" como la que Chávez con el Poder Popular, como también la evidente y profunda unidad de Nicolás Maduro Moros con el pueblo revolucionario y nacionalista.

Esta ecuación no está presente en el proyecto de las derechas y, por lo tanto, la solución real para esas derechas sería el poder lograr "romper", en las circunstancias en curso, esa relación del "líder-masa" que se presenta entre el pueblo revolucionario con Nicolás Maduro Moros.

UNIDAD, LUCHA, BATALLA, VICTORIA.

 



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Miguel Ángel Del Pozo


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