Es una de las conversas con exquisitas y complejas discusiones que nunca logran poner de acuerdo a los comensales. Aquellos, los denominados "positivistas", se arruman a sus principios, sólidos, por cierto, aun cuando mantengamos serias diferencias, aun cuando las desavenencias sean intelectualmente sabrosas. Los otros, los denominados marxistas (marxianos y marxólogos), con sus dialécticas bajo el brazo y lanza en ristre, buscan imponer, por las buenas y no tan buenas, sus argumentaciones históricas demostrativas (impaciencia?). Somos humanos; mejor, "seres creados" ejerciendo como "seres sociales".

En ese orden y de manera muy corta exponemos que sí la Historia se repitiera, quizás, nos encontraríamos en un proceso de "continua reencarnación", lo que transformaría las conversas en "asuntos teologales", es decir, la razón de ser de la Creación, tal cual!!!...

En ese orden, entonces, nos permitimos, osadamente, considerar que lo que es inamovible es el concepto del "pecado", fundamentalmente, ese pecado principal como es el pecado de la soberbia cuando consideramos que el resto de las debilidades pecaminosas son consecuencias "aguas abajo" de la "soberbia". Es decir, mientras el concepto "soberbia" se mantiene, entonces, son las transformaciones del Tiempo Histórico, es decir, los escenarios históricos, los que cambian viéndose afectados por los grados de la "soberbia aplicada". En sencillas frases considerando al concepto "fascismo" como producto de un desarrollo y una circunstancia inédita en los Tiempos Modernos y Contemporáneos. Más sencillo, jamás el "fascismo" se manifestó ni en la Alta ni en la Baja Edad Media.

Cierto es como comprobable que la Revolución Bolivariana y Chavista se encuentra en un proceso profundo de "reingeniería" en su "perfectibilidad estructural" según los contenidos de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Ello significa que es necesario un serio y profundo análisis en la relación dialéctica "Constitución vis a vis Proceso Histórico transitado" desde el triunfo de Hugo Rafael Chávez Frías en considerando también el gobierno de Nicolás Maduro Moros.

Es decir, todos los avatares por los cuales ha transitado "la Revolución" han tenido que dejar un fuerte impacto en la gobernanza como en las cotidianidades sociológicas, ideológicas, económicas como en "lo militar", entre otras; por tanto, es de imperativa necesidad afrontar esas realidades históricas con la finalidad de proseguir con el proceso perfectible revolucionario cuando es justo en esas realidades donde se expresan las contradicciones junto con los conflictos actuales (sin dramas) cuales, a su vez, impactan en las relaciones entre "lo civil y lo militar" cuando "lo militar" siempre e históricamente ha sido una objetiva realidad que ha imperado desde el mismo aquel 19 de abril y Francisco de Miranda.

Lo inmediato anterior nos lleva a la inquietud de sí realmente conocemos lo que podríamos definir como la "Doctrina Chávez" cuando hemos aceptado denominar a la Revolución Bolivariana como de ser "Chavista". Y es ahí donde se embrolla el papagayo.

Estando en Beijing durante el "Bicentenario del Natalicio del Libertador", el Embajador era don Régulo Burelli Rivas, extraordinario Embajador, quien fuera alagado por la propia Cancillería china cuando su retorno a Caracas. El Agregado Militar designado fungía en sus funciones el General Yépez Daza, extraordinario militar con consolidadas ideas nacionalistas. Ambos sostenían exquisitas conversas de las que pudimos disfrutar. Eran tiempos de Vietnam.

En esa línea, años posteriores, fuimos enviados a realizar el "Curso de Guerra Política" en la República de China en Taiwan, curso dictado por el propio MinDefensa del Gobierno en Taibei. Sería una experiencia personal que nos permitió poder comprender con ciertos grados de conceptualidad junto a la Historia de China lo significado referido al Poder, el Gobierno, la Revolución, el triunfo y la derrota como la importancia de la Ideología.

Como estudioso de las realidades históricas de aquella región geográfica desde la segunda mitad del siglo XIX, comprendiendo las sólidas influencias que les impuso el Imperio del Japón desde que convirtió a la isla china de Taiwan como colonia, desde finales del mencionado siglo, aquella estancia en la provincial isla china, nos trajo al consciente aquel interesante proceso histórico japonés de la "Restauración Meiji", de aquellos años de la década de los años 30 del siglo próximo pasado y las propias realidades de la "Segunda Guerra Mundial en el Pacífico" combinando aquellos recuerdos estudiados con el propio proceso revolucionario en "pleno desarrollo" en la China continental. Por cierto, sería el tema de estudio durante nuestra estancia en la Escuela Militar de Fuxingang, a las afuera de Taibei (Taiwan).

¿Podríamos comparar aquellos avatares con las actuales referencias en uno de los socios de Washington como es el Japón llegando a alcanzar las similitudes de la "repetición histórica" expresada en aquellos años tan convulsos como fueron todas esas décadas hasta las conclusiones de la "Guerra Mundial en el Pacífico" que continuaría en sus perfectas contradicciones con la "Guerra en la península de Corea" con un saldo de soldados chinos muertos que alcanzara la cifra de UN MILLÓN de soldados?

Pero la "Política de Estado" de Washington no pararía en la firma de la paz sino que continuaría en la Indochina comenzando con Vietnam con la conclusión de la firma de París después de aquel brutal bombardeo ordenado más por Kissinger que por Nixon.

Actualmente, "le toca" a Las Filipinas como al resto de las islas meridionales del Pacífico y volvemos a Iwo Jima.

Posiblemente éste sería el argumento de los positivistas sobre la "repetición histórica" pero, son iguales y/o similares a las previas? De ser así, entonces podríamos prever las circunstancias. Entonces ¿cuál es la lección?

Nos vemos en el espejo, acá, en América Latina, concretamente, en Venezuela, y nos preguntamos sobre cuáles serían las lecciones a ser analizadas.

Mucha tela que cortar!!!...

UNIDAD, LUCHA, BATALLA, VICTORIA.