Del 21 al 24 de marzo del presente se realizó
en la ciudad de México el XVI Seminario Internacional del Partido del Trabajo
evento al que asistieron representantes de más de 100 organizaciones y partidos
políticos de América Latina y el mundo. Bajo el lema “Los partidos y una nueva
sociedad”, los delegados abordaron una agenda variada que abarcó, desde un
análisis de la crisis económica capitalista (en los que destacaron las
ponencias de Orlando Caputo, de Chile, y de Alfredo Jalife-Rahme, de México)
hasta informes de situación por país.
Bajo la presidencia del senador Alberto Anaya
(P.T. de México), se escucharon informes de personalidades de la talla de
Rigoberto Menchú (Guatemala), Piedad Córdoba (Colombia), Nidia Díaz (FMLN de El
Salvador), Valter Pomar (P.T. de Brasil), voceros del PSUV, MAS de Bolivia,
Frente Amplio de Uruguay, de diversos Partidos Comunistas, entre ellos de Cuba
y Grecia, Sortu del País Vasco, hasta representantes diplomáticos de Vietnam,
China, Corea del Norte, etc. Por Panamá asistimos tres delegados representando
al Partido del Pueblo y al Movimiento Popular Unificado (MPU).
Después de escuchar los informes respectivos
durante tres días de largas sesiones, los asistentes aprobaron resoluciones de
apoyo a: la lucha del pueblo Ngabe-Buglé de Panamá contra las hidroeléctricas y
la minería, a la lucha por la independencia Saharaui, a la liberación del
luchador antiimperialista puertorriqueño Oscar López preso en Estados Unidos,
al reconocimiento legal de Sortu y la despenalización de las fuerzas políticas
de los partidos de la izquierda abertzale, el rechazo a la intervención
imperialista en Siria, por la libertad de los dirigentes del P.T. de Turquía, entre
otras. De manera particular el XVI Seminario Internacional su respaldo a la
reelección del presidente Hugo Chávez de Venezuela y por la victoria de Andrés
M. López Obrador candidato de las izquierdas de México.
La candidatura de
Andrés Manuel López Obrador
Dos momentos estelares del evento lo fueron la
proclamación de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) como candidato de un frente
electoral de izquierdas (que incluye al PRD, al PT y al Movimiento Ciudadano),
que fue transmitida en directo a la sala, y su asistencia personal al seminario
al día siguiente. En su discurso AMLO resumió los ejes de su campaña electoral
en el lema: “Por la honestidad, la
justicia y el amor”. AMLO relacionó el tema de la honestidad con el
problema de la corrupción y el hecho de que en México existen 15 millones de
personas en pobreza extrema, mientras los gobiernos se gastan presupuestos
faraónicos en lujos y sueldos altísimos de funcionarios. Sentenció: “No puede haber gobierno rico, con pueblo
pobre”.
El tema de la justicia lo relacionó con la
justicia social y la equidad. Denunció que, mientras empresarios medianos y
pequeños, junto con los asalariados, pagan impuestos, empresas internacionales,
en particular las mineras, no pagan ni un céntimo, siendo la mayoría de capital
canadiense país en el que deben pagar el 15% de regalías al estado. Aclaró que
su gobierno no pretende anular los contratos, pero sí revisarlos. No va anular
las privatizaciones, pero dijo que “ya
no queremos más privatizaciones”. Agregó que el problema de la violencia
social no puede resolverse con más violencia por parte del Estado, que se
requiere resolver la desigualdad social con políticas públicas (puso las del
Distrito Federal, donde fue gobernador, como ejemplo para lo que se puede hacer
en todo el país), con resolver el tema del nulo crecimiento económico de los
últimos años con la meta de crecer al 6% para crear un 1,5 millones de empleos.
Respecto a la “República Amorosa” que propone en su campaña, AMLO aclaró que se
refiere a la necesidad de fortalecer los valores morales, espirituales y
culturales. Dice: “No somos malos por naturaleza, no se nace con vocación
delictiva”. Y llamó a la izquierda a no temer hablar del amor a la familia, al
prójimo, a la patria y a la naturaleza. Y concluyó: “¿Qué es ser de izquierda? Ser honesto y de buen corazón”.
Hay que señalar no toda la izquierda mexicana
se ha sumado a la campaña de López Obrador. Fuerzas minoritarias, que no
cuentan con registro electoral, incluyendo al Partido Comunista y “La Otra
Campaña” del EZLN, mantienen una actitud abstencionistas y critican a AMLO por
considerarlo un candidato que ha movido su programa electoral al centro en
busca de los votos de las capas medias de la sociedad y dar garantías a la
burguesía nacional y extranjera.
