El presidente de EE.UU. Donald Trump, como siempre, irrespetando todas las leyes, organismos y hasta a la misma naturaleza; utiliza cualquier circunstancia para sus fines políticos, con miras a las elecciones de ese país y su candidatura presidencial. Continúa con las amenazas y bloqueos a otros países y llega hasta afirmar que en EE.UU. puede haber un fraude electoral y ante esas circunstancias, no entregaría el poder. A la fecha no tenemos noticia de una misión diplomática enviada por la Unión Europa (UE) que viajó a Caracas para tratar de promover unas "condiciones mínimas" para que puedan celebrarse las elecciones legislativas programada para el 6 de diciembre en Venezuela, fecha planificada que cuenta con un cronograma electoral aprobado por el Consejo Nacional Electoral y compartido de forma unánime por las 107 organizaciones políticas partidista que participan y presentaron candidatos. No tiene apoyo la aconseja planteada Por los vasallos de la Casa Blanca: la Unión Europea, OEA, Grupo de Contacto y el cartel de lima. Que no serán reconocidos los resultados electorales del 6 de diciembre.
Por regla general, las elecciones en Estados Unidos las gana el candidato que emplea mejor las armas de la guerra sucia, la mentira y la manipulación. En el caso del Partido Republicano, esa praxis incluye actividades criminales y crímenes de lesa humanidad. Donald Trump, por supuesto, encaja perfectamente en esa tradición criminal para usurpar, Si de mentiras se trata, la historia de la humanidad está plagada de falsedades y tergiversaciones. En esa dirección la Unión Europea y la Casa Blanca llevan la delantera están en primera línea, también en la falsa y la mentira. Muchos ilustres venezolanos han sido puestos al escarnio público, pero cuando la verdad se presenta por varias vías, permanece la complicidad y la mentira, recordemos una frase vinculada al golpe de Estado del año 2002: pistoleros de puente llaguno. Tal vez la mentira la complicidad, se pueden ver como detalle, pera para el imperio que, no tiene ética son líneas gruesa de su acción política.
La mentira, la complicidad y el no pago de los impuestos se ubican en el perfil mental del capataz jefe de la Casa Blanca actual. Recientemente The New York Time reveló que Donald Trump pagó solo 750 dólares en impuestos federales en 2016, cuando ganó las elecciones, y en su primer año en la Casa Blanca, desembolsó la misma cantidad de 750 dólares, que es una cantidad muy pequeña comparada con la fortuna que se cree que ha amasado en sus negocios inmobiliario. Donald Trump supuestamente tampoco ha pagado ningún tipo de impuesto por ingresos en 10 de los últimos 15 años. Actualmente, según el diario, las finanzas de Donald Trump están bajo presión debido a que pesa sobre él cientos de millones de dólares de deuda que han vencido y que él había garantizado que pagaría personalmente.
No pagar impuesto es como recordar: Alphonse Gabriel Capone más conocido como Al Capone. El 17 de octubre de 1931, el gánster que había puesto en jaque al FBI, el hombre que había controlado el hampa en la ciudad de Chicago, la figura que había fundado el 'sindicato del crimen' y que había liquidado a cuantos osaron ponerse en su camino era condenado a once años de cárcel en una prisión federal al ser hallado culpable de cinco de los 23 cargos presentados contra él. Fue recluido en un penal de Atlanta, pero dado que seguía controlando su vasto imperio, sin apenas problemas, fue trasladado a la mucha más dura cárcel de la isla de Alcatraz. Además, la fiscalía de Manhattan ha reclamado las declaraciones de impuestos de Donald Trump. Algo puede pasar Y de repente le llegan los ganchos al guapetón de la Casa Blanca. Las revelaciones sobre los impuestos de Donald Trump apuntan al corazón de sus votantes