En Venezuela se está desarrollando un proceso político-sistémico de características socialista con características venezolanas, es decir, sustentando ese proceso en la Historia, la Cultura y el self venezolano con sus propias características antropológicas junto con las incorporaciones de migraciones externas procedentes de diversos continentes con sus propias características de origen.

Cuando nos acercamos a los procesos históricos podríamos estamentar las diferentes sociedades en sus propios tiempos de evolución como en sus procesos de conjunción con otras sociedades presentes logrando alcanzar una identidad con su propio serf de características propias venezolanas. Ello nos lleva a una sociedad propia de características particulares que inciden, directamente, en el “venezolano de hoy”. En consideración nos obliga a reflexionar sobre el diálogo dialéctico entre la sociedad de características venezolanas con las bases conceptuales referidas al socialismo que obligan, per se, a tratar de alcanzar un grado de unidad revolucionaria que nos permita desarrollar el propio proceso revolucionario bolivariano-chavista hasta poder lograr las “propias características del socialismo venezolano”.

Lo inmediato anterior nos lleva a “un salto desde el tintero” hacia poder inquirirnos una serie de inquietudes ante los propios procesos revolucionario-históricos de la Independencia. Ello a su vez nos lleva a la más básica pregunta cuyo contenido se explica por sí mismo como sería preguntarnos cómo se desarrollaron en las reflexiones de los protagonistas, las preguntas y en sus praxis sobre cómo alcanzar la Independencia en toda la extensión de su desarrollo revolucionario. 

El resultado triunfador se contrasta con los dramas personales de algunos protagonistas incomprensibles per se cómo de referencia a los “últimos días del Libertador, Simón Bolívar”. Ello en sí mismo permeó en el inconsciente colectivo de la sociedad y el pueblo con sus propios desarrollos socio-histórico-culturales a su vez contradictorios cuales se irían manifestando a lo largo de los tiempos históricos posteriores hasta, en nuestro criterio, llegar a la personalidad de Hugo Rafael Chávez Frías. 

Sí nos proponemos estamentar lo precedente-histórico, lo cual es posible, podríamos percibir tres procesos-históricos cuasi definidos en sus propias características, a saber. El primer momento histórico sería el proceso político-proto-ideológico durante el siglo XIX. Sería el segundo momento junto con el “Interregno venezolano del gomecismo”, el cual sería el de las aspiraciones de una gobernanza seudo-democrática para el lograr alcanzar el inicio de un proceso revolucionario sustentado en aquellas referencias llamadas más arriba de un proceso revolucionario de corte bolivariano y, posteriormente, chavista. Proceso dramático en todo su significado.

El periodo de la democracia representativa es sumamente interesante y en particular en su desarrollo con sus diferentes sub-etapas político-ideológicas con una expresión de “confrontación militar” en sus diferentes momentos cuando “lo militar” se enfrentó a “lo civil” como cuando las ideologías se enfrentaron militarmente durante las décadas de los años 60, 70 y 80.

En ese orden de ideas, sí aceptamos que durante el periodo de la “democracia representativa” es históricamente demostrable que se presentaron tres sub-periodos, a saber: el “periodo romulero” por demás muy interesante cuando consideramos su “unidad-lineal” con aquel proceso que empezaría en febrero de 1928 con un “turn-out” en 1935 cual se desarrolló dentro de una ideología liberal-democrática a definición de Rómulo Betancourt adicionado, en su gesta, por la “Revolución de Octubre” y el denominado “23 de enero” que es cuando Betancourt introduce el “frente nacional demócrata-liberal” junto con Rafael Caldera Rodríguez. Una segunda etapa con la “devaluación del bolívar” y el enfrentamiento entre “liberales social-cristianos” y la decadencia de Acción Democrática hasta, prácticamente, el “Caracazo” hecho histórico que se convirtió en catalizador de la “crisis institucional del liberalismo democrático” lo que significó la “muerte política del betancourismo”. 

Lo anterior-histórico se vio alterado en conmoción cuando las “huestes fidelistas” entraron en escena hasta su “pacificación y el exilio”, hecho histórico de digno estudio académico en función de lo significado del “Frente” lo que obligó al sector a la “reflexión suiza”.

En ese desarrollo político-ideológico la aparición del MAS, por demás necesaria, obligaría a las huestes políticas de la democracia representativa a tomar los derroteros alemán-chilenos lo que le permitiría a las derechas continentales alcanzar ciertos triunfos en México, países centroamericanos y algunos países latinoamericanos.

En última instancia el “Alzamiento del 4 de febrero” logra implosionar a la democracia-liberal cuando el segundo gobierno de Rafael Caldera se vio en la necesidad de negociar con el “chiripero”.

¿Cómo se conformaría el proceso revolucionario venezolano en el “post-exilio”, cómo también se preguntaban cuándo entraría en escena “lo militar” en el proceso revolucionario?

Lo segundo no es un misterio, dicho en otras frases, la crisis institucional, estructural y lo correspondiente a las bases fundamentales de la “razón de ser de lo militar” era vox populi. Es decir, cuasi inmediatamente que el Comandante Hugo Chávez es elegido por la sociedad y el pueblo venezolano, “lo militar” se activó en la urgencia del caso en considerando las obvias como objetivas contradicciones del caso; mientras el proceso político-super-estructural comenzaría su propio proceso con la “Nueva Asamblea”, es decir, el llamado a la “Constituyente” y subsiguientes. 

El “Periodo de las Confrontaciones Directas” inmediatamente entró en su fase activa tanto durante el “periodo Chávez” como el transcurrir continuo de la Presidencia de Nicolás Maduro Moros. 

¿Cómo podríamos conceptualizar lo que podríamos definir como el “Periodo del Fracaso de las Derechas” en el marco referente de la Presidencia de Maduro Moros?

Es demostrable que las derechas-radicales y extremas venezolanas y extranjeras se encuentran involucradas en la “Reforma”. Ante ello, el movimiento político-militar social venezolano se encuentra en el “periodo de la consolidación” de la Revolución Bolivariana y Chavista que tendrá “un más allá” el “28 de julio, 2024” con el triunfo y reelección de Nicolás Maduro Moros como Presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela.

UNIDAD, LUCHA, BATALLA, VICTORIA.

Notas: 

1   Consideramos que no sería de toda objetividad comparar los procesos revolucionarios americanos en lo característico del proceso revolucionario venezolano. Una referencia interesante sería el propio proceso independentista en sus paradigmáticas características.