Los tiempos cambian tan rápidamente que el hombre no termina de evolucionar satisfactoriamente en un estadio cuando es obligado a abordar el próximo. Todas las esferas de la sociedad son arrastradas por esta vorágine de moda, lo que se ha denominado el mundo virtual. Según RAE, Virtual: 1. adj. "Que tiene virtud para producir un efecto, aunque no lo produce de presente, frecuentemente en oposición a efectivo o real". Algo así como lo antitético a la realidad, a lo real. "El mundo al revés", diría Galeano.
En esto, son campeones los gobiernos títeres controlados por los grandes emporios económicos y mediáticos encargados de mostrar lo que ellos quieren que se vea, se oiga y se lea, y, no la realidad existente. Para muestra dos botones sin detallar un tercero por ser una perogrullada: el gobierno colombiano acusa a Venezuela de causar su crisis en la frontera cuando ellos llevan más de cincuenta años en guerra, paramilitarismo, producción y tráfico de drogas, desatención a sectores humildes; y de violar los derechos humanos a los colombianos deportados ilegales por tomar medidas drásticas y soberanas a fin de recuperar y hacer nuevas fronteras donde el contrabando y la delincuencia hacían de las suyas.
Bien lo menciona, Gabriel Bustamante Peña, en el epígrafe de su artículo, "En nuestra democracia ¿quién controla el cuarto poder?", publicado en El Semanario Caja de Herramientas, "La democracia colombiana cada vez se reduce más a una formalidad electorera cumplida cada determinado período de tiempo. Un proceso de sufragio que adolece de patologías armadas, corrupción y desprestigio. Por dentro y por fuera de esta oprobiosa feria electoral, dirigida por un seudo debate mediático cada vez más consumista y farandulesco, nuestro sistema democrático deja mucho que desear a pesar de que se nos dice con orgullo que:" somos la democracia más estable de América Latina".
El abogado colombiano también trae a colación las palabras de Laura Restrepo que condena la realidad paralela que imponen los medios en Colombia: "Los medios fabrican su propia realidad, la realidad colombiana es la que figura en la primera página de El Tiempo. Y entonces dominan esa realidad que ellos mismos fabrican. Los políticos que ponen, los protagonistas que aman, las frivolidades que fomentan, pero eso también soga para su propio pescuezo, la verdadera realidad colombiana se les queda por fuera. Y ella se maneja en muy buena medida al margen de los medios".
Paradójicamente, esta democracia soñada, ocupa el segundo lugar después de México, en muertes de periodistas desde el 2000. Según Reporteros Sin Fronteras, "muchos de estos periodistas fueron víctimas de su afán de denunciar las violaciones a los derechos humanos, el crimen organizado, la corrupción y las injerencias". Además, denuncian que las investigaciones para esclarecer los asesinatos se estancan y en ocasiones son obstaculizadas por "autoridades corruptas. Casi todos estos crímenes permanecen impunes hasta la fecha, debido a la falta de voluntad política y de un sistema judicial eficaz". Recientemente, Flor Alba Núñez, de 31 años, muere en el medio radial donde laboraba en manos de un sicario; y son amenazados de muerte el periodista vallecaucano de Telesur, Milton Fabián Henao, y de su camarógrafo, Oliver Rivera, por mostrar la otra cara de lo que ocurre en la frontera, abandonada por el Estado colombiano y sometida por bandas criminales y paramilitares, que se lucran de un multimillonario negocio de contrabando de combustible y alimentos desde Venezuela, con la complicidad del Gobierno de colombiano.
El otro flamante botoncito es el grupúsculo del Partido Acción Nacional, del "senado" del México, "lindo y querido", de Jorge Negrete; y el "Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de EEUU", del presidente Porfirio Díaz, que demandó al Gobierno mexicano promoviera una sanción para que Venezuela sea suspendida del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. En cacareada rueda de prensa, los legisladores condenaron la sentencia a Leopoldo López porque atenta contra la democracia en Venezuela y América Latina.
Según RSF, en México, "La impunidad sigue siendo la regla en la inmensa mayoría de los casos de asesinato y de desapariciones. Las investigaciones con frecuencia se cierran de prisa o se frenan debido a la lentitud burocrática. La impunidad también se explica por la colusión entre el crimen organizado y las autoridades políticas y administrativas –a menudo corruptas y en las que incluso se han infiltrado los cárteles– a todos los niveles. Este país es dominado, como el anterior, por los grandes emporios económicos y mediáticos encargados de mostrar lo que ellos quieren que se vea, se oiga y se lea, y, no la realidad existente, fieles domésticos a su mercé imperial, el otro botoncito.
Para los habitantes del mundo virtual, al revés, funciona su matemática virtual en donde 144.000 + 121.000 + 5.600.000 < 1.300. O sea que la suma de, 144.000 migrantes de 2014, más 121.000 hasta julio y los 5.600.000 registrados es menor a los 1.300 deportados ilegales. Y, 1>42+43. O sea, la sentencia a Leopoldo es de mayor importancia que la desaparición de sus 42 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, al sureste de Iguala; y, obviamente, las 43 víctimas venezolanas que dejó el llamado a la "salida" convocada por el susodicho.
