La adversidad comercial padecida en América Latina, en esta última década es particularmente abrumadora, por las distorsiones en el campo diplomático, desde La Cancillería. Esto decir que vamos cambiando posiciones en el mercado mundial, donde Venezuela resulta muy afectada. El predominio de las grandes potencias se pasó a un contexto signado por la aparición de varios bloques económicos que desafía esa dominación. Todo se comprueba en los bajos índices de competitividad, una versión e ingreso por cápita. El sudeste asiático y China vienen desarrollando su propia economía, acercándose a Los Brics, constituyendo un 5% del mercado mundial, apuntando que EE. UU tiene, a su vez, colonias asiáticas que abaratan los costos de sus mercados interno, el resto va para la venta de armas, su comercialización, y su relación con China en cuanto al manejo de los chips.
En Venezuela, nos encontramos con un cuadro muy triste por la autorización del Estado hacía los cifrados del 5G. El gobierno Bolivariano está siendo inducido al cambio de paradigmas desde 1990, y hasta los momentos encontramos quince países que originalmente integraron convenios y acuerdos para funcionar con la 3G en Telecomunicaciones para no afectar La Amazonia y fauna silvestre, que allí cohabitan por siglos.
Las protestas urbanas y, revueltas campesinas que motiva, por ejemplo, Evo Morales en el altiplano andino boliviano contra un agente presidencial de su propio partido, busca facilitar en el plano político, un giro hacía la centroizquierda y el nacionalismo radical, en un marco de descrédito del neoliberalismo.
En América Latina hay indicios de recuperación de la tradición, son proyectos profundos anclados por el Foro de Sao Paulo y los Evangélicos del Espíritu Santo para controlar el oro, y las zonas boscosas del Amazonas.
Argentina, no quiere doblegarse, menos Chile. Cristina Fernández se ha alejado del gobierno centralizado de Nicolás Maduro Moros, al igual que Chille con Gabriel Boric.
Frente a estas connotaciones, La Cumbre de Córdoba, no es un fuego de artificios, ni ha sido un acto de retórica electoral. Los gobiernos de Argentina y Chile junto a Brasil actúan en nombre de grupos de capitalistas que, promueven un nuevo camino de integración, sin abandonar opciones alternativas de mayor alianza con sus socios de Europa y los Estados Unidos de Norteamérica. Sabemos, que, en estos tres Estados, se han formado grupos empresariales de cierto peso, y con ambiciones de mayor autonomía. El gobierno argentino busca preservar los intereses de grupos privados petroleros del país, sino es actuante en las negociaciones para asociar estas campañas a los proyectos de integración energética regional. Los tratos con Bolivia están limitados, por las ambiciones grupales de los ciudadanos que acompañan a Evo Morales Ayma, que desea controlar otros mercados como el gas, más allá de caporal mayor del cultivo de La Hoja de Coca, más sí las farmacéuticas la buscan afanosamente, como la industria de las bebidas gaseosas.
Los Debates de trasfondo, tienen establecidos su racionalidad. Se han convertido en un arma ideológica, en una razón para borrar del mapa político algunas estigmatizaciones, es la otra versión. Colombia con el economista Gustavo Petro, anda vigilante de no hacer tropelías, su mercado es delicado, y las apreciaciones dadas por su presidente, van más allá de la tradición filosófica y, los traumas del mercado, esto, significa, "que el hombre precisa de alimentación adecuada para sustentar su sistema celular". Petro y Lula Da Silva, analizan muy bien el fenómeno Maduro, y la caída de la producción nacional.
Hay un total irrespeto y desconocimiento del espacio electromagnético, las leyes del mercado local e internacional, como de los instrumentos jurídicos que nos dan una visión etnográfica del acontecer internacional al momento. Se debe reconocer los Decretos dados para no jugar con la economía local y nacional, son registros documentales y notificaciones de los aspectos socioeconómicos, que nos llevan a una dinámica social..
