La pasión política, la subjetividad personal y la carencia y una cierta memoria histórica entre algunos sectores patrióticos y revolucionarios venezolano y del resto de América Latina, desatada a consecuencia de la deportación del militante revolucionario colombiano Joaquín Pérez Becerra, han hecho aparecer al Reino de Suecia y su actual gobierno reaccionario y otanista, como un aliado de la causa de los revolucionarios y demócratas colombianos, en su lucha contra el Estado Narco-paramilitar imperante en la República de Colombia y, por supuesto, en una posición digna respecto a la decisión dolorosamente tomada por el gobierno bolivariano del comandante Hugo Chávez Frías.
En este contexto es necesario recordar, en primer lugar, que ciertamente los gobiernos del Reino de Suecia que fueron dirigidos por el Partido Social Demócrata, del asesinado líder Olof Palme, hasta su asesinato en Estocolmo por un individuo con el perfil de agente de la CIA del portugués Goveia – responsable del tiroteo en la Plaza Altamira en el año 2002 – sostuvo una política de neutralidad en los conflictos internacionales, regionales e internos en algunos Estados de América Latina, Asia y Africa y que generosamente la permitió otorgarle el estatuto de refugiado, asilado e, incluso, otorgarle la nacionalidad, a muchos perseguidos, como Joaquín Pérez Becerra, pero que tal política fue paulatinamente abandonada, a partir de la derrota de los socialdemócratas y la instalación de un gobierno de derecha reaccionaria, con presencia xenófoba y visión otanista, el cual es el que en este momento gobierna en Estocolmo..
Es este gobierno sueco el que utilizó a sus ministros y miembros de otras instituciones públicas y privadas integrante de la Academia Sueca, para otorgarle al presidente del gobierno imperialista y genocida de los Estados Unidos de América, Barack Obama, el inmerecido Premio Nobel de la Paz 2010, en momentos en que sostenía- negando sus anteriores ofertas electorales – la presencia militar usamericana en el ensangrentado territorio de la República de Irak y aumentaba el pie de fuerza otanista y usamericano en la guerra de conquista que sostiene infructuosamente en la República de Afganistán.
Igualmente, este mismo gobierno reaccionario y pro-otanista, fue quien le negó la protección al director de Wikileack, Julian Assange, quien se refugió en Suecia ante la persecución del gobierno de los Estados Unidos de América y de su propio gobierno australiano, a causa de sus revelaciones sobre informes de la inteligencia, la diplomacia y los mandos militares usamericanos en Irak y Afganistán, los cuales prueban los Crímenes de Guerra y de Lesa Humanidad cometidos por las fuerzas agresoras y las escandalosas revelaciones sobre las actividades injerencistas y de espionaje realizadas por las Misiones Diplomáticas de los Estados Unidos de América en todo el planeta y que, además, desató una persecución contra Assange por presuntos delitos de “Violación en acto sexuales consentidos”, utilizando a dos damas de sospechosa conversión de amantes complacientes a víctimas denunciante, lo cual tiene hoy a Assange huyendo en el Reino Unido, pendiente de una apelaciٕón a la decisión de deportarlo al Reino de Suecia, de donde, seguramente, lo entregarían al gobierno imperialista de los Estados Unidos para aplicarle las mismas condiciones de reclusión que le aplicaron inicialmente al soldado Manning, acusado de las filtraciones.
Es importante también tener presente que, ese mismo gobierno sueco, cuyo Estado no pertenece a la OTAN, se encuentra entre los más fervientes participantes de la alianza perversa de los gobiernos burgueses europeos, Reinos feudales y elites apátridas del Medio Oriente y el Norte de Africa, creada promovida por el tactcherista David Cameron del Reino Unido, el sionista xenófobo Nicolás Sarkossy del la República Francesa y el pederasta y xenófobo Silvio Berlusconi de la República de Italia, en contra de la República de Libia, apoyando con diversos medios militares, las operaciones terroristas que han causado ya cientos de muertos y heridos entre la población civil residente en Trípoli, Misrata, Brega y otras ciudades libias, en sus operaciones de apoyo a las menguadas fuerzas de los sublevados, convertidas hoy en una fuerza político-militar mercenaria neocolonial, , indigna del reconocimiento de los revolucionarios y patriotas del mundo.
Incluso, a pesar de las expresiones respetuosas, dadas desde la cárcel Modelo de Bogotá, por el militante revolucionario colombiano Joaquín Becerra, sobre las diligencias para su protección, realizadas por el actual gobierno del Reino de Suecia – comprensibles para quien esta privado de libertad y busca aliados a su causa - durante los años de gobierno conservadores suecos, la agencia de noticias ANNCOL y los refugiados colombianos, han tenido que luchar para mantener ese espacio de opinión e información independiente, ante las presiones del gobierno de Alvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos, de que se tomasen medidas de cierre de ANNCOL y de deportación de sus principales voceros, las cuales no han sido posible, no por la posición firme del actual gobierno reaccionario y otanista sueco, sino por el importante apoyo solidario de los movimientos sociales suecos y sectores del Partido Social Demócrata que siguen siendo consecuentes en su solidaridad con los pueblos en lucha.
En conclusión, bueno es revisar las posturas políticas y las definiciones estratégicas e históricas que en estos 12 años de revolución ha sostenido el gobierno bolivariano del comandante Chávez y compararlos con la actual política nacional e internacional del actual gobierno sueco y, no será difícil establecer cuales son los aliados verdaderos del pueblo y los revolucionarios colombianos, latinoamericanos y del mundo en su lucha contra el imperialismo por un mundo de Paz, Democracia y Justicia Social para toda la Humanidad.
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