La historia de la ONU, en sus 75 aniversarios, sirvió de escenario para entender como es la correlación de fuerzas en el seno de esta organización, frente a la tesis que maneja Estado Unidos, y sus lacayos, y las posiciones y posturas que manejan un numero importantes de países que, plantean la restructuración de la ONU, de manera muy especial el concejo de seguridad. Se observa una premisa que comparten la mayoría de los miembros que indica que el Gobierno de Estados Unidos, está en guerra en contra del planeta, sus recursos vitales y sus habitantes. Se aprecia esta conducta de acuerdo a su posición que asume en el seno de la ONU, y fuera de esta organización, este señalamiento se ajusta a la realidad que vive el mundo. Washington amenaza el multilateralismo y el Derecho Internacional con su conducta irresponsable, y de tal forma resulta el mayor peligro para la paz y la seguridad internacionales. La mayor potencia mundial promueve conflictos, guerras no convencionales y comerciales e impone severas medidas coercitivas unilaterales. También abandona foros internacionales como la Organización Mundial de la Salud, la Unesco o el Consejo de Derechos Humanos. Washington dilapida en su carrera armamentista recursos indispensables para el desarrollo sostenible de nuestros pueblos, mientras se niega a cooperar en el enfrentamiento a las múltiples crisis generadas por la devastadora pandemia de Covi-19.
El propósito del plan criminal del enviado de la Casa Blanca para Venezuela, Elliott Abrams y el secretario del Departamento de Estado de Estados Unidos (EEUU), Mike Pompeo, en su actual gira realizada en Colombia y Brasil. Los dos funcionarios norteamericanos buscan activar desde naciones vecinas una campaña de guerra sobre una falsa venta de armas de Irán a Venezuela. La campaña de propaganda de guerra sobre venta de armas de Irán a Venezuela, tiene como objetivo unificar el ataque contra los dos países. Elliott Abrams es el ejecutor de la estrategia criminal y la gira de Mike Pompeo, por los Países vecino de Venezuela busca incorpora a los países vecinos a la agresión contra el pueblo venezolano. Hay mas En Colombia, Mike Pompeo dejó instrucciones a Ivana Duque para que diligencie lo que sea necesario a los fines de que se permita incrementar la cantidad de tropas estadounidenses en territorio neogranadino. En Brasil, el secretario de estado norteamericano terminó de ajustar el torcido y subordinado brazo del gobierno brasileño de Jair Bolsonaro. Su misión en ese país fue garantizar que el Ejército de Brasil deje de actuar discretamente y se sume frontalmente al asedio e invasión de Venezuela. En Guyana, el representante imperial obtuvo el Sí que les faltaba para que el nuevo gobierno permitiera el envío de tropas estadounidenses a territorio guyanés.
El gobierno de Estados Unidos, pese a ser la principal potencia del mundo industrializado y contar con los laboratorios más avanzados, Estados Unidos superó la marca de los 200.000 muertos debido al coronavirus. A seis semanas de las elecciones presidenciales, Donald Trump culpó a China por la epidemia. Donald Trump, acusa a la China de la creación del coronavirus, pero nunca ha argumentado ni explicado la razones que justifique la acusación tan temeraria, se parece mucho a los oposicionistas venezolanos que acusan pero no presentan pruebas. Oposición que también se está quedando sola en Venezuela
La intervención del presidente Colombiano, en la ONU, se parece mucho a de Donald Trump, todo está bien en la ONU, lo que hizo fue acusar al presidente venezolano Nicolás Maduro de hechos que nadie cree, solo él y su patrón Donald Trump. Es demasiada la hipocresía de Iván Duque. Se presenta como un héroe de la paz, los Derechos Humanos, la lucha contra el narcotráfico. Es imposible creerle una sola afirmación. La comunidad internacional no es estúpida, queda nuevamente Iván Duque ante el mundo, como un mentiroso.
