La IX Cumbre de las Américas, donde los pueblos no hablan, se realiza en Los Ángeles, California, bajo la sombra del fracaso y ausencias que podrían propinar un revés al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en su política regional. El evento, previsto del 6 al 10 de junio, inicio este pasado lunes con las reuniones entre representantes de la sociedad civil, el sector privado y otros encuentros previos al segmento de alto nivel en los últimos dos días, alrededor del cual persisten las incógnitas. El lema de la Cumbre "Construyendo un futuro sostenible, resiliente y equitativo", quedó solo en un balbuceo bienintencionado. El evento se preparó de manera poco clara por parte de Estados Unidos, y se evidenció en la forma que antes negociaron un llamado Plan de Acción en salud y de resiliencia de las Américas, hasta el año 2030. En el documento señalado solo encontramos elementos neoliberales, con muchas carencias y además no encontramos en la agenda las necesidades reales de los pueblos en esta parte del mundo.
La cumbre de la exclusión, donde los no hablan, Plantean también que los grandes retos de los pueblos del continente americano no se solucionan mediante la exclusión, la confrontación, la violencia, las sanciones, las intervenciones, las agresiones y los cambios de Gobiernos por la vía violenta. Sino mediante el respecto a la diversidad y la cooperación. La decisión de los anfitriones de hacer una reunión con invitados de sus simpatías políticas y excluir algunos países como Cuba, Venezuela y Nicaragua causó reacciones de rechazo a nivel continental. La vil acción tomada por la Casa Blanca, expresa la arrogancia de un Gobierno hegemónico que representa un orden mundial contrario al multilateralismo. La diplomacia ha retrocedido a la época de las invasiones salvajes de los siglos pasados. Repito estamos en presencia de un retroceso de la diplomacia moderna.
Las posiciones se radicalizan y el vasallaje aumenta y se consolida la vergüenza de Países, que entregaron su independencia y soberanía a la Casa Blanca. Es un hecho Notorio Publico y Comunicacional de la no participación del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien defiende el principio de que deben asistir todos los países en igualdad de condiciones. Se quedó Joe Biden esperando, que quería la participación de López Obrador, lo acompañe en la apertura de la cumbre, afirmó Juan González, el principal asesor del jefe de la Casa Blanca para América Latina.
La Cumbre de las Américas parece ser una debacle, un autogol diplomático. Estados Unidos. no tiene una propuesta comercial, una política de inmigración ni un paquete de infraestructura. En cambio, la atención se centra en quién asistió al evento y en quién no. Sin embargo, Washington se negó a invitar a los Gobiernos de Venezuela, Nicaragua y Cuba. En protesta por esa exclusión, los presidentes de México, Bolivia, Honduras y Guatemala decidieron no asistir al evento.
En relación a la celebración de la cumbre de la exclusión, donde los pueblos no hablan, reciben orden. La posición del Estado venezolano ha sido la más coherente, recientemente Los diputados que conforman el parlamento venezolano emitieron este pasado martes un proyecto de Acuerdo en rechazo a la exclusión unilateral de Venezuela por parte del gobierno de Estados Unidos, a la novena Cumbre de las Américas. Dicho acuerdo establece que esta acción desde Estados Unidos representa un atraso en la unión de los países.
El pueblo venezolano. Además, rechazar la acción discriminatoria y abusiva del gobierno de los Estados Unidos, saludar la decisión de los presidentes que no acudirán al evento, denunciar ante todo el mundo, que los venezolanos, son víctimas del bloqueo a la economía y por último convocar a la unidad entre las naciones del mundo.
