Tuve la oportunidad de asistir a Bolivia al X Encuentro Internacional de Educación Alternativa y Especial que se realizó en Warisata y La Paz los días 27 y 28 de agosto de 2019, atendiendo una invitación del amigo viceministro de Educación Alternativa y Especial, Noel Aguirre. Fueron días provechosos de reafirmación de la Educación Popular con la que Simón Rodríguez sembró el alma boliviana, pero sin embargo me preocupó la opinión de algunos sectores de clase media en relación a las elecciones del 20 de octubre. Observé odio acumulado en algunos jóvenes que intentaban ocultar el desprecio hacia el pueblo indígena y en particular hacia Evo Morales. Durante el evento, la Chiquitanía, al norte de Bolivia, y la Amazonía brasileña eran abrasados y mientras Evo combatía el fuego con agua, Bolsonaro lo avivaba con gasolina.
En este contexto era inocultable que con Andrés Manuel López Obrador en la presidencia de México desde el 1° de diciembre de 2018, se avizoraba un año 2019 complejo que logró tensarse el 7 de febrero cuando el pueblo haitiano salió a las calles protestando contra la gestión del presidente pitiyanqui, Jovenel Moïse a la vez que exigían programas sociales y procesar a funcionarios corruptos. El lunes 29 de abril la policía de Honduras reprimió las protestas realizadas en las calles de Tegucigalpa para rechazar las reformas del Congreso que pretendían privatizar el sistema educativo y de salud. El domingo 11 de agosto con la victoria obtenida por Alberto y Cristina Fernández en las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) en Argentina la tensión en América Latina preocupaba en demasía a Washington.
Culminaba agosto con la muerte de ocho niños colombianos y la mutilación de una niña en un bombardeo de la Fuerza Pública desarrollado el 29 de agosto, en San Vicente del Caguán, Caquetá. La respuesta del subpresidente Iván Duque fue aceptar la renuncia de Guillermo Botero, quien era el ministro de Defensa. Tanto él como el comandante del Ejército, Nicacio Martínez, negaron conocer que en la zona había niños y adolescentes.
Octubre, mes en que se celebra mundialmente el sesquibicentenario (250 años) del nacimiento del caraqueño Simón Rodríguez, comenzaba a tensionarse el 2 de octubre con protestas en Ecuador en contra de las medidas neoliberales del presidente traidor Lenin Moreno. El 8 de octubre, el pueblo peruano salió a las calles para protestar contra el presidente peruano, Martín Vizcarra, por su decisión de disolver el Congreso. El mismo día, el presidente chileno Sebastián Piñera, dueño de la línea aérea Lan Chile, dijo ufanado que "en medio de esta América Latina convulsionada veamos a Chile, nuestro país es un verdadero oasis con una democracia estable, el país está creciendo, estamos creando 176 mil empleos al año, los salarios están mejorando".
Hasta ese momento Lula seguía preso en Curitiba; el departamento de Estado de Estados Unidos seguía arremetiendo comercial y financieramente a Venezuela, robándole la empresa Citgo; seguía pagando a terroristas para desestabilizar a Nicaragua ante la inminente construcción china de otro canal centroamericano; seguía agudizando el bloqueo a Cuba; seguía manejando a sus presidentes títeres como es el caso del salvadoreño Nayib Bukele, quien, siguiendo órdenes de Trump, expulsó al cuerpo diplomático venezolano el 3 de noviembre; y sus empresas de "comunicación" social privadas seguían atacando a la Revolución Bolivariana mientras ocultaban las masacres a los pueblos indígenas en Colombia por parte de paramilitares uribistas, así como el atropello al pueblo Mapuche en Chile, al Maya, Lenca, Chorotega, Chortís y Garífuna de Honduras, al Kuna de Panamá, al aimará y quechua de Ecuador y Perú, y al Yanomami brasileño.
En el año 2003 el embajador estadounidense en La Paz, Manuel Rocha, amenazó a los bolivianos con eliminar las inversiones si votaban por Evo Morales. Cinco años después, Philip Goldberg, el nuevo embajador gringo, intentó bloquear la aprobación de la nueva Constitución Política del Estado, además de realizar actividades conspirativas para impedir el desarrollo de la Asamblea Constituyente y de vincularse a grupos políticos que querían separar y dividir al país en lo que se llamó "la media luna". El 28 de marzo de 2016, el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, presentó su libro "Plebeian power" ("La potencia plebeya") en la Universidad The New School en Nueva York. El acto fue saboteado por algunos personeros tarifados por el exgobernador de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, prófugo de la justicia en Estados Unidos.
