Al calor del fuego sagrado de las ideas-fuerza que sellan el rumbo de nuestra de nuestra independencia en América del Sur, la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), presenta en su urdimbre geopolítica la visión de concatenar entre pueblos del Sur(América) los principios que aunados a nuestra memoria histórica, nos permitan conformar un polo de poder ante la acción depredadora y excluyente, que imponen las grandes potencias bajo la unipolaridad que sostiene el orden mundial en la globalización.
En este sentido, la UNASUR no representa un simple acuerdo diplomático entre naciones, sino que más bien constituye en su perspectiva geopolítica la posibilidad de preservar nuestros recursos naturales y energéticos, la unión de los hilos que tejen nuestra historia común y la acción bajo los principios de autodeterminación, que permitan la participación de iguales entre naciones hermanas con la finalidad de garantizar la soberanía de nuestros pueblos, principio que es inviable en el marco de la unipolaridad.
Dentro de esta perspectiva, la UNASUR no sólo se plantea su geopolítica para la soberanía de nuestros recursos, sino que para avanzar y ganar posiciones en el “ajedrez esferoidal” se enfoca también en la soberanía de nuestras ideas, donde la educación y la comunicación, representan un papel esencial en el desarrollo del potencial humano que nos conduce a la necesidad de reconstruir la fibra moral e histórica, que propague y eleve los niveles de conciencia en nuestras mujeres y hombres, con el propósito de ir progresivamente preparando a nuestra población en el campo de la batalla de ideas, para así de esta manera afrontar los desafíos culturales que desde la inoculación de valores de cambio, impone la cultura de consumo y de desvinculo, como banderas ideológicas de la globalización.
Es por ello, que el nuevo orden geopolítico que se impulsa desde la UNASUR reclama una nueva dinámica educativa y comunicativa, que garantice la acción integradora bajo los principios de cooperación, independencia, solidaridad y autodeterminación, con el objetivo estratégico de consolidar un sistema de defensa ante las falsas representaciones sociales que imponen los aparatos de dominación capitalista.
Por tal motivo, la educación y la comunicación constituyen la acción reciproca de transformar-concienciar-propagar, donde la idea-fuerza se centra en desmontar el poder manipulador que mercantiliza la vida y desvaloriza el mundo humano, esta situación en el marco de la Guerra de IV Generación, sin duda representa una amenaza colectiva en la región, que debe ser mitigada activando nuestras pulsiones constructivas en el marco de una educación y comunicación liberadora…
*Profesor-Instructor-Soldado de las Ideas.
