“La palabra” de Neruda

En estos días de conmemoración, celebración o condena de aquel doce de octubre. Del encuentro de dos mundos, de dos realidades, dos cosmogonías, dos humanidades. En medio de las apasionadas controversias que la fecha suscita, son pertinentes como siempre los textos de nuestros poetas. Uno de ellos, el camarada Pablo Neruda, quien escribió sobre la más hermosa materia prima de la vida: la palabra:

“Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan…..Me posterno ante ellas…..las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito….Amo tanto las palabras…..las inesperadas…..pronto caen….vocablos amados…..Brillan como piedras de metal, rocío….Persigo algunas palabras….Son tan hermosas cuando van zumbando, y las atrapo, las limpio, las pelo, me preparo frente al plato, las siento cristalinas, vibrantes, ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas, como algas, como ágatas, como aceitunas.

Y entonces las revuelvo, las agito, me las bebo, me las zampo, las trituro, las emperejilo, las liberto….las dejo como estalactitas en mi poema…..Como pedacitos de madera bruñida, como carbón, como restos de naufragios, regalos de la ola. Todo está en la palabra…..una idea entera se cambia porque una palabra se traslada de un sitio o porque otra se sentó como una reinita dentro de una frase que no la esperaba y que la obedeció. Tienen sombra, transparencia, peso, plumas, pelos…..tienen todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el río, de tanto transmigrar de Patria, de tanto ser raíces…..son antiquísimas y recientísimas…..viven en el féretro escondido y en la flor apenas comenzada…

Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos…..estos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando patatas, butifarras, frijolitos, tabaco negro, oro maíz, huevos fritos con aquel apetito voraz que nuca más se ha visto en el mundo…..todo se los tragaban con religiones, pirámides, tribus, idolatrías iguales a las que ellos traían en sus grandes bolsas…..por donde ellos pasaban quedaba arrastrada la tierra…..Pero a los bárbaros se les caía de las botas, de las barbas, de los yelmos, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes…..el idioma.

Salimos perdiendo, salimos ganando……se llevaron el oro y nos dejaron el oro…..se llevaron todo y nos dejaron todo…..nos dejaron las palabras”.

En su canto el bardo suramericano exalta la más hermosa herencia que nos quedó de España, la palabra. Otra que quedó indeleble pro los siglos de los siglos y para siempre, entreveradas sus raíces en la tierra misma fueron los nombres originarios. Desde la tierra del fuego, hasta la misma Texas, México, Pénjamo, Jalisco, Guatemala, Nicaragua, Zipaquirá, Bogotá, Caracas, Cumaná, Barinas, Churum Meru, Machu PIchu, Tegucigalpa, la Araucaria, la Patagonia. La Pachamama conserva en su más amplia extensión continental sus nombres ancestrales y hoy sus hijos insurgen con más fuerza y más vida.

De los hechos sangrientos, terribles de la historia, los pueblos emergen sabios y revolucionarios. Hoy en día Nuestramérica, la Pachamama, es escenario de luminosas movilizaciones de los trabajadores de la ciudad y del campo en avanzada, en la vanguardia por el rescate de la condición humana. La dolorosa esclavitud de los hijos de África, el terrible desarraigo, la muerte y la tortura representan hoy por hoy la más vigorosa herencia cultural y étnica.

Resultado de esa amalgama de razas y de pueblos que se crea en el crisol americano está naciendo el hombre cósmico, el hombre nuevo.

Mundo Iribarren.


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Edmundo Iribarren


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