La reciente incursión de un grupo de rescate israelo- norteamericano en un campo de refugiados palestinos cerca del puerto portátil construido por los norteamericanos, supuestamente, para llevar ayuda humanitaria a la franja de Gaza se convirtió en un lugar de encuentro donde tropas norteamericanas se camuflaron como ayuda humanitaria en un convoy de camiones para penetrar el campamento de refugiados palestinos de Nuseirat que estaba siendo bombardeado por la aviación israelí. En medio de la confusión causada por el bombardeo murió el oficial israelí que comandaba el grupo 274 civiles palestinos, casi todos mujeres y niños,y 8 rehenes perecieron en el bombardeo israelí y solo se rescataron 4 rehenes israelíes con vida y en buena salud que fueron, inmediatamente, transportados a Israel en un helicóptero norteamericano que esperaba en el muelle cercano de donde había partido el grupo de ataque disfrazado de Ayuda Humanitaria para engañar a los palestinos.
La Mayoría Global ve instintivamente al combo Israel-Estados Unidos –que soporta diferentes formas de explotación/saqueo hasta llegar al genocidio– como el epítome del colonialismo, Los Estados Unidos tienen la experiencia previa de dos genocidios: el cometido contra su población nativa y el cometido contra los filipinos de lengua española. Ahora han "suavizado" por una operación de control narrativa hasta convertirlo en un "orden internacional basado en reglas" reglas que solo tienen sentido, para ellos.
El Occidente Anglo-sionista desea mostrar lo peor de su cultura antes de ceder su espacio al mundo Multipolar
Tampoco es de extrañar que el genocidio de Gaza haya provocado una renovada ola anticolonial en toda la Mayoría Global.
Aún así, eso no basta En realidad, nadie está deteniendo el genocidio contra los palesdtinos. Eso sólo sería posible infligiendo una devastadora derrota militar a Israel y a Estados Unidos, su país vasallo. Para asegurar la Paz mundial. Los vencedores deberán dictar los términos de la capitulación, tal como se hizo con el Imperio Alemán en Versalles. Eso no es factible – todavía– pero hay que asegurarse de que los psicópatas bíblicos y sus países vasallos no puedan jamás, volver a salirse con la suya. Es una guerra final entre los herederos de la sanguinaria supremacía colonialista y dos nuevos modelos de organización republicana surgida del Sur Global igualitario y tolerante: Rusia y China.