Se veía venir. Conocer la realidad de la guerra y la paz en Colombia en la época de la presidencia de Uribe, sirve para conocer su intención cuando ya no es presidente. A propósito, el autor colombiano Cuartas Restrepo (2006) en su obra “Pedagogías de la violencia en Colombia” refiere que en momentos en que Uribe fue presidente de la república, su compromiso de devolver la paz a Colombia, fue a través de la estrategia de la guerra, es decir, a través del terror, sin importar las consecuencias que genera la guerra como tal. A este respecto, dicho autor, considera que bajo esos términos no se puede hablar de responsabilidad frente a la paz, “no hay la más mínima intención de promover acciones de reflexión y diálogo sobre un conflicto que no curará ni la valentía ni las armas. Con más guerra no ha conseguido ningún líder…alcanzar la paz: esta elección irresponsable trae mayor desconcierto” En efecto, no se conoce de ningún acto o situación en que Uribe hubiese manifestado la posibilidad de negociar la paz con los grupos disidentes. Al contrario, su opción fue el bombardeo sobre las zonas en que se suponía estaban los grupos guerrilleros.
Otra forma de descubrir la insensibilidad de Uribe se manifiesta a través de una anécdota que implica a la pintora Débora Arango. Parece, según Cuartas Restrepo, que en cierto momento, dicha artista envió una paloma viva al presidente, lo que desde todo punto de vista debe representar un mensaje significativamente profundo; sin embargo, en un acto de insensibilidad y menosprecio, “el presidente Uribe Vélez regresó la paloma a la pintora, pidiéndole que le enviara a cambio un fusil”(pag.49) Al respecto, el citado autor, señala que: “queda ilustrada la soberbia de alguien que no deriva la más mínima reflexión ante un evento simple del mundo de la vida, respondiendo con humor negro a un gesto de ternura”(pág.49) Ante esta realidad y el prontuario delincuencial que dicen muchos, posee Álvaro Uribe, es impensable hablar de ternura y otras cualidades que impliquen sentimientos.
En atención a la respuesta de Uribe a la pintora, Cuartas Restrepo, señala: “En la respuesta del presidente Uribe se vio su flagrante irresponsabilidad frente a la paz, pero también su falta de sensibilidad e inteligencia, dos atributos que no pueden faltar a un líder de quien se reclama firmeza, pero también ternura, principio de realidad, pero también ilusión” (pág. 50) Tales opiniones solo permiten, redescubrir lo que Uribe realmente fue como presidente y sus motivaciones en cuanto a seguir teniendo a la guerra como su soporte existencial. Sin embargo, hoy vuelve a la palestra pública por mantener sus criterios guerreristas en Colombia, influenciando a través de intimidaciones o amenazas y engaños a la población sobre las consecuencias negativas de lograr la paz en Colombia, lo que hizo posible una victoria del NO a la paz sobre el SI, perturbando las intenciones de la paz verdadera asumida como compromiso del gobierno actual presidido por Santos y las FARC/ EP. En todo caso, se sigue pensando en que lo que falta para Colombia como lo refiere Cuartas Restrepo, “son armas para ganar la guerra y no pamplinas de viejos y de artistas como palomas y cosas así” (pág. 49) Mientras tanto, digo yo, la paloma seguirá en la mira de un fusil.
Referencia
Cuartas R, JM (2006): Pedagogías de la violencia en Colombia. Universidad del Valle Restrepohttps://books.google.co.ve/books?id=YCOBI0fYf3QC&pg=PA49&lpg=PA49&dq=entre+el+fusil+y+la+paloma+de+la+paz&source=bl&ots=2zrA8vhzvw&sig=