El escritor japones Haruki Murakami expresó en su obra, "Al Sur de La Frontera, al Oeste del Sol": "Tu no lo entiendes. No sabes, lo vacío que te sientes cuando eres incapaz de crear nada. Te confieso que jamás he trabajado en mi vida". La mayoría de los jóvenes arropados por el gobierno, vienen su ilusión. Al pensar en como ganarlo, te vas quemando el día al día"
Maduro, como presidente no nos hace reaccionar, la revolución bolivariana se ha quedado en un viejo sueño, es Tierra de aprendices. El proyecto originario plasmado en el Libro Azul de Chávez, quedo solo en una utopía. El problema son las soluciones mágicas para la reconstrucción del país, en las dos últimas décadas, el neoliberalismo rompió el orden existente. Irrumpen de nuevo los fantasmas que, se habían sosegado tras los acuerdos sociopolíticos del pasado. El sistema mundial se encuentra en un dilema, son crisis de un paradigma, el próximo orden mundial desatará la guerra, abrirá nuestra mente a alternativas radicales para el mañana.
La crisis ideológica, la abraza lo político y cultural, para darnos una respuesta verterá en el sistema financiero. Ya no podemos analizar, en lo estrictamente nacional. Lo que sucede en los países de la región constituye una variable de nuestras propias políticas. La Globalización y transnacionalización, suponen una hegemonía o una denominación económica.
Las generaciones futuras desaparecerán, porque será abrasivo la sustitución de los genes por programas ya previstos. Ya no les importa el país, y vienen perdiendo desde que Chávez los alertó.
Hay una ofensiva generalizada a nivel comercial sobre Latinoamérica para crear, (cuántico), condiciones de control del comercio por grupos enquistados en el gobierno bolivariano centralizado. Qué va más allá de las atribuciones que el mismo Estado concede. Es una injusta disparidad para la mediana y pequeña industria que copa los galpones municipales, y deben pagar a altos costos el erario anual del ayuntamiento por asuntos fiscales, son altos impuestos que debe cancelar en lo primario el pueblo y luego el empresario para atender al obrero y trabajador calificado que laboran en esos galpones. Es un poder, dentro del mismo poder para destabilizar al gobierno, no son las comunidades causantes de esto, cuando salen a manifestar es porque el Estado se encuentra desvinculado de las comunas, que están muy alejadas de su realidad. Desde 1992, los empresarios europeos y franceses de la izquierda han venido observando y calando el mercado venezolano capa por capa, para hacerse de ciertas aristas muy focales. Y desplazar los núcleos de fuerza que se encuentran en Brasilia y Sao Paulo junto a los judíos introducidos por Jair Bolsonaro, bajo la imagen de escudos de fuerza para preparar en logística a los cuerpos policiales de Brasil. Enviados directamente desde Israel, aprovechando la experiencia de Argentina, que lograron entrar a tierra Mapuches y Las Pampas, (Patagonia), bajo el mandato de los esposos Kirchner, al igual que una buena cantidad de palestinos por La Comisión de Ayuda Humanitaria Internacional.
los gobernantes del estado bolivariano venezolano, se han equivocado en ejercer sus funciones públicas, se olvidaron en construir un sistema de medios que permita que lo público sea lo predominante. quizás, el comandante Chávez estuvo adelantado al igual que Carlos Andrés Pérez, querían que algunos equipos y asuntos primarios del estado, estuvieran en manos de las organizaciones sociales y populares, y de los productores independientes. de esos grupos, sacar en el tiempo representantes al consejo nacional electoral, (CNE), para que el pueblo, estuviese allí representado en forma cierta, y no los cogollos partidistas, los advenidos de partidos políticos, como resultante de los procesos de dialogo de la partidocracia.
Emmanuelle Macron, luego de participar en Libia con EE. UU y otros países de La Alianza, lo colocaron a un lado por sus negociaciones oscuras con Angela Merkel, (Alemania) y los musulmanes del Cono Africano y la izquierda latina, observo su doble juego, una visión política falsa en cuanto a su interés en el Amazonia y minas del Altiplano Andino en manos de los canadienses.