Un “pacifismo” que ayuda a Putin

El viernes 9 de junio se celebró un "debate abierto" en la sede del sindicato de CCOO de Barcelona titulado "Perspectivas de paz en Ucrania". Fue organizado por la plataforma Catalunya per la pau y asistieron unas 100 personas, con muy poca gente joven y casi ningún sindicalista.

El acto fue moderado por un miembro de la plataforma, Pepo Gordillo, quien presentó a las dos personas oradoras, Tica Font, exdirectora del Institut Catalá Internacional per la Pau y fundadora del Centre d’Estudis per la Pau Delás, y Julio Rodríguez, ex jefe del Estado Mayor de la Defensa y miembro de la ejecutiva de Podemos. La pancarta que había detrás decía: "Paremos la guerra en Ucrania".

Euromaidán 2014: ¿golpe de estado?

El marco con el que abrió Gordillo el debate abierto fue el de una guerra que se libra desde 2014 "con responsabilidades compartidas entre Rusia y la OTAN". Para Gordillo, era producto del "golpe de estado" promovido por Estados Unidos. Ésta es la versión prorrusa de la protesta multitudinaria en la plaza Maidán que provocó la huida a Rusia del corrupto Presidente Yanokovych tras su negativa a firmar, como había prometido, el acuerdo de asociación con la Unión Europea.

Con esta versión unilateral de lo ocurrido en Ucrania en los últimos años comenzó, más que un debate abierto, una conferencia claramente sesgada.

La señora Tica Font situó las perspectivas de paz: Estados Unidos y Reino Unido serían quienes decidirían hasta cuando la guerra continúa. "No pretenden que Ucrania gane a Putin sino sólo debilitarlo en una guerra de desgaste. La caída de Putin no es querida por Estados Unidos porque esto abriría la inestabilidad en la región y el caos podría ser peor que Putin".

Con estas perspectivas geopolíticas de Tica Font, Ucrania y su población no cuentan para nada. El presidente Zelensky "no es demócrata" ("tampoco Putin"), ha "prohibido los sindicatos" (¿cuándo?) y "Ucrania ha cometido actos de lesa humanidad tal y como lo hace Rusia, pero éstos no se investigan".

Según ella ambos contendientes serían pues moralmente iguales y no hay ninguna guerra justa, ni siquiera para defenderse. La única alternativa sería la intervención externa para presionar a los gobiernos occidentales y que éstos presionen a Ucrania y Rusia a hacer un alto el fuego inmediato y establecer en los territorios ocupados del Dombás una tutorización, un protectorado como Kosovo. Y dejar Crimea como territorio de la Federación Rusa. Su conclusión: "más vale una mala paz que una buena guerra"...

El partido que no quiere que Ucrania se defienda

El señor Rodríguez recordó que Podemos ha sido "el único partido que se ha opuesto al envío de armas a Ucrania" como el hecho más positivo y destacado de su aportación política para la paz. Ciertamente Rodríguez clamó contra la carrera armamentista que ha iniciado el gobierno español, al igual que todos los demás de la OTAN. También tuvo el mérito de decir que se está enviando chatarra, y poca, a Ucrania.

De acuerdo contra el armamentismo, pero... ¿por qué no separamos la cuestión del envío de armas a Ucrania de la supuesta "necesidad" de aumentar los presupuestos militares y ampliar la OTAN para cubrir el mundo entero?

Pero, ¿qué perspectivas para la paz y la seguridad en Ucrania y en Europa?

Constantemente las intervenciones de los oradores se lamentaban de la "poca movilización" de la sociedad por la paz. Es necesario, según Julio Rodríguez, "alimentar el debate público". Reconocía que las concentraciones por la paz en Madrid no reúnen a más de cincuenta personas. Pero también en Barcelona aún pesa esa pobrísima concentración de unos cientos en Plaza Sant Jaume el 25 de febrero, mientras que el 24, el día antes, la manifestación que reunió a personas ucranianas, catalanas, rusas, bielorrusas congregó al menos a 8000 (cifra de la Guardia Urbana). Y hace veinte años éramos un millón contra la guerra de Irak. ¿Por qué no acaba de sacarse la conclusión de que no podemos ir contra el sentimiento de la mayoría de ucranianos?

