Putin y Ucrania: consecuencias como escenario hipotético

Suponer que Vladimir Putin no ha estudiado el texto de Sunxi, "El arte de la guerra", es el error geopolítico más grave que se puede sostener; en contrario, es de toda lógica el desarrollo de la actual "Guerra Política" a la cual se enfrenta el Presidente de la Federación de Rusia desde que decidió tomar la decisión de Estado de cruzar la frontera con su vecina Ucrania.

En ese orden el necesario análisis del desarrollo en la escena bélica con las justificaciones objetivas como los desarrollos geoestratégicos en el marco de la "Guerra Política" desde Occidente (léase: Washington y sus "socios y aliados"), nos obligan a un cierto grado de objetividad en considerando las reales limitaciones sustentadas por las subjetividades expresadas por ambos actores como por las propias personales de quienes nos acercamos a tratar de comprender y exponer nuestras ideas.

El tema se encuentra sobre la mesa para la reflexión desde el mismo momento que empezaron los movimientos militares tanto desde Rusia como desde lo interno en Ucrania con las lógicas incorporación del "political power" de Occidente en sus propias y conflictivas temporalidades internas y externas motivadas por las desavenencias políticas, geopolíticas como sus desarrollos geoestratégicos de miras a la conflagración. Es decir, a medida que se desarrollaban los escenarios en los espacios geográficos más cercanos a las fronteras ruso-ucranianas, los occidentales han ido desarrollando más una táctica que una estrategia, en lo temporal, en cuanto pareciera que ante el accionar político-militar asumido por Rusia, occidente no ha tomado la decisión de responder vis a vis a ese escenario militar-ruso, por ahora.

En el relativo corto periodo en desarrollo de la conflagración, una nueva manera de hacer la guerra se está expresando tanto que es motivo de una muy seria preocupación para la academia militar norteamericana referido a la teoría de la guerra en cuanto el desarrollo de los escenario de guerra que se está observando en todo el corazón del continente europeo en tanto que esos espacios afectan gravemente a una serie de países limítrofes con ambos países enfrentados considerando las lógicas asimetrías de las importancias que dichos países limítrofes tiene en su relación entre sí como las propias asimetrías internas en considerando los desarrollos socio-económicos entre ellos además de los factores geo-ideológico-históricos y religiosos como etno-geográficos y lingüísticos que afectan el propio desarrollo de la guerra.

Es decir, las muy demostrables similitudes entre Rusia y Ucrania se confrontan con realidades, también reales y objetivas, de sus vecinos además de las presencias históricas de sus inconsciencias motivas a confrontaciones reales desde las relativamente recientes hasta aquellas pretérito-históricas. Pongamos un simple ejemplo referente: Suecia, país invasor de Rusia, cuya neutralidad la "ha tirado al basurero", es lógico de toda lógica cuando su industria militar colabora con la producción de partes para la aviación de guerra norteamericano.

Pero acerquémonos a fechas recientes que, en nuestro criterio, tienen fuerte impacto en el desarrollo ¿inevitable? de la OTAN hasta el Indo-Pacífico.

El Secretario de Defensa, Lloyd Austin y el Jefe del Estado Mayor, General Mark Milley, comparecieron ante la Comisión de Servicios del Ejército (Fuerza Armadas) de la Cámara de Representantes del Congreso norteamericano con la finalidad de discutir el Presupuesto de Defensa 2023.

Expuso el General Mark Milley: "…[we] warned against growing threats from competitor countries including China and Russia...´We are entering a world that is becoming more unstable and the potential for significant international conflict between great powers is increasing, not decreasing´….". Cualquier duda sobre el reflejo de los pensamientos de Alfred Thayer Mahan son simple coincidencia imperial.

Es decir, la realidad bélica en pleno desarrollo en el centro de Europa se sustenta más en la tesis hitlerianas de la Lebensraum que va más allá del Caspio/petróleo e India para retrotraer los escenarios expansivos de los imperios europeos hacia Asia, concretamente, hacia China, en tanto la realidad capitalista actual porque así lo exige el propio sistema.

La Historia nunca perdona aun cuando sus escritos tengan la carga subjetiva de sus escribidores. Sin necesidad de trasladarnos a la "Guerra de los 100 Años", la realidad socio-política que se fue mostrando en Ucrania desde 2014 significaba una realidad-espejo de la evolución del nazi-fascismo en similitud a aquellas escenas que bien describe Karl Kraus en su libro: "La Tercera Noche de Walpurgis". La Comunidad Europea no ha aprendido la lección de los campos de exterminio y los EEUU de Norteamérica nunca dejaron sus coqueteos con el nazi-fascismo europeo (léase: Kennedy padre).

En última instancia, le volvió a tocar a Rusia tener que enfrentar al nazi-fascismo europeo expresado en su realidad en Ucrania de ahí la decisión de Vladimir Putin de desnazificar como desmilitarizar a su vecino aún a costa de las reales consecuencias de una guerra.

Tiene razón el Presidente constitucional de la República Bolivariana, Nicolás Maduro Moros, cuando expresa sus pensamientos sobre las realidades a ocurrir de un "nuevo orden mundial".

UNIDAD, LUCHA, BATALLA, VICTORIA.

 



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Miguel Ángel Del Pozo


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