Se ha venido discutiendo sobre el papel que América Latina tiene en el proceso de movilización política que sacude actualmente al mundo. No uso el término “movilización política” descuidadamente, se coloca considerando el momento actual y el sentido que tienen los procesos que están sucediéndose en esta parte del mundo y que para muchos pensadores de izquierdas, convierte a esta región en una especie de laboratorio político.
Todas estas movilizaciones y proyectos que están en curso en América latina se han asociado con una propuesta desde la izquierda y creo que esa identificación no se corresponde totalmente con la realidad. Chávez y Evo que son las referencias más radicales que tenemos, constituyen propuestas de cambio que ha venido paulatinamente reconociendo al socialismo como una ruta posible; más el “Chavismo” no emerge como un proyecto desde la izquierda y con una clara visión socialita. Es después de 1998, cuando Chávez, haciendo uso de su liderazgo comienza a socializar la propuesta.
Chávez comienza a pensar en la propuesta socialista probablemente empujado por la confrontación que se genera a partir de 2002 y no se exagera en nada, si se afirma que el gobierno y el PSUV (con sus cuadros) tiene un tremendo “hueco ideológico”, que Chávez trata de ocupar con las ideas y proyectos que propone.
II
Esto no fue un accidente. La ausencia de una calara definición desde la izquierda de los procesos de cambio está atada indiscutiblemente con el proceso de desmoralización que confrontaron los partidos de izquierdas en la década de los setenta, producto de las flaquezas o inconsistencia de los intelectuales y líderes de esas organizaciones que se encantaron con las ideas del neoliberalismo. El “hueco ideológico” mundial de la izquierda está activo y con la profundidad suficiente para darle al capitalismo la opción de ajustarse.
José Saramago en dos interesantes notas que colocó en Rebelión (el 12 y 13/10/2008), precisa de esta condición que padece la izquierda desde hace muchos años y que la encuentra impedida de ordenar una propuesta política dirigida a presentar al socialismo como una opción de vida para los que siempre tienen la suerte de correr con las consecuencias de las crisis del sistema capitalista. La alerta de Saramago se presentó hace cuatro cuando en una entrevista que ofreció a un diario Argentino y cuando afirmó que “la izquierda no tiene ni puta idea del mundo que vive”. En el trabajo que se publico este lunes (13/10/2008), Saramago reflexiona crudamente sobre el papel de la izquierda cunado sostiene:
El tiempo fue pasando, la situación del mundo complicándose cada vez más y la izquierda impávida, seguía desempeñando los papeles que, en el poder o en la oposición, les había sido asignados (….) la izquierda no piensa, no actúa, no arriesga ni una pizca. Pasó lo que pasó después, hasta lo que está ocurriendo hoy, y la izquierda, cobardemente, sigue no pensando, no actuando, no arriesgando ni una pizca”
A pesar de la condición de laboratorio político que tiene hoy América Latina y frente a una coyuntura política muy favorable, se observa que los proyectos que pudieran convertirse efectivamente en una opción financiera y política (Alba Banco del Sur) de corte socialista están prácticamente paralizadas porque los gobiernos “progresistas de Argentina y Brasil, continúan en sus indefiniciones y dándole largas injustificadamente.
UNASUR, el ALBA y el Banco del Sur no constituye en esta coyuntura una propuesta para asegurar únicamente la integración de América Latina. Ahora, esas iniciativas de haberse consolidado totalmente, estarían en condiciones de convertirse en una poderosa herramientas para disminuir los impactos que la crisis impondrá en esta región por la disminución de los flujos comerciales.
III
Pero el problema no se reduce únicamente al congelamiento de estas iniciativas, ni a la evidente debilidad de la izquierda para levantarse con una propuesta de cambio que entusiasme al mundo. Es lamentable también que la opción neoliberal está dispuesto a revivir su sistema con políticas (nacionalizaciones y estatizaciones) que ellos han cuestionados por su afinidad con el sistema socialista. Otro dato importante o relevante, es que países gobernados por partidos comunistas (China por ejemplo) no están dispuestos (por lo intereses que tiene) a dejar que el sistema capitalista se haga inviable
Las nacionalizaciones y estatizaciones que eran políticas que los neoliberales ni mostraban interés de discutir, hoy la están aplicando pero bajo otra lógica y orientación. Utilizan estas salidas para favorecer al capitalismo y a los capitalistas y dejan que el sistema capitalista en condiciones continuar generando más y más pobreza. Todo esto parace estar indicándole a los neoliberales, que el socialismo le sirve para garantizarle una fase superior al imperialismo, porque “la izquierda ni puta idea tiene del mundo que vive”
evaristomarcano@cantv.net