No cabe duda que la detención del periodista Joaquín Pérez Becerra se corresponde con las características de una evidente conspiración internacional en contra de nuestro gobierno revolucionario y de nuestro propio comandante, pero lo que llama más la atención es la forma de dispararse el alerta roja de interpol, precisamente cuando el mencionado ciudadano de nacionalidad sueca pero de origen colombiano, se disponía a abordar el avión hacia Venezuela y por supuesto que al llegar a Maiquetía iba a ser detenido, como en efecto ocurrió. Hay tres (3) preguntas que cualquier ciudadano se hace: ¿A qué y a quienes obedece esta detención repentina?, ¿Hubo o no comunicación inmediata con el gobierno de Suecia, para informar de la detención de Joaquín Pérez?, ¿Por qué algunos connacionales se apresuraron a calificarlo de terrorista sin haberse mostrado ningún expediente como tal? Las respuestas a estas y otras interrogantes no se tienen, porque nadie hasta los momentos ha sido capaz de mostrar algún expediente que justifique su detención. Más bien lo que se vislumbra es una especie de trampa, pero de conspiración internacional contra el gobierno venezolano y su presidente, porque desde el mismo momento en que se produce esta detención lo primero que afloraron fueron contradicciones en el sentimiento revolucionario, la misma figura de nuestro comandante ha sido sometida a la prueba de la duda revolucionaria, a priori son muchos los que se dicen ser mejores revolucionarios y condenan al gobierno de la evidente contradicción, claro que Venezuela es respetuosa de las Leyes, más si se trata de Leyes y convenios internacionales como es el caso de la deportación de cualquier ciudadano. Ahora bien, en el caso específico del periodista Joaquín Pérez Becerra como ciudadano Sueco, hay que hacerse otras preguntas que son necesarias: ¿Por qué el gobierno de Suecia después de varios años de haberle concedido la ciudadanía a Pérez Becerra, permite que este Periodista sea deportado a Colombia y no a Suecia?, ¿Por qué el gobierno de Suecia si sabía que este ciudadano era un terrorista, un miembro de las FARC o un demonio, le otorga la ciudadanía de Suecia?, significa entonces, que esto último ocurrió porque su caso fue estudiado y analizado en su momento y no habiéndose encontrado ningún fundamento negativo se le aprobó su solicitud de ciudadanía Sueca, de lo cual se infiere cierto grado de complicidad de ese gobierno en una jugada política que se parece más a una trampa de carácter internacional, tratando de crear crisis internas en el seno de la Revolución Venezolana y en los pueblos revolucionarios del mundo. Asimismo, cualquiera pudiera pensar si este hecho estaría o no relacionado con la entrega de Makled a Venezuela por parte del gobierno colombiano. Llama la atención que hace unos cuantos días se solicitó su extradición pero nada que termina de suceder, claro que hay un tiempo reglamentario y que a diferencia con este caso de Pérez Becerra nuestro gobierno si dio una muestra de eficiencia para deportarlo a su país de origen. Es indudable que ese alerta roja de interpol fue bien planificado, hay una especie de complot, y que con mayor razón se debe evitar caer en el juego de la descalificación en el seno de la Revolución Bolivariana, principal objetivo del hecho ocurrido y lo más absurdo es pretender ser más revolucionario que el propio Comandante CHAVEZ. Perder la cabeza de esa forma es hacerle el juego a quienes buscan que esta Revolución se acabe y se muera la esperanza de los pueblos oprimidos del mundo.
PATRIA SOCIALISTA O MUERTE, VENCEREMOS
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