Zelaya de nuevo Presidente

Es probable que en las próximas horas esta noticia ocupe las primeras planas: “Zelaya vuelve a la Presidencia de Honduras”, será el resultado del “diálogo” entre hondureños que fomentó la Organización de Estados Americanos.

De las declaraciones que ayer diera el señor Insulza a la OEA y las que, por otra parte, adelantara el representante de Manuel Zelaya ante la Comisión de diálogo no podemos suponer otro resultado que éste. El señor Insulza hace toda una apología al texto de San José y comparaba cuales de los puntos del fallido plan de paz encabezado por Oscar Arias, serán refrendados en el nuevo acuerdo. Insulza insistió en que la OEA no interpuso oficio alguno y que las decisiones que se acordarán en breve son producto de la estricta voluntad de los hondureños. ¿Es esto cierto?

De lo que podemos suponer, según sus palabras no podrá hablarse de Constituyente ni ningún tipo de consulta para reformar la Constitución, por lo menos hasta Enero próximo, cuando ya esté gobernando el Presidente electo en las elecciones del próximo 29 de Noviembre. La Constitución actual y sus artículos pétreos, sobrevivirá a los acuerdos, traspasando al panorama del próximo presidente la prohibición de alterarla por ningún medio posible incluyendo la consulta a la voluntad nacional. Permanecerá el poder a la Corte Suprema de Justicia para invalidar a cualquier mandatario que convoque a una consulta y destituirlo del poder de inmediato.

Hay una palabra que no cabe en el diccionario de la rebelión, inaceptable porque sería una rendición antes de llegar al campo de la batalla final y que tornaría toda la lucha en un trapo sucio con el que se pretendería limpiar el desorden sobre la mesa para rearmarla con artificios: la amnistía.

La artillería mediática de Negroponte y los lacayos de Fox y CNN están prestas a aderezar de “conciliaciones” y “amnistías” el último plato donde se sirve el postre. Esto no podrá tener otro nombre que no sea el de la traición: en HONDURAS hay culpables que deben ser enjuiciados y suspendidos de sus mandos en el mismo momento en que se restituya el poder al pueblo, en HONDURAS hay un solo futuro posible que garantice el triunfo de esta lucha y ese es la reconstrucción y estructuración de nuevos poderes en donde se haga inmediata la histerectomía de todos los traidores.

Si el mensaje de no violencia y de amplitud de José Manuel Zelaya aceptara este sombrío designio del que se rumorea en el patio de la OEA, no estará sino pactando y entregando toda la dignidad de su propio pueblo y este tendrá entonces, infelizmente, que pasar por encima de su propio líder. La restitución al poder del mandato que el pueblo puso en las manos e Zelaya tiene un solo apellido: rendición incondicional.

¿Qué quiere venderse dentro del traje de la amnistía? ¿El perdón absoluto y la vuela a un estado que borre su memoria inmediata y continúe gobernando con los mismos que firmaron el zarpaso de la canalla?

La cárcel y la justicia verdadera son el paradero insustituible a donde deben terminar todos y cada uno de los militares y funcionarios tanto de los tribunales de justicia como del Parlamento hondureño, la cárcel convertida en el zoológico de los apátridas, los indecentes esbirros que durante todos estos días han cometido torturas y asesinatos sobre el corazón no sólo del pueblo de Honduras sino de todos los pueblos de la América.

Manuel Zelaya tomará de nuevo el Poder político, por más prisa que se de a este primer punto, no será antes del 30 de Octubre, cuando llega de nuevo a la Casa Presidencial, tan sólo para gobernar 29 días, hasta la consulta electoral para elegir al nuevo presidente, donde no podrá consultar en la tercera urna la voluntad del pueblo para expresarse, como fue su deseo anterior y por el que terminara en pijamas, una madrugada en las pistas de aeropuerto de Costa Rica.

Este acuerdo, obviamente mejora las condiciones de lucha, corresponderá al pueblo, al hermano pueblo hondureño preparar sus baterías para retomar la lucha luego de este trago amargo, tengo entendido que ya existe un candidato inscrito que representará las fuerzas de Zelaya en las próximas elecciones, respiremos profundo y sintamos la alegría de ver salir a Micheletti, por la puerta que sea, pero no cantemos victoria hasta que Honduras restituya ante el mundo su derecho legítimo a redactarse la carta magna con la que desee ser gobernado.

El camino es largo, pero es el camino.

Venceremos!!

brachoraul@gmail.com


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Raúl Bracho


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