Washington se confronta con Beijing

Los EEUU de América como potencia imperial padece de los estímulos que el significado "imperio" le imprime de toda su lógica; ahora bien sería lógico definirlo como "una potencia" cuando dejamos en el tintero la posible como probable definición de "potencia" así como de "potencia imperial" lo cual, éste última aseveración, lo tendríamos que circunscribir en "la globalidad" definida como "imperio global". Cierto suena algo complejo como complicado por lo que trataremos de desglosar qué deseamos exponer para no solo su comprensión como para futuros diseños en "perfecta contradicción" vis a vis otros países de la globalidad en las actuales realidades fundamentalmente "sistémicas".

El proceso histórico referido al desarrollo de los EEUU de América hacia su conversión como "potencia", en primera instancia, como base fundamental hacia convertirse en "imperio", como proceso imperativo en su referencia histórica, nos atreveríamos a circunscribirlo en aquella "nota diplomática" emitida desde Washington a aquellas potencias, ya en decadencia por múltiples razones, europeas. Nos referimos a proponer la tesis de "Puertas Abiertas", interesante como inteligente "propuesta-impuesta" en sus resultados. Sí algo debemos siempre considerar es en los diseños de Política de Estado que desde Washington se han ido expresando como, por ejemplo, la "Doctrina Monroe".

El proceso histórico de la consolidación de Washington como "imperio" sobre una base de semi-potencia durante los primeros 50 años del siglo XX, próximo pasado, nos significa el proceso político-imperial de la construcción inteligente hacia convertirse en "potencia imperial" en dos fases históricas definidas como fueron la "Primera Guerra Mundial" para su consolidación definitiva en la "Segunda Guerra Mundial".

Ante el fracaso de la "Liga de las Naciones" se estructuró el concepto de las Naciones Unidas. Para el caso referido a la "Doctrina Monroe" sería la constitución de la OEA en Bogotá como base controladora al "patio trasero" sustentada en los fundamentos de la "Guerra Fría para América Latina".

En ese orden descriptivo, las relaciones de Washington con la República Popular de China a partir de 1950 tuvieron una presencia en el "peón-Taiwan" como base fundamental hacia el futuro en un muy interesante juego de ajedrez según diseño de Washington. Los tiempos de la Política son tiempos históricos.

Cabe la inquietud al preguntarnos porqué Henry Kissinger diseño la necesaria Política de Estado hacia China además de las "razones soviéticas". Sí nos trasladamos a aquella China de los años 70 del siglo próximo pasado cuando el caos reinaba en todo el territorio de la China continental probablemente se podría considerar como una "extraordinaria oportunidad" de incorporar a Beijing al "concierto de las Naciones", eso sí, capitalistas.

En las actuales circunstancias expresamos admiración hacia el continuo desarrollo socio-económico por el cual viene transitando la RPChina en este siglo XXI pero dejamos en el inconsciente el proceso político cual se desarrolló en China a partir de 1978 como también porqué se llegó a aquel diciembre de aquel 1978 cuando siendo fundamentales para la comprensión del actual proceso en China.

En ese orden, los desarrollos en las "fuerzas productivas" como, actualmente, en las "relaciones sociales" sobre las bases fundamentales de una firme como sólida Política Nacional y el factor R&D chinos han llevado a Beijing a ir consolidando, en primera instancia, los paradigmas marxistas significados en el desarrollo y evolución de las estructuras y superestructuras nacionales. Es, en esas bases, donde se exponen, seriamente, las contradicciones fundamentales de Washington con Beijing.

Regresamos a Irvine y Bolívar. El desarrollo de las relaciones de China con América Latina se exponencian, cualitativamente, en las mismas con las cualidades de los sub-conjuntos diferenciados. Es decir, sí simplemente comparamos la Política de Estado que viene implementándose a través del Comando del Sur hacia América Latina con "la suavidad china" podríamos percibir importantes diferencias fundamentales. Es decir, no es que los EEUU de América se comporte como "imperio" en sus relaciones con América Latina sino que Washington "mira" a Latinoamérica como "su patio trasero"; expresándolo en otros términos, nos tratan como "sencillas semi-colonias", en considerándolo con estricto apego conceptual hacia la definición teórico-jurídica de "semi-colonia".

En ese orden, aquella política contenida en la frase "…es la economía, estúpido…" que se aplicó tanto a los EEUU de América como en el concepto "invertir en China" se ha desgastado como concepto imperial lo que obligará a Washington bien a tratar de alcanzar la comprensión del momento histórico, bien ir a la guerra enfrentando a China. En esa línea de desarrollo, los actuales conflictos en proceso se conforman como un todo-conjunto hacia la "reencarnación del ave fénix" mirando a los principios básicos del capitalismo en su objetivo fundamental de pervivencia eterna; en otras maneras de expresarlo, sería el concepto "Paraíso Terrenal" en la espera del Mesías mientras tanto ejercer el control del "ser creado" como "ser social" en el marco sistémico del Capitalismo.

UNIDAD, LUCHA, BATALLA, VICTORIA.



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Miguel Ángel Del Pozo


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