Aún persisten muchas formas de segregación en un importante sector de América Latina: xenofobia (odio a los extranjeros), machismo, misoginia (odio a las mujeres), aporofobia (odio a los pobres), bolsefobia (anticomunismo) y todas las formas de racismo (etnoracismo u odio entre los mismo fenotipos, mestizos en contra de lo indios y los afrodescendientes, afrofobia u odio a los africanos, indofobia u odio a los indígenas). En este sentido debemos recordar lo que no dijo el 15 de febrero de 1819, Simón Bolívar, en el Discurso de Angostura: "tengamos presente que nuestro pueblo no es el europeo, ni el americano del norte, que más bien es un compuesto de África y de América, que una emanación de la Europa; pues que hasta la España misma deja de ser europea por su sangre africana, por sus instituciones y por su carácter. Es imposible asignar con propiedad a qué familia humana pertenecemos. La mayor parte del indígena se ha aniquilado, el europeo se ha mezclado con el americano y con el africano, y éste se ha mezclado con el indio y con el europeo. Nacidos todos del seno de una misma madre, nuestros padres, diferentes en origen y en sangre, son extranjeros, y todos difieren visiblemente en la epidermis; esta desemejanza trae un reato de la mayor trascendencia".
Estamos llamados a rechazar categóricamente el intento de golpe de Estado al presidente constitucional Evo Morales Ayma. Bolivia es el país que más golpes de Estado ha sufrido en la historia. Humillar al pueblo indígena por haber votado por su ancestralidad, bloquear las vías, desinformar a través de sus empresas de desinformación y causar destrozos a alcaldías y entes estatales, son las órdenes que desde Estados Unidos reciben los gamonales que históricamente mandaron en Bolivia a favor de sus intereses particulares. El 10 de noviembre, el presidente Evo llamó a unas nuevas elecciones en un acto del mismo peso histórico que el que asumió Hugo Chávez cuando llamó el 3 de junio de 2004, a enfrentar al enemigo en la Batalla de Santa Inés, que desembocó en una espectacular victoria el 15 de agosto de ese año.
Desde la capital de la República Bolivariana de Venezuela; donde nacieron en 33 años: Francisco de Miranda, Simón Rodríguez, Andrés Bello y Simón Bolívar; apoyamos irrestrictamente al emancipado pueblo del Estado Plurinacional de Bolivia y a sus wawas, jóvenes, mujeres y hombres formados ayer con la Educación Popular por Simón Rodríguez y luego en la Escuela Ayllu de Warisata por Avelino Siñani y Elizardo Pérez porque "El primer deber del gobierno es dar educación al pueblo", declaró el primer presidente y fundador de Bolivia, el Libertador Simón Bolívar, al comienzo de su decreto del 11 de diciembre de 1825, expedido en Chuquisaca, mediante el cual organiza el sistema educativo.
Hoy, cada mujer boliviana se llama Bartolina y cada hombre Túpac, y defienden sus votos con el apoyo del pueblo Caribe, de las cimarronas y cimarrones de Haití, de los pueblos indígenas de Panamá, Honduras, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Argentina; y de los mestizos, zambos y blancos de orilla, de toda América.
Hoy Lula está libre y listo para alistarse a la columna Prestes y convocar a João Goulart. Simón Rodríguez habla desde la tribuna americana: "la fuerza material está en la masa y la moral en el movimiento". En Ecuador luchan Manuela Sáenz, Eloy Alfaro y Jaime Roldós Aguilera. En Perú el pueblo sigue al líder Juan Velasco Alvarado y en Panamá a Omar Torrijos. Emiliano Zapata y Pancho Villa apoyan a AMLO en su decisión de expulsar a la General Motors de México. Augusto César Sandino sabe que "hondamente convencidos como estamos de que el capitalismo norteamericano ha llegado a la última etapa de su desarrollo, transformándose como consecuencia, en imperialismo, y que ya no atiende a teorías de derecho y de justicia pasando sin respeto alguno por sobre los inconmovibles principios de independencia de las fracciones de la NACIONALIDAD LATINO-AMERICANA, consideramos indispensable, más aún inaplazable, la alianza de nuestros Estados Latinoamericanos para mantener incólume esa independencia frente a las pretensiones del imperialismo de los Estados Unidos de Norte América, o frente al de cualquiera otra potencia a cuyos intereses se nos pretenda someter". Un jacobino negro en Haití habla en fiera voz: "Hermanos y amigos. Soy Toussaint Louverture; quizás el conocimiento de mi nombre haya llegado hasta vosotros. He iniciado la venganza de mi raza. Quiero que la libertad y la igualdad reinen en Santo Domingo. Trabajo para que existan. Uníos, hermanos, y luchad conmigo por la misma causa. Arrancad de raíz conmigo el árbol de la esclavitud". En Argentina, Arturo Jauretche grita a la multitud: «El arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los pueblos. Los pueblos deprimidos no vencen. Por eso venimos a combatir por el país alegremente. Nada grande se puede hacer con la tristeza». Evo, investido con la dignidad de todo un pueblo, le dice al mundo: "en Bolivia mandan los indios, no Estados Unidos".
¡Viva la ancestralidad del Abya Yala! ¡Viva el Caribe insurgente! ¡Viva Lula libre! ¡Vivan la CELAC, Unasur y el ALBA/TCP! ¡Viva Colombia sin Santander y sin Uribe! ¡Los McDonalds no volverán a Bolivia! ¡Yanquis, go home! ¡Evo no está solo, carajo!