España: Más de 5 años con crisis y recortes. ¿Entonces cuál debe ser la estrategia de la izquierda revolucionaria?

Tras 5 años de crisis económica, que hace crecer los indicadores de desigualdad y decrecer los de desarrollo social, todavía no se ha generando ninguna crisis política del sistema. Es tiempo de analizar cuál debe ser la estrategia de la izquierda revolucionaria. Debate más allá de la legalidad.
 

En la cultura popular española existe el dicho Año Nuevo, Vida Nueva, aunque como toda costumbre social pueden existir modificaciones culturales intergeneracionales. Posiblemente una buena parte de la juventud española comió el día 31 de diciembre las uvas de oferta y brindó con cava o vino peleón pensando en Año Nuevo, Vida fósil.

Hay muchos jóvenes que terminaron sus estudios técnicos y universitarios entre 2008, cuando se inició la crisis económica financiera, y 2013. Cinco años han pasado ya de esa supuesta crisis y muchos de ellos no han encontrado ningún trabajo digno donde puedan ejecutar en territorio estatal los conocimientos que han adquirido. Una crisis que día a día está a la vez legitimando todo tipo de reformas estructurales en contra de la clase trabajadora.

A la contra de una desmoralización social que generan las nuevas reformas económicas neoliberales que parece ser no solucionan el índice del 50% del desempleo juvenil, y el total del 25%, se han estructurado nuevas instituciones sociales de protesta. En 2011 se fundó el movimiento 15-M, se han realizado diferentes movilizaciones cerca de las sedes gubernamentales de diferentes ciudades, las protestas contra los desahucios han crecido, la izquierda vestida de Curro Jiménez sacando comida y productos básicos a los supermercados de los ricos para dársela a los pobres, el crecimiento del republicanismo contra eljuancarlismo en las encuestas, y no hablar del incremento del independentismo periférico popular con precaución de posibles contaminaciones del oportunismo del mismo nacionalismo neoliberal de la derecha.

Todas estas acciones políticas se han realizado de diversa índole e intensidad durante estos 5 años pero según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) del mes de octubre siguen siendo mayoría los dos partidos que pactaron como ajuste estructural la reforma constitucional del artículo 135 reduciendo el déficit público[1], el PP con un 34% de los votos y el PSOE un 26,8%[2]. A esto hay que añadir que en otra encuesta del CIS, el 51,2% de los encuestados afirmaron no apoyar a ninguna formación política[3]. Por lo tanto a pesar de crecer el voto en la izquierda institucional, Izquierda Unida, con el 11,3%, solo hay dos posturas que son las victoriosas hasta el momento: el neoliberalismo del PP y el PSOE, y el descontento político de la sociedad. La pregunta que surge de todo ello es ¿Qué ha sido de la verdadera izquierda en estos 5 años? ¿Por qué la correlación de fuerzas sigue predominando en los poderosos a pesar de acompañar la situación objetiva?

En América Latina un militar como Hugo Chávez tuvo que emplear la fuerza armada con el intento del golpe cívico militar de 1992 para conseguir finalmente instalarse en el poder la izquierda antineoliberal en 1999. En Bolivia un indígena como Evo Morales hizo frente con palos y piedras con el sindicalismo cocalero a la represión de la DEA (Administración para el Control de Drogas) y el gobierno de Bolivia, al igual que los movimientos sociales en la Guerra del Agua de 2000 y Guerra del Gas de 2003. En Ecuador la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) con la Rebelión de los Forajidos expulsó a presidentes neoliberales como Lucio Gutiérrez en 2005 facilitando el paso a un gobierno de izquierdas liderado por Rafael Correa. O en Argentina los movimientos sociales hicieron envestir a 4 presidentes nacionales en menos de 6 meses durante el 2001 y 2002 con el llamado Corralito y las protestas con platos y ollas, consiguiendo finalmente estabilizarse el gobierno progresista  de Néstor Kirchner.

Estos procesos latinoamericanos a pesar de tener sus particularidades nacionales deben aportar una reflexión a la izquierda española, ¡rompiendo de una vez con el etnocrentrismo!, sobre qué mecanismos utilizar para destripar el modelo neoliberal y evitar la institucionalización y normalización de la crisis. Parece ser que centrarse en la lucha electoralista, o manifestaciones autorizadas, no es el único camino viable, como se ha comprobado en estos 5 años, y hacen falta otros tipos de vías que puedan ser tanto legales como ilegales, que no es lo mismo que ilegítimo. Al igual que fue ilegal el golpe de Chávez o las luchas cocaleras de Evo como fenómenos legítimos que psoteriomente dieron la posibilidad de ganar las elecciones legales. La izquierda ibérica revolucionaria debe analizar qué instrumentos utilizar, que tácticas, qué acciones, con la ley y sin la ley, para romper finalmente con la falsa institucionalidad del sistema. Hay que terminar con el individualismo y la autoculpa que el sistema inserta en la población, evitar los suicidios, y desenmascar las causas del patético presente. Como cualquier psicólogo diría, para evitar ejercer la agresividad hacía uno mismo se debe ejercer hacia el contrario o causa que la genera, en este caso el poder político y económico. ¿De qué manera hacerlo? Es un debate colectivo que debe nacer y formarse en España. El tiempo corre y la pobreza crece.

anibal_gb@hotmail.com

 



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Aníbal Garzón Baeza

La mayor verdad de la historia es que la humanidad está llena de mentiras. Dialécticamente, como humanos vamos a desenmascararlas.

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