Brutal acoso policial contra la juventud de los sectores populares: otro punto en común de todos los candidatos

Quienes en estas elecciones se disputan el gobierno del país, llámese Maduro, Edmundo González (María Corina) y todos los demás, comparten un conjunto de posiciones que no son precisamente los intereses de la juventud de los sectores populares. La represión en los barrios, como política de control social y amedrentamiento, cuando no asesinatos, es una política que ejecuta el gobierno de Maduro, pero que no la cuestionan ni le dan importancia al problema ninguno de los candidatos opositores. Por eso decimos que no nos representan.

La juventud trabajadora y empobrecida de nuestro país no solo tiene que padecer las brutales imposiciones del capital privado y el conjunto de los patronos, de jornadas laborales extenuantes sin estabilidad laboral, sin derechos, sin derecho a sindicalizarse, unas condiciones que le impiden trabajar y estudiar, que les imponen como destino solo someterse a la disciplina de generar ganancias para los patronos, sino además padecen una brutal represión de clase que se les descarga con las acciones y los operativos de los distintos cuerpos represivos que se ceban contra las zonas donde vive la juventud trabajadora y los sectores pobres.

La brutal crisis que el gobierno y los empresarios descargaron y siguen descargando sin piedad sobre el pueblo, ha dejado sin futuro a la juventud. Poniéndolos en una encerrona donde las opciones que nos ofrecen son: la emigración forzada ante las inaguantables condiciones de vida; la precarización laboral con trabajos con salarios de hambre y sin ninguna estabilidad ni derechos; la decadencia de los liceos y universidades públicas con presupuestos totalmente miserables que ahora quieren arancelarlas para impedir el ingreso de los pobres; o una vida precaria y sometidos a múltiples tipos de violencia.

 

 

Son constantes, diarias y brutales las prácticas de amedrentamiento, extorsión, maltratos, robos, incluso ejecuciones, de los jóvenes de nuestro país parte de los cuerpos represivos, tal como aconteció recientemente con el asesinato del joven Eleazar Enrique Fuentes de 17 años en un barrio de Antímano. Es una política brutal, de clase, porque va dirigida contra un sector específico de la sociedad: va dirigida contra jóvenes solamente por el hecho de ser pobres y vivir en zonas populares.

 

 

Es allí donde va a descargarse todo el peso de la brutalidad policial del Estado capitalista venezolano, mostrando la contundente discriminación y el carácter de clase de las políticas "de seguridad". Esas prácticas de la sociedad burguesa contra los habitantes de los sectores populares, que no son nada nuevas en el país, y que continuaron con los gobiernos de Chávez, a pesar de la supuesta "revolución", se han profundizado a niveles extremos bajo los gobiernos de Maduro.

Pero esta política y práctica que ejecuta Maduro cuenta con el aval implícito de todos los candidatos opositores patronales, porque ninguno, ni por equivocación, ni por asomo, cuestionan estas políticas. Ninguno presta la más mínima atención a eso, porque de gobernar, con toda seguridad harían lo mismo. Ninguno levanta la mano por los derechos de la juventud trabajadora y pobre. Como integrantes de la campaña "La clase trabajadora no tiene candidato", decimos también como jóvenes, por todas estas razones no nos representan. El 28 de julio votamos nulo.



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