Macondo base de paz

“Bariloche, buen boche” Tituló el Comandante Chávez sus líneas o reflexiones referentes a la cumbre de la UNASUR. “Buen boche” sin triunfalismos, un término de nuestro popular deporte que es indicativo de una sonora y diestra jugada. Efectiva para sacar de las proximidades del “mingo” a una bola enemiga. Requiere fuerza y puntería.

En Bariloche no se obtuvieron los resultados deseados. El acuerdo para la instalación de los norteamericanos en las bases colombianas ya era un hecho. Y la decisión de la cumbre fue el establecimiento de mecanismos de control para “supervisarlas”. Así como la firma de un acuerdo que “prohíba” la utilización de las mismas contra terceros países. Es decir: un saludo a la bandera que lo que viene es a reafirmar la decisión tomada. Por lo demás los términos del acuerdo permanecen en el más absoluto secreto.

El boche es que se fortalece la UNASUR como mecanismo alternativo para la integración entre nuestros pueblos. Y como la instancia para dirimir problemas como el que por primera vez en la historia, se trató en esta cumbre. A pesar de la variedad en las concepciones políticas e ideológicas de los diferentes gobiernos.

El boche es que el Presidente Uribe planeando montar un Show con su compinche del Perú, esperando hacer caer en sus provocaciones a los presidente Chávez y Correa, pidió que la cumbre fuera trasmitida por televisión a Colombia y América. Y Colombia y América, presenciaron el patético espectáculo de un personaje que ha caído víctima de su propia maraña. Quedará para la historia aquel momento en que un prepotente lacayo, “vocero” del imperio, sin quererlo quedó desnudo ante el mundo.

Tal vez sea porque los gobiernos reformistas temen más a la insurgencia armada revolucionaria que al mismo imperialismo, que buena parte de ellos en UNASUR se dejaron atemorizar por el coco de la rebelión popular que los gringos han ordenado bautizar como “terrorismo”. Sin lograrlo.

Como no lo lograron tampoco en esta cumbre del UNASUR. El presidente Correa en su nítido, puntual y contundente desmenuzamiento del problema con Colombia, ratificó la negativa a darle esa denominación. Las FARC son insurgencia revolucionaria, independientemente de que se tengan divergencias en cuanto a las formas de lucha. Tal y como lo definiera en su momento el presidente Chávez.

Pero continuando con el lenguaje de las bolas criollas, fue el Presidente Chávez quien hizo el “arrime” estelar de la partida, al proponer formalmente a la asamblea que se decida emprender el trabajo por la paz en Colombia. A los iracundos que vinieron ante las naciones del mundo con su discurso de guerra, la guerra por la guerra. A quienes se han negado a trabajar por la paz y pregonan a los cuatro vientos sus planes de ensangrentar cada vez más la Patria. Los pueblos revolucionarios hermanos del continente les plantaron LA PAZ en su propia jeta.

Pero la revolución bolivariana va más allá. Y propone contra las siete bases para la guerra, la formación de miles de bases para la paz. Y comenzamos a hacerlo sobre la marcha. La Patria bolivariana se siembra de Bases por la paz y ojalá que muy pronto todo el continente. Los revolucionarios necesitamos la paz.

El pasado sábado 5 de septiembre del 2009 se realizó una nutrida asamblea de colombianos y venezolanos en la casa de la Diversidad Cultural de la Asunción en Margarita, para la conformación de una BASE DE LA PAZ que se bautizó con el nombre de MACONDO. Nutrida y activa participación, lucidez en los planteamientos y voluntad de organizarse con el objetivo de reforzar la amistad entre nuestros pueblos hermanos. Fue una verdadera instancia para la solidaridad con las luchas del pueblo colombiano. Y el cabalístico nombre de Macondo como evocación de ese realismo mágico que nos une porque lo llevamos en la sangre.

Todo un plan de trabajo trazado en el campo cultural, gastronómico, artístico, artesanal y político, con el acuerdo de mantener en alto las banderas de las luchas por los desplazados, los sindicalistas, los militantes de proyectos revolucionarios, los presos, los trabajadores de la ciudad y del campo, los insurgentes. Oponernos al imperialismo con las ideas, con el amor, con la poesía de nuestros pueblos. Con las bases por la paz.

Que cundan por los campos, calles, plazas, escuelas, fábricas y universidades como miles de flores las BASES DE LA PAZ para la solidaridad con las luchas del hermano pueblo colombiano. Marchemos por la reconquista para el pueblo de la República de Colombia; la grande, la socialista, la bolivariana.

Mundo Iribarren.
mundoiribarren@gmail.com


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Edmundo Iribarren


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