Ni los nombraron. Y no es que no lo sabían, pero es que la vida es tan sabrosa cuando huele a paz egoísta que hablar de otra paz, es "política" y de eso no se trataba el concierto del Puente Simón Bolívar.
Esos seis sí estaban en el concierto de caminantes que llegaron a la Plaza de Bolívar en Bogotá. Fueron organizadores, hubo panes que comieron entre tres, personas de tres dedos en las dos manos salvados de milagro (los dieron por muertos después de tasajearlos a machetazos). La paz de franelas blancas y negras, de Pepsicola y observadores Grammy: qué país recorren que no sea de suites a carros ahumados, acondicionados de aire y rueditas de prensa rosa. Por supuesto que el otro mundo es o debe quedarse donde está. De esa concentración que se hizo en Bogotá el 6 de marzo pasado, seis de sus organizadores ya han muerto de manos de paramilitares ¿serían de la misma falange que protegieron al de Juanes?
¡Qué fastidio! ¿Por que se tenía que hablar de esto? Además esto no le quita el brillo al concierto, ¿o Sí? Pues bien, tomemos esa flor: la paz por encima de todo. Echemos cuenta regresiva y el anhelo queda al final de cuentas como reto a los "violentos" no a los verdaderos, a los que fuerzan la justicia por igual, aunque hayan usado esas palabras, pero en los labios faranduleros, "justicia por igual" significa que es a ellos a quienes no se les deja vivir en paz.
Seis que no fueron al concierto del puente. Tampoco habrían ido y lo peor, si estuviese libre Ingrid, creo que tampoco. Me pregunto si estaría presente alguno de los liberados. Siempre recuerdo la paz del de "la libertad" del "me da la gana" que criticaba Krishnamurti, o sea, la paz del que se hizo dueño y poder de Colombia, se hizo apellido con escudo, se hizo oligarca y también paramilitar. Ese "hombre libre" es el que habla de despotismo de FARC, mas no de sus causales.
Estos faranduleros son los que toman fotos de los colores de los mercados, jamás del hambre de los vendedores. Ese "hombre libre" necesita "su" espacio, la paz de su confort. Es extraño pero veo el mismo paradigma endilgado a Marx por cierto (disculpen los fundamentalistas marxistas), que veía que si alguien estaba en su punto de paria, ese tenía que luchar su mundo y poco a poco lograría su liberación de donde deducimos por qué él estaba a favor del imperio inglés en India, Tailandia, países que veía con sumo desagrado… el lado oscuro del gran hombre que tampoco tragó a Bolívar. Claro, es la misma aplicación del evolucionismo darwiniano a su tesis. Hoy deducimos cuán equivocado estaba, pues desarrollo cultural es una cosa, desarrollo según una cultura es otra cosa, a lo que yo añadiría que aún no hay desarrollo de nada sino del egoísmo que ve afectado su parcela de tranquilidad.
Se sienten invadidos. Las culturas de otros colores tienen que sufrir uno-por-uno –como el Norte- el costo de la gota gorda de la educación, por eso es que vemos a una Condoleeza, a un Will Smith u otro afro "blanqueado" sobresalir en el mundo de los discriminadores, pero al pueblo Yoruba de donde proceden, ya eso está extinto en el norte. No creo que Condoleeza visite más nunca a Harlem o viva un jazz de Nueva Orleáns, ya esa es "Beverly hilleana" caucásica como Sharon Stone.
Y entre nosotros lo estamos viendo en los famosos cupos universitarios. Conozco de gente de extracción pobre, hoy con su poder adquisitivo cubierto, egresados de la Universidad Central, que hablan de los nuevos postulantes como verdaderos enemigos para el desarrollo del país, creen que ese filtro debe ser una herramienta en el crecimiento social, y, si se pide dinero para ello, mejor todavía, pues si quieren escalafón, deben sufrirlo tal cual ellos, tal cual los artistas presentados en el Puente Bolívar. ¿Qué tal si Chávez hubiera pagado con la misma moneda?: él pegó un golpe, él salió de la cárcel, él llegó al poder, él está hoy al mando, él, él, él. Pudiera contar la historia desde su manera también, y no, la está contando desde la otra retina, "ustedes me llevaron a donde estoy y haré lo que más nos urge a todos" Bastó esa otra mirada y ya está a punto de ser mirado él también como terrorista, pues la paz había que verla desde la retina del Puente Bolívar.
Darle sentido político a la verdad debe ser caracterizante de la nueva ideología. El sentido maquiavélico es el que ha hecho patrones en el mundo: el poder. Pero la verdad es conexión con el todo, es eterna, no biodegradable. En cambio el poder per se, no le importa nada con tal de obtenerlo y la violencia es pues, su arma predilecta, la que mandó al más allá a los miles de la Unión Popular, la que llevó a seis dirigentes sociales de la marcha del 6 de marzo. Mejor ni observemos la entrevista rosa, a mi modo de ver, que ofreció el Juanes, lamentarse de los niños que no pueden recibir educación antes de los 5 o 6 años ¿en qué país vive? Los millones de desplazados, los millones que no se educan, que hablar de educación es oligárquico, los millones de muertos, los millones que hacen con narcóticos, los millones que se lleva su país en defensa, lo vi –al Juanes-, como un Michael Jackson, y más inocente que el viejo Homero Simpson.
Hermano Juanes, queremos la paz sin fronteras, óyelo bien, QUEREMOS, tú, yo, los que fueron al concierto, los que no, los que lloran a sus muertos, no los obligados que Descansan en Paz por designio de quien te protege. Hurga un poco bajo el suelo del sonido que te pusieron y encontrarás osamentas de tus paracos nacionales, digo bien, tus, no son míos o de los ecuatorianos. La paz la queremos no como lo demuestra tu presidente narcotraficante-paraco, no sé quién tiene las manos más rojas si él o el otro pitufo de Washington, pero si es la paz como lo demostraron con estos seis ultimados, esa paz te las dejamos dentro de tus fronteras, puesto que del lado ecuatoriano y por este otro, sí optamos por la paz…
Por cierto, cuando quieras visitarnos, te recomendamos dar una vuelta por cualquier hogar casa del Senifa, para los más chiquitines, o los Simoncitos, hogares para bebés entre meses y 5 años de edad, podrán ser atendidos por criticados chavistas entre los opositores habla paja, pero la gente que protegió a tus oyentes (que no fueron por ninguna paz, sino por el snob de los artistas presentados), esa gente protectora ha acabado con hogares completos en tu tierra que desconoces Juanito…
Sin embargo, sinceramente hablando y añadiendo la justicia por el medio, tanto tú como el que suscribe esto, sí estamos por LA PAZ SIN FRONTERAS.
arnulfopoyer@gmail.com