Cuado te escucho reclamando y exigiendo responsabilidad, me avergüenzo de no estar cerca y ayudar, decirte aunque lo sabes, que no se le puede pedir peras al olmo, que el daño no está en la deficiencia actual, está en las generaciones que perdimos, está en el propósito que tiene el sistema para mantenerse sobre la ignorancia de los pueblos, me ofrezco a que profundicemos en el porcentaje de pueblo que arrastra desidia, que tenemos que hacer esfuerzos grandes para ir poco a poco recuperando lo que nos queda de patria y te juro que duele reconocerlo, pero el daño está incrustado en una parte de nuestro pueblo, los factores planificaron con alevosía, lograron a través de la alineación y penetración cultural sustentar su falsa democracia, destrozaron parte de nuestro potencial humano, sin contar lo material, dañaron nuestra juventud con vicios y deformaciones difíciles de curar como enfermedad, lesiones mentales en nuestras comunidades, individualismo, egoísmo y una cantidad de patologías evidentes hoy, que dan pena y dolor reconocerlas amigo mío; aceptemos que están haciendo estragos en nuestro proceso y que tenemos urgencia de erradicarlos, porque sabemos que ese mal se cura con tratamiento y tiempo, que nos hace parecer impotentes aun cuando sabemos que los caminos son los correctos, pero se hacen lentos, sobre todo en el rescate de valores para poder entrarle a las deformaciones que lesionaron nuestros hermanos.
Los luchadores estamos convencidos y sabemos cual es nuestro norte, pero detrás y delante hay confundidos que necesitan ayuda y no pueden gritar, les quitaron la voz y pretendieron quitarles la vida, pero no pudieron quitarle la conciencia que van recuperando y nosotros somos los responsables que eso sea así, hay camaradas como nosotros, pero están escondidos clandestinos, porque si hablan en algunos sectores dicen que son antirrevolucionarios, si se atreven a denunciar a los incrustados en nuestro proceso los tildan de traidores, porque según dicen, no es conveniente denunciar a los infiltrados llenos de privilegios que se están aprovechando de nuestra revolución.
El daño está hecho, tenemos que asumirlo con responsabilidad, para poder ir corrigiendo con fundamento, hay maneras de empezar a crear ejercicios de preparación, para que las responsabilidades sean verdaderas, tiene que haber un valor distinto, la capacidad de aprender tiene que ejercitarse encima del valor, pero no el del dinero, para que no se desesperen los impacientes que no aprendieron antes, que los procesos se construyen con esfuerzo y paciencia y así entender que venimos de una republiqueta adeco copeyana que destrozaron todos los cimientos y dejaron a algunos, hay que tener claro que no a todos, las ganas de luchar para recuperar nuestra patria.
Amigo mío, has estado formando zaperoco público en tu empeño por enseñar, sobre una situación que necesita práctica y concentración como todo, si eso no se logra con el método de ensayo y error, determinaremos que el personal no es el calificado y evitarnos la vergüenza semanal que estamos pasando ante tu clase magistral de técnica de televisión.
Seguiremos aprendiendo porque vamos, HASTA LA VICTORIA SIEMPE, PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS
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