Al saqueo, gritaban las tropas vencedoras de una batalla cuando conquistaban una ciudad, igual hacían los piratas de antaño, con la diferencia, que ahora en Venezuela Bolivariana del siglo XXI los saqueadores no son tropas enemigas, ni piratas malandrines, sino los propios banqueros, los señores dueños de los bancos. Que lo mismo que hicieron sus colegas de la cuarta, se emulsionaron los dineros de los depositantes. Algunos depositantes, que de buena fe confiaron en estos bancos –ocho por ahora- y otros por los negocios y comisiones cobrados por debajo de la mesa, -vox populi- como podría ser el caso de los dineros del pueblo, que entidades gubernamentales tienen depositados en estos preciosos ocho bancos mafiosos de los llamados banqueros “boliburgueses”.
Me pregunto la razón de llamar a estos "señores boliburgueses", será porque están en la (bola) como llamaban los mexicanos a la revolución en la época de Pancho Villa y de Emiliano Zapata. Pero aquellos señores que estaban en aquella (bola), si eran machos, se jugaban la vida a tiros por un ideal revolucionario, que muchas veces les costaba su propia vida. Como en verdad pasó con Zapata y Pancho Villa, dos héroes de la revolución mexicana.
Pero en cambio, estos banqueros que el pueblo llano llama boliburgueses, no es por estar en esa bola, la de la revolución verdadera, sino que estaban en "su propia bola", la de la de: esto pa mí, aquello de allá y esto también pa nuestras buchacas, entraron "al saqueo de los bancos". Hicieron grandes negocios turbulentos, chuecos y también periclitados como los de los banqueros de la cuarta, pero que ahora la diferencia es que son de la quinta y que se enriquecieron en una forma un tanto misteriosa, como aquel que dice que los caballos paren –perdón las caballas, o sea las yeguas.
Pero así es la vida de retorcida y tiene sus recovecos- no, no entiendan mal recovecos digo y no "adecos con camisas rojas", pero que no son ni pizca revolucionarios, ni un tantito así, diría el Che.
El hecho es que cabe preguntarse, quien los protegió, quien los cobijo, quien les dio el tetero para engordarlos, quienes fueron en esta historia nefasta, sus cómplices, los sordos, los ciegos y los mudos. –El pueblo lo sabe, y dice ¡fueron los boliburgueses!-
Es cierto, que fueron ocho los bancos –hojalatas no sean más en todavía- dice el pueblo, y si bien nuestro presidente se portó como todo un estadista, pidiendo cárcel para los culpables y asegurando los ahorros hasta 25 mil bolívares fuertes. Ya van diez detenidos y treinta solicitados.
Pero, aquí en nuestra patria, no hay pena de muerte para estos delitos, como debería haberla, al igual que existe en Irán, En China etc. Diez detenidos tan sólo para la Boloña de millones que se metieron a sus bolsillos es muy poquito.
¿Y el superintendente de bancos es que estaba ciego, sordo y mudo acaso?
Bueno así son las cosas que nos sorprenden y nos preocupan llegando a entristecernos el alma en lo profundo en víspera de estas navidades que deben ser bolivarianas, socialistas y revolucionarias, y con hallacas rojas. Por esto, pedimos pena máxima para estos pillos. –Unos treinta añitos a la sombra, tiempo suficiente para meditar y arrepentirse por lo que hicieron.
El presidente Hugo Chávez, para terminar de una buena vez, con los rumores y la incertidumbre debería decretar una Ley, -lo hizo “Hussein Obama” en EE.UU. durante la crisis famosa del capitalismo- Debe el estado venezolano, garantizar los montos a los ahorristas de la banca, por el total de la suma que tengan allí depositada, sea cual sea esta, y sin límite de monto, de esta manera, sí, que se generaría la verdadera confianza en la Banca bolivariana, socialista y revolucionaria y vendría la calma de los ahorristas, ahorristas, los más que no tienen la culpa de lo que ha pasado sean estos quienes sean y del color que sean.
Hasta la Victoria Siempre
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