15 abril 2018 - El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, condenó desde Barcelona el "intercambio desigual" en las relaciones comerciales que históricamente ha existido entre América Latina y Estados Unidos y Europa.

"El intercambio desigual: nuestra producción valía menos y la de los países industrializados más", afirmó al describir esta situación como una "injusta división del trabajo: nosotros poníamos materias primas, los otros las procesaban y nos las vendían más caras".

El exmandatario explicó que esta desigualdad, lejos de haber desaparecido, se perpetúa e incluso se agrava con el desequilibrio tecnológico entre naciones.

"Es la nueva injusta división del trabajo: conocimiento que se privatiza y bienes ambientales de consumo gratuito", aseguró al reclamar que "no nos den ayudas para el desarrollo ni caridad, solo permitan que accedamos al conocimiento y ya habrán dado un gran apoyo para el desarrollo".

Para Correa, las élites tanto nacionales como internacionales fueron y siguen siendo el obstáculo principal para el desarrollo de América Latina.

"Las élites siempre han mantenido el poder y nunca lo han utilizado para servir a las grandes mayorías", comentó al describir estas élites como "no modernizadoras" y como "excluyentes".

Las inapreciables lecciones de la historia

Rafael Correa llamó a los activistas que en Latinoamérica luchan por la soberanía de sus países a "aprender de la historia" para no repetir los errores del pasado.

"Debemos aprender de la historia", aseguró al explicar que los mandatarios progresistas "jugamos con las reglas que nos pusieron: la democracia burguesa, creyendo que era suficiente con ganar elecciones".

Para Correa, ganar las elecciones en América Latina "no es ganar el poder, los poderes fácticos continúan intactos: el económico, el mediático, el social, hasta el religioso".

A juicio del exmandatario hubo un "exceso de confianza" de estos gobiernos, que creyeron que el cambio sería irreversible.

"Que nos sirva de lección", subrayó.

Por ello, el expresidente ecuatoriano calificó aquellos gobiernos de "oportunidad perdida".

Con todo, Correa se mostró confiado en que habrá nuevos gobiernos que recuperarán ese legado.

"Pese a esa voluntad de exterminio, que se abra una nueva ventana de oportunidad, que lleguen nuevos procesos de izquierda a nuestros gobiernos pero que aprendan: no basta jugar con las reglas de la burguesía, no basta con ganar las elecciones, se necesita un pueblo profundamente organizado", advirtió.

Presos políticos en América Latina

Correa impartió una conferencia en la Universidad de Barcelona (UB) organizada por la Asociación de Estudiantes Progresistas (AEP), en la que denunció la existencia de presos políticos en América Latina en referencia al exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, y el expresidente de Brasil, Lula da Silva.

El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, denunció en Barcelona que en América Latina existen "presos políticos".

"Ecuador tiene presos políticos, América Latina tiene presos políticos", dijo en una conferencia impartida en la Universidad de Barcelona (UB) y organizada por la Asociación de Estudiantes Progresistas (AEP).

Correa mencionó el caso del exvicepresidente de Ecuador Jorge Glas, a quien describió como "un hombre honesto".

También se refirió a Brasil, donde existe a su juicio una "judicialización de la política" que comenzó con el 'impeachment' a la expresidenta Dilma Rousseff.

"Primero, vino el bombardeo mediático, generaron un muñeco, un caso inexistente; luego, la destituyen; después no hubo nada pero ya perdió la presidencia", explicó Correa.

En el caso de Lula, el expresidente ecuatoriano señaló que "está preso porque les va a ganar las elecciones".

La judicialización de la política y el uso de partidos mediáticos es según Correa una estrategia de las élites en respuesta a los cambios políticos en la región.

"La derecha aprendió", sentenció el exmandatario.