China de 1842 a 1912: laboratorio del imperialismo

Los procesos políticos en actual desarrollo en los escenarios internacionales se encuentran connotados con el propio desarrollo sistémico en su intrínseco proceso de perfectibilidad continua en considerando su definición paradigmática de ser un proceso socio-económico, religioso y militar dentro de las bases fundamentales del capitalismo liberal y capitalismo neo-liberal en función de esa perfectibilidad ideológico-sistémica.

El título propuesto podría tener alguna inexactitud temporal en cuanto al concepto "imperialismo" como habrán percibido pero nos permite desarrollar la idea de la profunda relación de China con las praxis Políticas de los imperios europeos, el Imperio japonés y los Estados Unidos de Norteamérica en sus políticas expansivas en concordancia con el desarrollo del sistema capitalista para aquellos años en referencia en el título.

En el año 1842, China se vio forzada en firmar con el Imperio británico el Tratado de Nanking (Nanjing). Para 1858 Peking (Peiping, Beijing) se vio en la imperativa realidad de firmar el Tratado de Tientsin (Tianjin) cual fuera firmado por "todos los comensales imperiales arriba mencionados". Entre 1899 y 1900. Washington realizó una serie de negociaciones en intercambio de notas diplomáticas para acordar los "mutuos beneficios" para todas las partes involucradas en China en cuanto a los beneficios obtenidos en negociaciones por el país negociador con Peking, los cuales, inmediatamente, por acuerdo firmado entre concordantes imperiales, se disfrutarían; a ello se denominó como la "Política de Puertas Abiertas". Es importante la referencia en cuanto se perciben desde Washington las "debilidades imperiales europeas" lo que permite considerar como ser el inicio de los Estados Unidos de Norteamérica como "el real nacimiento del imperio norteamericano".

Todo lo arriba descrito está envuelto en precisiones de lógica-capitalista en cuanto a los logros alcanzados con las correspondientes firmas documentales, Acuerdos y Tratados, que irían en los beneficios, fundamentalmente, económicos para los imperios europeos, el Imperio japonés y los EEUU de Norteamérica.

Es de precisar que se alcanzarían los mismos acuerdos y tratados a través del uso permanente, directa e indirectamente, de las armas para así poder imponerle a Beijing las novedosas doctrinas jurídicas en sus desarrollos imperiales al tiempo que imponerle a la sociedad china los fundamentos ideológico-religiosos como bases fundamentales hacia la alienación social-jurídica las cuales se expresaron de facto en las consecuencias de la Primera y Segunda Guerras del Opio a través de toda la mitad del siglo XIX hasta las reacciones, confrontaciones como sus consecuencias, en la expresión como reacción contra el "alienador" de ciertos segmentos de la sociedad china en la "Guerra de los Boxers".

En ese orden de ideas, el "imperialismo", como paradigma intrínseco del propio desarrollo sistémico-capitalista, tiene que sustentarse en el sistema jurídico internacional impuesto como "política de presión permanente" hacia los países, colonias y semi-colonias, en consecución de los objetivos requeridos y necesarios para el propio desarrollo del mencionado sistema liberal, así como, en las circunstancias actuales del sistema neo-liberal. A título de referencia podríamos mencionar las denominadas "sanciones" en contra de algunos países como son Cuba, Nicaragua, Rusia, China, Venezuela, etc.

Es decir, quiérase bien se acepten, bien se rechacen, en sencillas frases, el imperialismo en todas sus praxis geográficas se encuentra anidado al desarrollo del sistema capitalista en sus diferentes temporalidades de desarrollo.

Porqué hemos precisado que China-estado-nación, en sus momentos histórico-antropológicos, la estamos considerando de ser el "laboratorio del imperialismo occidental".

En ese orden descriptivo, consideramos que se expresa un desarrollo dialéctico en el desarrollo del capitalismo occidental en China, en sus diferentes etapas históricas, donde lo conceptual referido a "semi-colonia" implica una acepción diferente como importante al concepto "colonia".

La imposición jurídico-legal occidental en la relación dialéctica entre el Estado chino, la constitución y conformación de las diferentes semi-colonias según las imposiciones y necesidades de los imperios en el marco de sus contradicciones imperiales, las praxis socio-económico-financieras e ideológicas a través de las religiones judeo-cristianas sustentado todo ello en los Acuerdos y Tratados Desiguales frente a las profundas debilidades del Estado chino en su tránsito jurídico-Estatal de "la dinastía a la República" cuando buscaba tratar de evitar, contrarrestar y disminuir los impactos de esas praxis en las realidades socio-económicas, militar e ideológicas del muy referido débil Estado chino ante sus propias realidades histórico-culturales fundamentales.

Lo expuesto cuando lo trasladamos a las actuales realidades nacionales como internacionales, inmediatamente percibimos como el "imperialismo actual" en su dirección inevitable por y desde Washington dirigida hacia sus "socios y aliados", entonces podremos entrar en conocimiento de la praxis del desarrollo en curso del sistema capitalista en su expresión liberal-neo-liberal.

Por ejemplo, el referéndum en Ecuador en una de sus preguntas sobre el arbitraje internacional. Podría considerarse como ser la misma praxis, en su contexto, cual se le impusiera a China en los Acuerdos y Tratados Desiguales. Bien en Colombia con la presencia de militares norteamericanos en posibles juicios por violaciones de las leyes colombianas. Bien, reiteramos, las denominadas "sanciones" que pueden ser estudiadas en los Acuerdos y Tratados firmado por China cuando le eran impuestas obligaciones por, por ejemplo, cancelación de pagos de capital e intereses por razones de guerra como de créditos otorgados para infraestructuras. Bien el control por los británicos de la Aduana de Shanghai y así sucesivamente.

La relación dialéctica China-imperialismo nos muestra un camino hacia la comprensión de las discusiones que se dieron en el seno de la Internacional Comunista que aún, en nuestras realidades, pululan.

En ese orden de ideas, en referencia a las discusiones en el seno de la Internacional Comunista, se extraen diferentes momentos históricos siendo, en nuestro criterio, el "hecho histórico" más importante con sólidas influencias posteriores a los procesos socialista, cuando el denominado Generralísimo Chiang Kaishek tomó la decisión de dar por terminado el "Frente Unido Nacional" en aquel mes de abril de 1927 autorizando la eliminación física de todos y todas los cuadros del Partido Comunista Chino en la ciudad de Shanghai apoyándose en el acuerdo alcanzado, fundamentalmente, con la denominada "Mafia Verde" cuyos acólitos en el transcurso de algunos cortos días eliminaron a cerca de 10 mil cuadros.



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Miguel Ángel Del Pozo


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