Al igual que los restantes elementos constituyentes del universo, la sociedad hereda el perenne dinamismo que le imprime la cíclica oscilación de sus signos vitales dentro de un rango en cuyos extremos se localizan los factores opuestos y complementarios cuya omnipresencia sirve de insignia a la totalidad universal.
Ahora bien, si aunamos el cumplimiento del mandamiento del enfoque sistémico o de campo unificado según el cual, para lograr la aprehensión del sistema social, se hace indispensable concentrar la atención en el proceso estructurante que en su seno se desenvuelve, con la aplicación de la máxima que asigna el carácter fundamentalmente principista del devenir histórico a través del cual se substituirá el capitalismo por el socialismo, resulta la siguiente afirmación: la sociedad, una vez agotada su convivencia interdependiente en el seno de la madre naturaleza, inicia su devenir histórico en una primera fase caracterizada por un proceso social tutelado por la dinastía de la familia de principios en cuyo seno anidan la dependencia, la generalización, la descentralización, la desconcentración, la diacronización, la diversificación y la minimización. En la fase final de su etapa inferior dicha regencia pasa a ser ocupada por el reinado de la estirpe de prescripciones opuestas y complementarias en cuyo regazo arraigan la independencia, la centralización, la concentración, la sincronización, la uniformización y la maximización que llegan a su máxima expresión en la sociedad capitalista y en cuya fase imperialista adquiere un carácter totalitario.
En aras de cumplir el precepto universal que le asigna un carácter cíclico al devenir histórico de la humanidad, el Socialismo del Siglo XXI, como la etapa superior de éste, deberá necesariamente lograr, como propósito fundamental, el mandato de la dinastía principista cuyos miembros son la interdependencia o transdependencia, la transgeneralización, la transdescentralización, la transdesconcentración, la transdiacronización, la transdiversificación y la transminimización que cierran el ciclo dialéctico tesis-antítesis-síntesis. En consecuencia, el prefijo trans denota la combinación del principio a quien antecede con su opuesto complementario, en una proporción tal que garantice el equilibrio dinámico de la sociedad en las diversas coyunturas que hagan presencia a todo lo largo y ancho del proceso de establecimiento y práctica del Socialismo del Siglo XXI.
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