Tenemos que discrepar con muchos analistas, locales y extranjeros, que han tratado de comprender la situación en Honduras aplicando parámetros pre existentes, y utilizando conceptos fundamentales de la dialéctica marxista sin criterio científico. Muchos han visto el fracaso del movimiento popular hondureño en la causa de la resistencia sin entender que el materialismo histórico no es una formula matemática donde solo se cambian las variables, sino un medio para interpretar la realidad objetivamente.
Cuando se trata del análisis, es complicado salirse de “moldes” y comparaciones con esta o aquella experiencia previa. Muchos incluso hablan de situación pre revolucionaria, como si el movimiento de las fuerzas sociales en un momento cualquiera se pudieran convertir en una especie de caldo que va alcanzando puntos de referencia específicos.
La realidad de la situación de los movimientos sociales hondureños es bastante compleja, pero refleja claramente la lucha de clases entre la burguesía nacional y el proletariado. Ahora bien conceptualizamos al proletariado como un conjunto de fuerzas diversas, no químicamente puro, donde participan obreros, campesinos (que representan la mayoría de los trabajadores en el país), iglesias populares, profesionales, grupos feministas, estudiantes, maestros, y muchos mas.
Se ha dicho que la falta de organización y madurez de los movimientos populares ha sido factor clave para “no poder aprovechar esta coyuntura para tomar el poder”. Se desconoce aquí que la madurez y organización de las fuerzas en resistencia no se mide por su capacidad de enfrentar al ejército esbirro del estado burgués y derrotarlo en el corto plazo. Se mide por su capacidad de reacción y coordinación de las masas, algo que ha quedado demostrado desde el día mismo del golpe. El hecho de que no todos los días salgamos en las noticias se relaciona mas con los criterios de “noticia“ que fijan los medios de comunicación, que a la acción diaria del movimiento. En Honduras se resiste diariamente, en todo el país.
Seria dogmatico pretender que tenemos un movimiento perfecto. Es grandioso el esfuerzo que ha hecho la dirección nacional para mantener las masas alejadas de la reacción violenta. Ha sido claro también que hay quienes prefieren tratar de tomar su propio camino y hacen actividades al margen de los planes de la resistencia; otros que pasan mucho trabajo aceptando la dirección organizada. Sin embargo, a medida ha ido creciendo el movimiento, la disciplina, la organización, la consciencia han ido e aumento. Pasamos de la reacción a favor del líder a la necesidad clara de fundar un país nuevo. En todo esto se ve claramente la dialéctica en la naturaleza de la resistencia y su camino a la victoria.
Ahora ¿en qué consiste esta victoria? Muchos han afirmado que el resultado de esto terminará en un trise final mediatizado donde la dictadura y sus cómplices salen fortalecidos y el presidente atado de pies y manos, sin poder hacer nada. Porque esta interpretación? Porque se afirma que esto termina con la venida o no del presidente constitucional? Este tipo de pesimismo se apega a viejas experiencias y subestima la capacidad del pueblo de seguir su lucha. No parece muy científico poner “términos fatales” a los procesos sociales.
Los escenarios posibles en cuanto a lo que sucede en el corto plazo en el país son esencialmente dos: a) el presidente vuelve y b) el presidente no regresa a su cargo. En ambos escenarios la lucha continua, pues el fin ultimo es la refundación de nuestra nación, no el retorno del presidente Zelaya.
Debe quedar claro que la etapa actual de la lucha impone la movilización por la reinstauración de la institucionalidad. Esto se debe a que dejar pasar este golpe incólume seria un grave error en virtud del precedente que daría para el futuro de Honduras y de América Latina. Parece claro que es la derecha imperial simpatiza con esta estrategia, señal de esto es el reconocimiento y respaldo de la empresa privada de Guatemala al régimen fascista hondureño, siendo este país sin duda alguna el próximo objetivo de la revuelta contra revolucionaria continental.
La siguiente etapa se orienta a la conquista del poder para poder viabilizar una Asamblea Nacional Constituyente que redefina la legalidad del país. Esta lucha seguirá la vía electoral debido, entre otras razones, a que tomar el camino de la lucha armada se traduciría en la legitimización de los argumentos de la derecha; los medios imperiales tendrían mas fácil el trabajo de satanizar nuestro movimiento y aislarlo como han hecho con los movimiento armados colombianos.
En ningún caso las condiciones que se han dado en este país pueden considerarse una derrota. Al contrario hemos ganado mucho, y eso se evidencia cada día más. No se puede decir que esto llega tarde; es simplemente un evento sucediendo en el momento que debe suceder. Nuevamente, no es dialectico pensar que los movimientos revolucionarios suceden como una moda.
Si somos objetivos veremos que no existen momentos pre revolucionarios. Las condiciones de lucha en Honduras están planteadas en un proceso revolucionario cuyo objetivo es alcanzar una sociedad diferente, mas justa, mas equitativa, progresista y revolucionaria.
No debemos, local o internacionalmente, por los resultados que vemos en los diarios, o en la experiencia del día a día de esta revolución, que a veces parece subir el ánimo a veces causa gran escepticismo. El camino ahora esta trazado, y, pase lo que pase, lo vamos a seguir hasta la victoria final.
(*)Investigador Social
rsalgadob@yahoo.com