Ban ki Moon, secretario de la Organización de Naciones Unidas, ONU, con sus declaraciones recientes de que hay una "crisis humanitaria", se alía a los Estados Unidos.
Moon –que hasta ahora no había intervenido en los ataques internacionales contra nuestro país- arremete desde Argentina donde gobierna Macri, quien 1) pretendía arrestar injustamente a Hebe de Bonafili, fundadora de las Madres de la Plaza de Mayo para hallar los desaparecidos en la dictadura de Videla; 2) ha dejado sin empleo a más de 127 mil trabajadores estatales como de empresas privadas; y 3) desde que es gobierno hay más de 300 mil nuevos indigentes.
Ban ki utiliza la matriz de "crisis humanitaria", que es lo mismo que violar DDHH, mientras dice que necesidades básicas del venezolano no son cubiertas, y con ello obvia el esfuerzo que hace el Gobierno nacional, con medidas como Clap y los subsidios, para garantizar el derecho constitucional a la alimentación.
Lo anterior lo hace cómplice del Departamento de Estado, del gobierno y operadores de los EEUU, como el Comando Sur, que vienen aplicando contra Venezuela lo de trasgresión de derechos humanos, con fuerza desde el 2014 con la Ley S. 2142, de Defensa de los DDHH y Sociedad civil, como paso previo para justificar mediáticamente una intervención militar.
Asimismo, el vocero de la ONU mintió sobre la escasez del vital recurso aquí. Y desestima que en Colombia más tres millones de habitantes que no tienen acceso al agua potable; no se pronuncia en torno al golpe parlamentario en Brasil contra su presidenta Dilma Rousseff y subestima a los 43 desaparecidos de Ayotzinapa en México.
En resumen, Ki justifica a los EEUU para intervenir acá, y así saquear las reservas hidroeléctricas y petróleo venezolanos, mientras legitima a la oposición venezolana desde el Poder Legislativo, servil a los intereses estadounidenses repitiendo cuanta falacia acordada desde el Norte.