Desde marzo de 2011, hasta comienzo de marzo de 2012, los medios de comunicaciones internacionales desataron una campaña despiadada contra el gobierno de la República Árabe Siria. A esta campaña se le sumó las sanciones económicas y comerciales que impusieron EEUU, Unión Europea y La Liga Árabe contra un selectivo número de empresas e individualidades relacionadas con el gobierno sirio.
El expediente contra Siria se fue acumulando y ampliando hasta llevar a ese país al Consejo de Seguridad y tratar de aprobar, consecutivamente, dos resoluciones para que la OTAN interviniera militarmente en Siria y derrocar a su Presidente. Las resoluciones, las dos veces, fueron vetadas por China y Rusia.
Los países Occidentales como Francia, EEUU, Reino Unido, conjuntamente con los países del golfo arábigo – pérsico y Turquía, elaboraron un plan de apoyo financiero y militar a la oposición Siria, quienes además de estar constituidos en el Consejo Nacional Sirio, con sede en Estambul – Turquía, también constituyeron su brazo armado, el Ejército Libre de Siria, con supuestos desertores del ejército sirio y combatientes procedentes de países vecinos como Irak, Líbano, Catar, Libia, asistidos y entrenados por militares de inteligencia de Francia, Reino Unido y Turquía, esto según analistas políticos como: Thierry Meyssan, Tarik Alí y Michel Chossudovsky.
La componenda internacional comenzó a revertirse a favor del gobierno, luego, que el ejército, en los primeros días del mes de marzo de este año, incursionó en el sector de Bab Amro en la ciudad de Homs, que había sido tomado como bastión de los combatientes contra el ejército del gobierno de Siria y donde se infiltraron periodistas extranjeros, algunos, inclusive, murieron en el lugar.
El atrincheramiento de los combatientes de la oposición siria, autodenominado, Ejército Libre, tomó posesión en Homs, ciudad industrial y petrolera de Siria, para crear un enclave de resistencia y de esta manera esperar la intervención de la OTAN o las fuerzas bélicas aliadas de EEUU, Francia, Catar y Turquía, como se realizó en Libia.
Mientras tanto Rusia y China, a pesar de la guerra mediática de EEUU y países europeos por tratar de desprestigiarlos y culparlos de las supuestas masacres de civiles en Siria, fueron teniendo sus resultados, hasta tal punto, que la propuesta de Rusia y de China para resolver la crisis en Siria, que adelanta el enviado especial de la ONU, Kofi Annan, fue elaborada por estos países y aceptada por el Presidente Bashar Al – Assad.
Con el giro que ha dado la situación Siria en el terreno, la total fragmentación del Consejo (Opositor) Nacional Sirio, la incapacidad del Ejercito (opositor) Libre Sirio, ha obligado a la comunidad internacional, quienes pedían la dimisión del Presidente Bashar Al – Assad, a moderar sus declaraciones y a solicitar un “arreglo político” entre las partes.
Es evidente, para los analistas, que la visita del Presidente Bashar Al Assad, a la ciudad de Homs y en especial a la zona de Bab Amro, donde caminó y se entrevistó con los residentes, sin portar chaleco antibala, ni carros blindados, demuestra, que el gobierno tiene dominio de la situación.
Asimismo, queda demostrado que las sanciones económicas y comerciales por parte de EEUU, Unión Europea y la Liga Árabe, no han tenido impacto en la economía de Siria, quienes, más bien, la ha diversificado y ampliado con países como Líbano, Irak e Irán.
El resquebrajamiento internacional contra el gobierno de Siria, también se empezó a notar, cuando se filtró en los medios de comunicación de Francia, las acusaciones del Embajador de Francia en Damasco, Eric Chevallier, contra su Ministro de Relaciones Exteriores, Alain Juppé, quien ignoró todos los informes de la Embajada y falsificó el contenido de los documentos para desatar una guerra contra Siria. Los informes de la embajada francesa en Damasco, reportaban el decaimiento de las manifestaciones, contradiciendo los reportajes que emitían los canales de televisión Al – Jazeera y France24, quienes mostraban imágenes de un país dividido y de una serie de supuestos asesinatos cometidos por el gobierno.
Asimismo, en la primera reunión de “Los Amigos de Siria” en Túnez, la prensa internacional mostró los enfrentamientos a golpes entre las fracciones opositoras dentro del Consejo Nacional Sirio. La oposición exterior proponía y aun hoy día mantienen la tesis, de que la OTAN o países amigos deben intervenir militarmente en territorio sirio o abrir un corredor humanitario. La fracción interna de la oposición estaba y sigue estando en desacuerdo con cualquier intervención extranjera, porque consideran que podría suceder lo de Libia o causar una guerra civil entre confesiones religiosas y tribales. De igual manera, mostraron desavenencias en cuanto a quién debería liderar un gobierno de transición si llegara a caer el gobierno del Presidente Bashar Al Assad.
