Insisto: El socialismo es la consagración de la democracia porque sin socialismo no hay democracia. Un socialismo fuerte consolidará -en ideología y praxis- una democracia invulnerable, estable, apta para enfrentar todos los continuos ataques, sabotajes y conspiraciones promovidos y ejecutados por el pentágono imperial y sus conchabados de la derecha arpía y traicionera. Con dinero del narcotráfico, Estados Unidos financia los planes de inestabilidad. Planes que intentan roer las columnas del nuevo socialismo que con Venezuela a la vanguardia (y la solidaridad del mundo entero) ha echado raíces en nuestra América. Estados Unidos es el país de la demagogia y del simulacro. Su moneda es el fraude, la farsa, el cinismo. Una vez más lo ha demostrado en Honduras. Su dualidad ambivalente es la dicotomía del engaño: Por una parte censura al gobierno golpista pero por otra propone un diálogo con los conspiradores, ¡y pone como mediador al Presidente Arias que -palabras más, palabras menos- seguirá repitiendo al pie de la letra el catecismo de la CIA!
La trampa está puesta.
Sólo la dignidad irreductible del pueblo hondureño evitará que la patria de Morazán se convierta en Colombia II. Porque a Estados Unidos no le interesa redimir a una Honduras cuya democracia está en peligro. Estados Unidos se ha apoderado de Honduras y la mantiene sitiada, ¿o no? La mediación de Arias no en un diálogo sino un monólogo dictado a distancia por el usurpador del gobierno en Tegucigalpa. Con esta maniobra el imperio gana más tiempo y le da estatus de legalidad al gobernante usurpador-fascista que criminalmente se ha apoderado de Honduras.
Pero tampoco es este el fin de la estrategia yanqui. Es obvio además que el fondo (el propósito real) es encerrar a Nicaragua e impedir el influjo sandinista -como lo hizo antes con la Cuba revolucionaria. Para ese fin nefasto de inutilizar a la Nicaragua de Sandino, EEUU cuenta con México, Costa Rica y Panamá. Y para encerrar a la Venezuela bolivariana, y a Perú, y a Bolivia, y torpedear a Brasil, a Uruguay, Argentina, etc., yanquilandia cuenta con la lealtad a prueba de ALCA(loides) de Colombia y Perú.
Lo peor es que en yanquilandia persiste el capricho guerreril del Bushrro (pariente de Aznar) y Obama obedece los maléficos designios del expresidente (candidato a presidiario). Porque lo sucedido en Honduras tiene la marca y el estilo personales del gran genocida que arrasó con Irak (o del exterminio de palestinos practicado por el sanguinario gobierno de Israel). Da la impresión de que Obama -el hasta ahora frustrada esperanza de cambio y transformación verdaderos- no es un esclavo del capitalismo sino el mayordomo de la casa blanca (de los blancos aberrados y racistas del KKK).
Por eso insisto: Enfrentemos la muerte fortaleciendo nuestro Socialismo Bolivariano. La unidad socialista es la única estrategia para vencer al verdugo imperial, al enemigo de la humanidad. Si nuestro Socialismo Bolivariano supera las deficiencias producidas por las contradicciones y la falta de claridad ideológica, el enemigo será derrotado. Y aunque sabemos que el imperio maligno jamás dejará de hacerle daño a los pueblos del planeta, su treta inmediata es quebrantar desde adentro el Socialismo Bolivariano. Unámonos en torno a la inquebrantable reputación ética del Presidente Chávez. Sólo la unidad socialista fortalecerá la Revolución, y sólo la Revolución fortalecida derrotará al imperio. Vigilemos y derrotemos a los malhechores enquistados en el proceso revolucionario. Es cierto que hay mucho pillo de la cuarta infiltrado en la quinta (y todos gozan de sestatike). Pero también es verdad que toda Revolución verdadera se depura en su indetenible avance. Unámonos todos para fortalecer ética e ideológicamente nuestra Revolución Bolivariana. Sólo así seremos capaces de rechazar y vencer al adversario. Con Patria y Socialismo fuertes, venceremos.
* Escritor surmerideño
amablefernandezs@gmail.com