Para la estupidez, el responsable es el otro. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, recientemente responsabilizó al presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, por su decisión de ordenar la defensa de las fronteras del pueblo ruso, la acusación es por los hechos del alza de los precios de los alimentos a escala mundial. A renglón seguido el genio Presidente de la OTAN, Jens Stoltenberg subrayó que no son nuestras sanciones y procura militar para destruir al pueblo ruso, es la guerra la que ha causado los actuales problemas, para obtener cereales para una parte importante del mundo. La hipocresía de Occidente llega al extremo, cuando dice el pueblo ruso está usando la comida como un instrumento, con grandes ramificaciones para la gente corriente, que tiene que pagar un precio más alto, tanto en los alimentos como en la energía. Analizando lo dicho, surge una pregunta inocente, es que no hay nadie serio en los gobiernos de los EE.UU. y la Unión Europea, para hablar de cosas serias.
Cuál es el objetivo de los Estados Unidos y sus aliados conseguir cereales y alimentos para el mundo o derrotar militarmente al pueblo ruso, el interés está muy claro cuando los amigos de la guerra piden mayor participación militar de los EE.UU. Jens Stoltenberg, indicó que le gustaría ver una mayor implicación de la Estados Unidos, quien anunció recientemente otro paquete de ayuda militar a Ucrania, de 450 millones de dólares para hacer frente a la defensa de la soberanía rusa, que incluye el sistema de misiles que Kiev estaba reclamando desde hace semanas. El nuevo paquete de ayuda muestra el compromiso de Washington, con Ucrania, así lo ha manifestado el coordinador de comunicaciones del Consejo de Seguridad Nacional, John Kierby, en una rueda de prensa. Occidente se organiza para la guerra, no les interesa la comida para sus pueblos.
Occidente se organiza para la guerra. En un comunicado, el Pentágono detalló que el paquete incluye 36.000 balas, 18 vehículos tácticos, 12.000 lanza granadas, 2.000 ametralladoras, 18 botes para patrullar y cuatro HIMARS, un sistema de misiles montado en un camión que es capaz de disparar a 70 kilómetros de distancia. EE.UU. ya había enviado cuatro de estos sistemas HIMARS a Ucrania, pero el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, llevaba semanas reclamando al Gobierno de Joe Biden que enviara más armamento a los fines de derrotar al pueblo ruso en territorio Ucraniano.
Occidente se organiza para la guerra, mientras la crisis alimentaria y energética derivada de las sanciones y bloqueo, en contra de la federación Rusa, sigue afectando a pueblos que no están a favor de la guerra. Zelenski solo espera que los misiles recibidos de los EE.UU, ayuden a las tropas ucranianas, en la región de Lugansk, en el este de Ucrania, donde las fuerzas de la federación Rusa, avanzan cada vez más hacia la ciudad de Lisichansk. Se trata de la última gran ciudad aún bajo control total de Kiev tras perder en su totalidad el control de Severodonetsk.
De acuerdo con datos del Pentágono, EE.UU. ha destinado más de 6.000 millones de dólares en asistencia de seguridad a Ucrania, desde el inicio de la defensa de la frontera de la Federación Rusa, el pasado 24 de febrero. A los fines de ganarle la guerra al pueblo ruso, en territorio Ucraniano. El presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putin, ha pedido recientemente una cooperación honesta para salir de la crisis económica mundial, causada en su opinión por las acciones insensatas y egoístas de los Estados Unidos y sus aliados de la Unión Europea.