Más recientemente se pudo conocer la renuncia de varios opositores al Consejo Nacional Sirio y la conformación de sus propios grupos de oposición, como el frente kurdo de resistencia y otros por afinidades religiosas.
También el discurso agresivo de algunos miembros de la Liga Árabe, Turquía y la Unión Europea, ha cambiado, por ejemplo, en la cumbre de Bagdad realizado el 28 de marzo de 2012, los participantes árabes evitaron pedir la dimisión del Presidente de Siria Bashar Al Assad y solicitar apoyo para suministrar armas al Ejército (opositor) Libre de Siria, que era uno los puntos, según ellos, inamovibles y que lo pusieron de manifiesto en las dos resoluciones elaborada y presentada por ellos ante el Consejo de Seguridad de la ONU, donde pedían la transferencia de poder del Jefe de Estado a su vicepresidente.
De igual manera Turquía, luego de sostener una reunión con su homólogo en Irán, hace algunos días, suavizó el tono contra Siria y ahora dice, igual que países como Líbano, Iraq, Rusia, que la salida de la crisis en Siria debe ser por la vía política.
Antes de este revertimiento de la crisis Siria provocada por EEUU, la Liga Árabe y la Unión Europea, la posición era derrocar al Presidente Bashar Al Assad del gobierno y llevarlo a tribunales de la Haya. Desconocieron las reformas, el referéndum constitucional, el Informe de los Observadores de la Liga Árabe donde confirmaban que existían grupos armados de la oposición asesinando civiles, militares y policías, destruyendo infraestructura del gobierno. De igual manera desconocieron las propuestas del gobierno sirio para la solución de la crisis como el llamado al dialogo para la paz, el nombramiento de una comisión por parte del gobierno para sentarse a elaborar una hoja de ruta con la oposición, la derogación de leyes y el aumento salarial de un 25% solicitado por la oposición, hasta el cambio completo del gabinete de gobierno del Presidente Bashar Al Assad. Todas estas medidas fueron ignoradas.
Ahora la situación se ha revertido, el gobierno tiene el control total de la situación, la crisis se ha superado y como dice el Ministro de Exteriores para los Emigrantes de Siria: “la batalla para derrocar al Estado en Siria ha terminado sin vuelta atrás, y ha comenzado la batalla de instaurar la estabilidad y el trabajo para una Nueva Siria a través de la marcha de la reformas y el desarrollo”.
La presencia de Kofi Annan, para la supuesta solución de la crisis Siria, es un maquillaje de occidente, especialmente de EEUU y Francia, para no quedar mal ante la opinión publica internacional y no se vea, que Rusia, a pesar de todos los obstáculos encontrados en el camino, fue el principal mentor de la solución de la crisis en Siria.
La misión de Kofi Annan, delegada por la ONU, terminará con éxito y de esta manera, diplomáticamente, los países trataran de hacer borrar de la historia, su derrota estratégica, táctica y moral.
La oposición Siria volverá a sus escondrijos de donde salieron y tardaran años en volverse a despertar para reunirse y conspirar. Aunque la Secretaría de Estado de Estados Unidos, Hilary Clinton, de pataleos de ahogada diciendo que la “oposición (al régimen de Assad) está ganando en intensidad, no perdiendo” o que Arabia Saudí, Reino Unido y otras naciones del Golfo Pérsico estén creando fondos multimillonarios para pagar los salarios de los miembros del insurgente Ejército Libre Sirio, el escenario seguirá estando irreversible y a favor del gobierno.
Esta derrota proporcionada por Siria a las potencias del mundo muestran tres elementos: UNO, que EEUU y la OTAN no tenían plan “B” para contrarrestar un posible veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por cualquiera de sus miembros, como lo hizo Rusia y China al frenar las pretensiones occidentales. DOS, que la maquinaria de medios de comunicaciones internacionales de Occidente, pueden desgastarse, perder credibilidad y ser derrotadas en su propio terreno. TRES, que la diplomacia coercitiva y hasta intimidatoria, puede ser revertida a través de la prudencia, como lo hizo Rusia.
El gobierno del Presidente de Siria, Bashar Al Assad, junto con el ejército y el pueblo, ha derrotado la conspiración internacional más grande de la historia y ha dado una lección de coraje y resistencia.