En el Día de la Patria: destituyente para recuperar la independencia

Un día como hoy, hace 19 años, el Presidente Chávez, en su discurso para conmemorar el Día de la Patria, planteaba el inicio de lo que llamó el Ciclo Bicentenario Bolivariano, 2005-2030 Siglo XXI: un período para la profundización de la independencia política, económica y del Buen Vivir del pueblo.

Tenía razones para ser optimista. Su era de gobierno, hasta entonces, había logrado grandes avances sociales como el país no había conocido antes. Las distintas misiones bolivarianas garantizaban educación y salud gratuitas y de calidad a todos los niveles, así como pensiones para nuestros adultos mayores. Disfrutábamos del sueldo más alto de Latinoamérica, con un alto Índice de Desarrollo Humano, inflación controlada y la mayor igualdad del continente, sostenido por un crecimiento económico apalancado en una producción petrolera que rozaba los 3 millones de barriles diarios.

Pero con su muerte, el Ciclo Bicentenario que consolidaría la revolución, revirtió su curso en manos de la camarilla madurista que se hizo del poder.

La independencia política, trucó en autocracia, crímenes de lesa humanidad, persecución, represión y terror.

La independencia económica se perdió en medio de la debacle que generaron: se redujo en 80% el ingreso nacional, liquidaron el salario, las prestaciones sociales, los derechos laborales.

En vez de independencia educativa, presenciamos la muerte lenta de la educación pública: maestros que devengan sueldos de $3 dólares, apenas pueden instruir a alumnos que asisten a clases solo 2 o 3 días a la semana en medio de escuelas en ruinas.

La equidad social, degeneró en la mayor desigualdad en América Latina, donde mas de un 80% de la población mal vive en pobreza o pobreza extrema.

Pero en especial, la incapacidad y el robo de la camarilla madurista han infligido a la nación venezolana la herida pulsante de la migración masiva: un dolor inédito en nuestra historia que promete permanecer abierto mientras ostenten el poder.

Tareas destituyeres

Venezuela se prepara para una jornada electoral el próximo 28 de julio, en la que una gran mayoría de venezolanos tiene puestas sus esperanzas. El pueblo intuye la urgencia de enfrentar lo que podría ser la última oportunidad para salir del madurismo.

En el espacio público se percibe un espíritu destituyente, un deseo de participar masivamente en el esfuerzo por impulsar una transición política que abra las posibilidades de recuperar la dignidad.

Hay que tener claro la naturaleza de esta elección: el 28 de julio no se enfrentan opciones de signo ideológico distinto—Maduro y Machado se espejean—ni programas sobre cómo sacar al país del laberinto. Lo que está en juego es cómo avanzar en un proceso destituyente del madurismo del poder, para recuperar el derecho del pueblo a darse el gobierno que mejor le parezca, que respete los derechos humanos y abra la posibilidad de reunificar a las familias para sanar la herida de la migración.

Pero no basta la aguerrida voluntad para desplazar a la camarilla madurista del refugio que les ofrece el poder: acosada por su historial criminal, apela al fraude continuado para zancadillear la elección. Así, limita la inscripción de candidatos, obstaculiza la participación, excluye a los migrantes del voto, dispersa los centros electorales, bloqueo la veeduría electoral ciudadana y, en general, el empantana el proceso a su favor. La próxima elección presidencial, lejos de celebrarse como un evento democrático, avanza arrinconada en el marco de un juego político perverso que cercena nuestros derechos políticos.

En estas condiciones, el voto tiene que ser inteligente para poder ser efectivo en conseguir tres tareas destituyentes:

  1. La tarea urgente: la participación masiva por el voto efectivo para desencadenar un proceso que culmine con la destitución del madurismo del poder. No hay país posible bajo el madurismo. ¿Acaso 12 años de gobierno no han sido suficientes para darnos cuenta de esto?

  2. La tarea necesaria: construir una opción en la que puedan confluir diferentes posiciones políticas para la reconstitución del Estado bajo la constitución. No existe hoy fuerza política con suficiente poder para lograr hegemonía. Se impone construir una opción abarcadora, no excluyente, para el rescate nacional.

  3. La tarea estratégica: rescatar la unión cívico-militar de la militar-cívico, esa otra perversión madurista que utiliza a la FANB para la represión y la violación de los Derechos Humanos. Nunca había estado tan débil la Patria y, por lo tanto, tan vulnerable y amenazada, como hoy. Sin el concurso de los militares, difícilmente podrá lograrse el quiebre en el bloque madurista que permita la recuperación democrática. Para transformar el triunfo electoral en poder, debe incluirse a la FANB , para quien el reconocimiento y defensa de la voluntad popular es un deber fundamental. Rescato las palabras del presidente Chávez en su discurso en el acto de graduación de oficiales de tropa en enero de 2012: "se trata de retomar el sentido original bajo el cual nació el Ejército libertador de Venezuela y de Suramérica: para romper cadenas, para liberar a nuestra Patria y liberar a nuestro pueblo."

De continuar Maduro, el cierre del Ciclo Bolivariano en el 2030 que anunció Chávez en su discurso del 5 de julio de 2005, nos encontrará con una Patria mermada y con sus hijos en fuga. Nuestro destino será de estancamiento, de exportación de mano de obra con una economía enana de remesas y con la herida de la migración más supurante.

El próximo 28J, todos los ciudadanos tienen igual poder en cuanto a votantes. No importa la edad, el sexo, la clase social, la orientación sexual o el nivel educativo: cada persona tiene un voto y solo un voto que tiene la posibilidad de marcar la diferencia. Es el deber de quienes pueden ejercerlo hacerlo en nombre de quienes hemos sido excluidos: los millones de migrantes en el exterior, los perseguidos y presos políticos, y todas las víctimas del fraude continuado con el que el madurismo ha marcado la contienda.

Por la independencia de Venezuela, voto masivo inteligente.



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Andrés Izarra

Periodista. Ex-ministro de Comunicación en Información y de Turismo de Venezuela. Fue director de la cadena multiestatal TeleSUR.
Blog: https://izarraa.medium.com


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