Latinoamérica y el Caribe: "nueva época", "nueva geopolítica"

La nueva realidad global en las relaciones internacionales está obligando a pensar en nuevos conceptos que permitan definir esa nueva realidad. En ese sentido, el Presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, ha propuesto definirla como la "Nueva Época", una propuesta-praxis que se tiene que enmarcar dentro del proceso temporal del siglo XXI cual, en el caso de Venezuela, tiene como base distintiva el tener que ser el proceso político-ideológico como económico referido al cuerpo de ideas que se conjugan en el "pensamiento de Simón Bolívar" junto con las reflexiones y las fundamentales aportaciones del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías.

Las independencias en el continente americano produjeron, entre otras variables, sendos conceptos proto-geopolíticos sustentados en reflexiones y objetivos de los bloques involucrados. En ese orden, Simón Bolívar precisó, en el largo plazo, que significaba el naciente país del norte para el resto del continente. En esa línea percibimos la neo-geopolítica norteamericana en dos objetivos complementarios: la "mirada a China" y el significado del concepto geopolítico "América para los americanos". Ambas geopolíticas norteamericanas reales y diferentes.

En el caso de la "América Independizada", la geopolítica se circunscribió a los espacios geográficos de unidad continental. Ello ha producido serias confrontaciones con la geopolítica norteña cuando se han enfrentado la praxis de la "Doctrina Monroe" con los intereses nacionales y de conjuntos latinoamericanos y caribeños.

En las actuales realidades desde principios del siglo XXI, es decir, desde el momento que Hugo Rafael Chávez Frías entrara en la escena político-gubernamental, nacional e internacional, se agudizaron los enfrentamientos entre los intereses entre ambas geopolíticas, Doctrina Monroe y "Congreso Anfictiónico", expresándose en diversas praxis geopolíticas bien conocidas por las reacciones y consecuencias reales.

La realidad actual-global, Covid y Guerra en Ucrania, ha afectado la geopolítica norteamericana hacia China como en sus relaciones con ese espacio geográfico que se define desde el río Bravo y la península de la Florida hasta la Patagonia lo que le está obligando a Washington a rediseñar su geopolítica global y continental estadounidenses.

Ese neo-diseño geopolítico yanqui (reingeniería global), en considerando sus objetivos y las competencias que se encierran con relación a sus rivales, Rusia y China, el escenario latinoamericano y caribeño tiene otra connotación sustancialmente diferente tanto por las propias realidades norteamericanas como por los procesos políticos nacionalistas y de izquierdas que se están manifestando en el continente.

Ese neo-escenario continental viene produciendo afectaciones reales en lo que son las "relaciones globales tradicionales", particular en el continente americano como observamos con la inoperatividad de la OEA y el reciente fracaso de la "Cumbre de las Américas" en Los Ángeles. Aunque no se percibe un enfrentamiento bajo el "modelo-60", muy superado, si se otea un escenario de graves crisis en el modelo tradicional-histórico por varios factores. Las presencias de gobiernos como el de Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia, Honduras son factores de complejo e incómodo manejo para la diplomacia de Washington; las realidades políticas en México, Argentina y Chile, seriamente diferentes a las previas, más de corte nacionalista-continental, obligan a la Casa Blanca a una relación más sutil como se demostrara con la reciente visita de AMLO a Joe Biden. En ese conjunto político, Washington se confronta con dos realidades impredecibles: Colombia y Brasil mientras que los países como Ecuador, Uruguay y Paraguay sí sus gobiernos no perciben sus propias realidades, podrían provocar un "incendio en la pradera".

América Latina y El Caribe, según las actuales circunstancias, se verán en la necesidad de alcanzar acuerdos continentales de corte geopolítico vista las contradicciones que se están expresando en otras regiones globales particularmente en dos escenarios: Europa y la "Crisis de Ucrania" por las diferentes razones conocidas: dependencia Atlántica, incapacidad de contrarrestar la influencia petrolera de Rusia, el fuerte desempleo y la crisis del euro.

El otro escenario es la no percepción, aparentemente, de los movimientos geopolíticos que se están desarrollando en todo el continente de Asia con fuertes contradicciones que llevan a enfrentamientos diplomáticos. En ese orden, el Canciller chino, Wang Yi, viene marcando un camino, muy agresivo, diplomáticamente, en toda la Región de la ASEAN mientras la Cancillería china declara sobre la provincia de Taiwan con tal vehemencia que el propio Joe Biden ha declarado que al Pentágono no le agradaría una posible visita de la alta representante del Legislativo norteamericano a dicha isla de gobierno rebelde pro-germano.

UNIDAD, LUCHA, BATALLA, VICTORIA.



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Miguel Ángel Del Pozo


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