La situación social y
política de México
Pese al optimismo y determinación de los
compañeros del Partido del Trabajo, la situación social y política de México es
distinta a la de las elecciones de 2006, cuando un escandaloso fraude electoral
le robó la victoria a AMLO en favor del candidato de la derecha, Felipe
Calderón del PAN. Además de la
creciente pobreza y desigualdad social que se ha señalado, producto de la
continuidad de las políticas neoliberales, inauguradas hace más de 20 años por
Salinas de Gortari, se ha instalado una
creciente violencia social por parte de organizaciones del narcotráfico y una
militarización del país, por la que el ejército ha pasado a ocupar las calles
haciendo labores policiales. El resultado del sexenio de Calderón y su “guerra
al narcotráfico”, ha sido la muerte violenta de entre 50 y 60 mil personas, sin
que se haya logrado controlar el narcotráfico, claro indicio de fracaso de la
política represiva orientada desde el imperialismo norteamericano.
México cuenta con una de las mayores fuerzas
policiales del mundo, sólo superada por
la India y Estados Unidos. El presupuesto policial aumentó entre 2006 y 2010,
en un 34.7%. Como se ha dicho, en muchos Estados el ejército suplantó a las
policías locales en las labores policiales. Y, aún así, en 2010, los homicidios dolosos aumentaron de 15 a 18 por cada cien
mil habitantes; mientras que los robos aumentaron de 32 a 39 por cien mil
habitantes; y los secuestros se mantuvieron a una tasa de uno por cien mil (Crónica 26/3/2012). Estas cifras hablan
de un claro fracaso de la política impulsada por Estados Unidos de combatir la
delincuencia sólo con represión y sin atender la desigualdad social creciente,
y debe ser una experiencia a tomar en cuenta en otros países del continente donde
se apela a similares métodos.
Debe precisarse que una buena parte de las
víctimas de esta violencia son los inmigrantes ilegales, principalmente
centroamericanos, que cruzan México intentando llegar a la frontera con Estados
Unidos. La Comisión Nacional de Derechos
Humanos ha denunciado que 10 mil inmigrantes son secuestrados cada semestre!!!
Muchos de ellos son directamente asesinados, y otros son “abducidos” por el
mundo de la trata, convirtiéndolos en esclavos en haciendas o del negocio de la
prostitución forzada. Se busca con ello
establecer un clima de terror cuyo mensaje es claro: no intentes emigrar a EE
UU a través de México. En este sentido, hay denuncias que acusan a la política migratoria norteamericana de
complicidad con la actuación de las mafias mexicanas que a su vez son apoyadas
por redes policiales y políticas locales.
Uno de los aspectos más controversiales, y en
el que nada está dicho definitivamente, es el de las intenciones de voto del
electorado mexicano para los comicios a realizarse este año. Las encuestas
difundidas por la prensa burguesa dan por triunfador al candidato del PRI, E.
Peña Nieto, en segundo lugar a la derechista del PAN, Josefina Vásquez Mota, y
colocan tercero al candidato de la coalición de izquierda, Andrés Manuel López
Obrador.
Sin embargo, en el seminario el P.T. distribuyó los resultados de una encuesta
realizada, del 10 al 15 de febrero, por la empresa Covarrubias y Asociados,
difundida por SDP Noticias, que coloca a AMLO en segundo lugar con el 26.36% de
las intenciones de voto, contra 36.84% a favor del candidato del PRI y 23.69%
de la candidata panista. Ante la pregunta de la intención de voto por partido,
para establecer el “voto efectivo”, los resultados dieron un 42.26% a favor del
PRI, 30.23% a favor de AMLO y 27.17% a favor del PAN.
Paralelo a la realización del Seminario
Internacional del P.T. se produjo la visita a México del Papa Benedicto XVI. La
interpretación de la mayoría de los observadores es que la visita papal tiene
por objetivo no confesado impulsar a los sectores más conservadores en el marco
de la campaña electoral, en este caso el oficialista PAN. La carga simbólica de los actos de Ratzinger es bastante evidente para
los mexicanos, al realizarse en la ciudad de Guanajuato, eje del movimiento
“cristero” que se sublevó contra la república “laica” establecida tras la
Revolución Mexicana a principios del siglo XX. Desde la independencia las
fuerzas sociales se han confrontado en México bajo una simbología religiosa, en
la que la imagen de “Cristo Rey”, en cuyo santuario (en el cerro del Cubilete)
ofició Ratzinger, siempre representó a las fuerzas sociales conservadoras
enfrentadas contra los sectores populares, liberales y laicistas (desde la
época de Benito Juárez) quienes marchaban bajo el estandarte de la “Virgen de
Guadalupe” (levantado incluso en la lucha por la Independencia de España por el
cura Hidalgo).
Con todas las dificultades a la vista, y pese a
ellas, los asistentes al Seminario Internacional del P.T. expresaron su
respaldo a López Obrador porque, como él mismo dijo: “en México existen cuatro candidaturas, pero sólo dos alternativas: el
continuismo de las políticas neoliberales y el cambio verdadero”,
representado por el frente PRD, PT y MC.