Poco a poco pero afincao

Así dicen los abuelos. Teniendo objetivos claros y paso firme, tendremos
mejores posibilidades de llegar bien.

Esta edición de Sindéresis, se inspira en gran medida en libro
“Deslegitimar el Capitalismo. Reconstruir la Esperanza” de Francois
Houtart. El libro se refiere a los pasos firmes necesarios para alcanzar
estos dos objetivos iniciales del proceso revolucionario: Deslegitimar el
Capitalismo y Reconstruir la Esperanza. En particular, en este artículo
se hace énfasis en reflexionar sobre la construcción de alternativas para
conformar una Sociedad Postcapitalista.

La esencia del Capitalismo es la libertad de empresa privada, como máxima
expresión de la libertad individual. Esta libertad es casi exclusiva de
los Capitalistas ya que el resto de la población debe conformarse con la
libertad de vender su capacidad de trabajo. Quienes defienden el
Capitalismo suelen utilizar una jerga que mezcla los términos Libertad de
Empresa, Propiedad Privada, Libre competencia, Estado de Derecho, Economía
de Mercado, Sociedad Civil, Democracia. Ellos consideran que el
Capitalismo representa “el fin de la historia”. Es decir, no hay
posibilidad de conseguir un modelo social superior. El pasado está
marcado por sociedades primitivas que la modernidad ha superado; el futuro
fuera del capitalismo se vende como amenazas de la mezcla de términos
anterior y, en consecuencia contrarios a los intereses de la humanidad.

No obstante, el Capitalismo ha dejado claras evidencias de su carácter
destructivo. En términos muy sucintos el Capitalismo destruye al
Individuo, a la Naturaleza, y a los Pueblos y Naciones. Destruye al
individuo mayoritario al relegar su vida a poco más que un vendedor de su
fuerza de trabajo y un consumidor compulsivo e inconciente. Como
ciudadano, su significación no vale más que un voto, voto que también se
mueve de acuerdo a las reglas de mercado y las campañas enajenantes. A
esto le podemos agregar la basta porción de sociedad que vive al margen de
estos intercambios y que quedan reducidos a la más denigrante miseria.

El Capitalismo destruye a la naturaleza debido a que la racionalidad
mercantil es esencialmente cortoplacista. Los conceptos de economía y
sociedad sustentable les son ajenos, lo importante es tener la mayor
ganancia y poder en el menor tiempo posible. La destrucción de Pueblos y
Naciones se deriva de imponer relaciones de desigualdad y dominación cada
vez más profundas. En el aspecto económico ponen de rodillas a los países
pobres a través del manejo de la deuda y las condiciones para su pago. En
el aspecto cultural, desprecian cualquier manifestación particular y
pretenden convertir la cultura en mercancía. Podemos calificar sin
ninguna duda la práctica Capitalista Imperialista como etnocida y
genocida.

A todas estas cabe preguntarse, ¿humanizamos el capitalismo o creamos una
nueva sociedad Postcapitalista? Creemos que las propias contradicciones
del Capitalismo con su énfasis en los intereses individuales y su
caracterización destructiva, hacen que sea imposible conseguir soluciones
dentro del mismo. Se requiere un cambio radical, entendiendo éste como el
diseño de un nuevo modelo social. Tenemos que construir una sociedad, una
economía y una cultura diferente; sin caer en los errores del pasado de
pretender imponer un modelo específico al pueblo. Los movimientos
sociales deben definir una agenda particular que les permita ir
construyendo la nueva realidad “poco a poco pero afincao.”

En este marco es fundamental la conformación de buenas utopías. Los
bolivarianos, afortunadamente, tenemos nuestra utopía primaria: “la máxima
felicidad posible.” Esta utopía debe combinarse con los valores
fundamentales del hombre para buscar “la máxima justicia posible,” “la
máxima hermandad posible,” y “la máxima libertad posible.” Estas utopías
deben traducirse a un conjunto de objetivos concretos como los siguientes:
1. Buscar progresivamente la superación de la explotación del hombre por
el hombre y la injusta distribución de los recursos.
2. Buscar progresivamente la plena satisfacción de las necesidades
humanas, tanto las básicas como las trascendentes.
3. Buscar progresivamente el dominio del pueblo en los asuntos políticos.

Es preciso buscar alternativas a todos los niveles, tanto para abordar los
problemas internacionales, como los de la vida diaria de cada uno, en
especial de aquellos que más requieren de nuestro apoyo; también a nivel
material y espiritual; a nivel de la cultura, de la defensa de la
naturaleza, la producción y el consumo. Hay que conquistar espacios y
proteger y consolidar los conquistados. En estos espacios, es fundamental
establecer verdaderas democracias para abordar no sólo los temas
electorales, sino todos los aspectos sociales, incluyendo lo económico.
Finalmente, es necesario “globalizar las resistencias.” Dentro de toda la
heterogeneidad de pensamientos, es fácil darse cuento en que quienes
estamos identificados con este proceso coincidimos en las utopías
planteadas y eso genera un plano concreto y viable para la unión.

Dentro de los que creemos en la necesidad de crear una sociedad
Postcapitalista, hay quienes piensan que es necesario establecer cambios
rápidos y radicales. Hay, dentro de estos, quienes propugnan la visión
soviética y hasta el leninismo y el estalinismo. Sin embargo, en la
mayoría de los revolucionarios está la idea de que el proceso es de larga
duración. Hay quienes piensan que la realidad exige acciones urgentes y
que esperar es cruel. “Poco a poco, pero afincao” nos señala en forma
precisa que no hay nada que esperar, que cada paso se da en la dirección
precisa, sin precipitarnos y con clara conciencia táctico estratégica.

Para construir una alternativa concreta y factible hay que tener el
blindaje de una robusta teoría y de una fuerte claridad ideológica: hay
que superar el Capitalismo, hay que identificar sus puntos débiles y
atacarlo dónde más le duela. En consecuencia, el diseño de esa
alternativa requiere del elemento moral asociado a un colectivo que es
capaz de soñar y de diseñar los mecanismos para que los sueños se
conviertan en realidad.


pachano@ula.ve


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Felipe Pachano Azuaje

Profesor de la Universidad de los Andes

 pachano@gmail.com

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