Los dos ponentes reconocían que la perspectiva del "alto el fuego" - ¡por el bien de los ucranianos! - que ellos defendían "es una utopía": no existe el ambiente en la sociedad. ¿Y por qué es una utopía? Porque "ni Ucrania quiere renunciar a recuperar sus territorios, ni Rusia quiere dejarlos". Cierto. Pero Ucrania, la nación agredida, quiere acabar de una vez con la posibilidad de más ataques y destrucciones, más empleos, más genocidios, más secuestros de niños, más violaciones...por parte del imperio que tiene al lado y que siempre ha sido quien les ha atacado. Nunca al revés.

Su necesidad de recuperar los territorios invadidos toma dramática actualidad con la destrucción de la presa hidroeléctrica Kakhovka sobre el Dniéper que, sea por ataque intencionado o por dejadez del ocupante, ha provocado el mayor desastre humano y ambiental en el país. ¿Esta falta de seguridad se resolvería ahora sin una derrota de la invasión? Mientras Putin no vea claro que no tiene otra alternativa, o que directamente sea derribado, el imperio ruso no cederá.

Entonces, ¿qué papel juegan este tipo de actos a favor de un "alto el fuego inmediato"?

Al acto acudimos miembros de la Red Europea de Solidaridad con Ucrania. Uno de ellos, ucraniana, apenas se contenía cuando escuchaba a los oradores. "¿Por qué dicen estas mentiras? ¿Acaso no se defenderían ellos si un ladrón les entra a robar en casa?". Le concedieron un minuto para contestar dos horas de "debate abierto".

Algo que dijo ella me parece particularmente pertinente: "Ahora entiendo por qué la gente ya está cansada y no apoya mucho a Ucrania".

En efecto, lo preocupante es la parálisis, la insensibilidad que parece haberse instalado en la sociedad. Una insensibilidad a la que se llega después de miles de discursos como los de esos ponentes, sobre todo en las redes sociales. Discursos como: "hay decenas de otras guerras; los ucranianos son unos privilegiados; en Ucrania los trabajadores son atacados por su gobierno; son nazis; son antirrusos; dieron un golpe de estado en 2014; prohíben todos los partidos de izquierdas y sindicatos; todos son iguales" ... borran la diferencia entre agresor y agredido.

Putin ya ha aprendido que no puede conquistar toda Ucrania. No es sólo por las armas que le presta Occidente, es porque la moral de expulsar al invasor está instalada en la sociedad ucraniana. El presidente ruso está perdiendo la guerra en Ucrania y debilitándose en Rusia. Por eso a Putin ya le va bien que, aunque minoritarias y a contracorriente de la sociedad, haya campañas "por la paz" que consistan en pedir un "alto el fuego" para mantener la ocupación del Dombás.

Curiosamente, ahora que debe empezar la ofensiva militar ucraniana se han multiplicado iniciativas "por la paz" en algunos países por parte de grupos ligados a partidos como Podemos o de la órbita estalinista o, sencillamente, nostálgicos de la antigua URSS. Son incapaces de ver el rol "histórico" que Putin se ha dado a sí mismo: el del ser el anti-Lenin destinado a reconquistar el espacio imperial ruso.

Y es curioso también ver cómo estos "amigos de la paz" se amparan en locales de sindicatos para tratar de tener una fisonomía "obrera". Pero en Viena la Federación de Sindicatos Austríacos (ÖGB), que les había cedido espacios para una "Cumbre internacional por la paz" dedicada a pedir un alto de fuego inmediato y no decir nada sobre la retirada de tropas rusas, les ha visto del pie que calzan y les ha retirado todo apoyo, incluidos sus locales.

¿Por qué no invitar y escuchar a los sindicalistas ucranianos?

Los debates sobre la paz en Ucrania están muy bien, son necesarios. Debemos continuarlos. Pero deberíamos saber... ¡qué dicen los ucranianos y ucranianas! Qué dice la mayoría de la población, la mayoría de sus organizaciones cívicas. Acabo con esta pregunta: ¿no nos ayudaría a entender esta guerra si invitáramos a los dos sindicatos ucranianos más importantes -la Federación de Sindicatos de Ucrania (FPU) y la Confederación de Sindicatos Libres de Ucrania (KVPU)- a hacer una gira, escucharlos y que nos aclararan nuestras dudas?

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Alfons Bech  Sindicalista afiliado a CCOO y miembro de la Red Europea de Solidaridad con Ucrania

Fuente: https://sinpermiso.info/textos/un-pacifismo-que-ayuda-a-putin, 11-6-2023



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Alfons Bech

Militante obrero, y revolucionario marxista. Miembro de de la CCOO, la federación sindical más grande de España. Activista político de L?Aurora y EUiA.

 albech12@gmail.com      @alfonsbech

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