El Congreso Extraordinario del Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV, pese a algunos cuestionamientos del proceso de elección de sus delegados en algunas regiones, constituye, sin duda, la más importante experiencia política de masas que partido alguno haya realizado en la historia de los revolucionarios venezolanos por la mecánica democrática, participativa y protagónica de su discusión, la rica pluralidad de corrientes y tendencias políticas en su seno que elevan el debate más allá de los hechos inmediatos de la revolución y del país y, el largo espacio de tiempo de su desarrollo, el cual excede a cualquier evento de su tipo realizado jamás en Venezuela y el resto del mundo.

Las voceras y los voceros del partido tienen, muy presente, el significado histórico de este Congreso y la proyección política que sus resultados tendrán para el curso de la revolución bolivariana y socialista en Venezuela y, de su inevitable influencia en los otros pueblos de Nuestra América y el resto del mundo; por cuanto se trata de iniciar la construcción de un nuevo modelo de partido, que partiendo del movimiento general de las masas en lucha por la defensa de la Nación y la destrucción del perverso sistema Capitalista, pretenden agrupar, en la presente etapa histórica, al conjunto de clases y sectores sociales patrióticos, antiimperialistas, anticapitalistas y latinoamericanista, en un proceso de larga transición creadora que nos conduzca al objetivo histórico de la Humanidad: la Sociedad de los Justos: El Socialismo.

En esa visión internacionalista, latinoamericanista y nuestramericana; todas las venezolanas y los venezolanos, sin importar el lugar de Nuestra América y el resto del Planeta en donde se encuentren, que estén dispuesto a abrazar la doctrina del Partido y su Programa, acatando y desarrollando la línea política trazada por la dirección democrática del Partido y su líder, el comandante Hugo Chávez Frías, deben de estar convocados y animados a participar en este nuevo instrumento fundamental de la revolución venezolana, para contribuir al desarrollo y consolidación de este proceso, de cuyo resultados depende, en mucho, la suerte de la liberación de los pueblos de Nuestra América del dominio imperialista y la explotación capitalista.

En ese marco, es necesario que se le reconozca a las revolucionarias venezolanas y a los revolucionarios venezolanos y demás patriotas y demócratas de nuestro país, comprometidos con nuestra revolución, que se encuentran temporal o permanentemente fuera del territorio nacional, su derecho a formar parte efectiva del partido, organizándose en patrullas, promoviendo el Programa del Partido, desarrollando su línea política y defendiendo a la Patria en otros lugares del planeta, de las acciones de los enemigos de la revolución y de nuestro pueblo.

Tal DERECHO DE MILITANCIA REVOLUCIONARIA, que forma parte de la mejor tradición internacionalista de la revolución de independencia y del movimiento obrero y revolucionario mundial a lo largo de su gloriosa historia, no es incompatible con el respeto a la soberanía e independencia de los Estados, ni constituye, “per se”, una intromisión en sus asuntos internos, en la medida que las actividades de nuestros organismos y militantes del Partido, no deberán vincularse con asuntos que formen parte de la realidad política interna de los otros países, para lo cual, será necesario que en nuestros Estatutos existan normas, especialmente dirigidas a controlar, estrictamente, el funcionamiento de tales organismos extranacionales.

Negarle a los patriotas, demócratas y militantes de la Revolución Bolivariana y Socialista venezolana, residentes en el extranjero, sus Derechos a Participar en los Asuntos Públicos y a Asociarse con Fines Políticos (arts. 62 y 67 de la CRBV), no solo podría constituir violaciones de tales derechos, sino que privaría al Partido y a la Revolución, de medios importantes de acción política, (al margen de nuestras Misiones Diplomáticas y Consulares) que permitan enfrentar la estrategia global de la Santa Alianza de la burguesía mundial y el imperialismo, dirigida a destruir la revolución bolivariana y socialista venezolana. “LA PATRIA ES AMERICA”. Simon Bolívar.



Miembro ( en el exterior) del PSUV San Diego, Estado Carabobo
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